lunes, septiembre 06, 2010

Felix Arbolí, ¿La Infantería de Marina Española, la más antigua del mundo, en peligro de extinción?

lunes 6 de septiembre de 2010

¿La Infantería de Marina Española, la más antigua del mundo, en peligro de extinción?

Félix Arbolí

G UERREROS del mundo civilizado: Aprended de los individuos del Cuarto Ejército Español, que tengo la dicha de mandar. Cada soldado de este Cuarto Ejército, merece con más motivos que yo el bastón que empuño…” ( Palabras del general inglés duque de Wellington refiriéndose al Sexto Regimiento de Infantería de Marina, que mandaba durante la invasión napoleónica).


Una peligrosa reforma militar.

En mis tiempos isleños figuraba una leyenda a la entrada del Arsenal de la Carraca, en San Fernando (Cádiz), que me hacía sentirme orgulloso de haber nacido en este bendito país, tan odiado por renegados y mediocres. En dicha leyenda se indicaba. : “Español recuerda que has dominado todos los mares”. Ignoro si continuará en su lugar tras la desmemoria histórica zapateril y el constante desmantelamiento chaconiano de nuestros símbolos y “milites”. Aunque he de aclarar que la inoportuna reforma militar que hoy se ha vuelto extremadamente peligrosa, tuvo su origen en los “idílicos” tiempos del presidente Adolfo Suárez, artífice de una transición democrática que despertó al principio gran admiración, pero ha demostrado que estaba pobremente asegurada y hace aguas por todas partes. El fue quien hizo desaparecer los tres ministerios castrenses fundiéndolos en uno sólo, el de Defensa, a cuyo frente puso al general Fernando de Santiago, pero convencido de que con él no podría realizar la reforma que ambicionaba, lo destituyó. No tuvo en cuenta que debía su carrera política al franquismo y a su protector Herrero Tejedor, hombre fuerte del antiguo régimen y del falangismo, que le consiguió la cartera de la Secretaría General del Movimiento. Aunque nada más ocupar la presidencia del gobierno se la cargó de un plumazo con todas sus consecuencias. De ahí los gritos que le lanzaban los desmantelados falangistas, sus camaradas de antaño: “Suárez traidor, que cantaste el Cara al Sol”. Se olvidó que para llegar tan alto, había aprovechado el uniforme de la camisa azul y la chaqueta blanca con las cinco flechas bordadas en el pecho y los entorchados, tan comunes en políticos y congresistas de esa época. Ser falangista a secas, de los de a pie, no era una ganga social y política entonces, pero vestir ese uniforme de los enchufados, era toda una ostentación de poder y alto nivel de vida. Que se lo pregunten a Rodolfo Martín Villa, que con menos de veinte años tenía el cargo de delegando del SEU y coche oficial y a estas alturas, después de tantas décadas, aún no se ha bajado de él, aunque si utilice mejores y más potentes modelos. ¡Josú qué arte tiene el gachó!”, -diría un calorro.

La aparición de Gutiérrez Mellado y el 23-F.

Suárez destituye a Santiago y designa a Manuel Gutiérrez Mellado, como Vicepresidente 1º de Defensa. Este militar sorprendió al mundo por su actitud valerosa y digna durante el asalto al Congreso el 23 F, donde fue grotescamente vapuleado y ofendido, siendo Teniente General del Ejército, por unos guardias civiles que olvidaron su alto concepto del deber y la disciplina. Fue una burda y deplorable manera de comportarse ante tan alto superior jerárquico, independientemente de las miras más o menos ortodoxas
que llevaran sus mandos más directos, que en este caso deberían haber impedido ese lamentable espectáculo por el que ellos mismos se descalificaban al instante. Gutiérrez Mellado, no había sido muy bien recibido por sus camaradas de armas más conservadores y apegados a las tradiciones castrenses al iniciar una serie de cambios y nombramientos que no fueron del agrado de sus compañeros. Estuvo con Suárez hasta la desaparición del “suarismo”. Hubo otros ministros de defensa, éstos civiles, como Rafael Ansón y Rodriguez Sahagún, -al que llamaban cariñosamente “pelo pincho”, por la especial disposición de sus cabellos- que llegó a ser uno de los mejores alcaldes que ha tenido Madrid e incondicional asimismo de Suárez hasta su muerte.

Recuerdo que cuando se inició esta importante reforma militar, yo trabajaba en el Juzgado Central de Marina y fui testigo del malestar generado entre los militares de alta y baja graduación no sólo por la desaparición de su ministerio, con sede en Cibeles y considerado a partir de entonces Cuartel General de la Armada, sino también por los cambios y los saltos no acostumbrados en los escalafones. La Marina que siempre ha gozado fama por su elitismo, su apego a las tradiciones y su lealtad a su historia y sus principios, no podía ser insensible ante la imposición de un general del Ejército de Tierra, que no gozaba fama de conservador e incondicional del antiguo régimen, como jefe indiscutible de los tres ejércitos, asumiendo una supremacía que sólo hasta entonces había sido potestativa del propio Jefe del Estado, ayer Franco y en esas fechas el nuevo Rey, cuando gozaba aun la plenitud de sus hoy perdidos poderes. Ya Suárez tuvo su advertencia con la dimisión del último ministro de Marina, en desacuerdo con la legalización del partido comunista.

Pero el “zafarrancho” no había hecho más que comenzar. A la desaparición de las tres carteras militares, siguieron los estudios y cónclaves para fusionar asimismo en uno sólo a gran número de Cuerpos de los tres ejércitos. Y aquí si que hubo sus más y sus menos. Los jefes y oficiales no estaban muy conformes con que el Cuerpo de Sanidad, Auditores, Interventores y otros más que habían lucido sus distintivos, uniformes y hasta denominaciones diferentes en cada uno de los Ejércitos, pasaran a engrosar uno sólo con idénticos galones, denominación y uniforme. Los marinos perdieron su azul del mar que habían lucido durante toda su carrera, por el verde y caqui, al estilo yanqui, nada grato a los interesados..Hubo auténticos berrinches. Es en esta época cuando se produce el “Tejerazo”, al que ya me he referido y al que se unen algunos jefes y oficiales, entre ellos el capitán del Ejército de Tierra, Pardo Zancada, que fue con sus hombres a combatir a los sublevados y se unió y encerró con ellos. A éste militar le conocí posteriormente en la cárcel militar de Alcalá Meco, donde acudí con el Juzgado Militar a realizar unas diligencias. Era una persona muy agradable y campechana. Paseando por los jardines de la prisión vi al general Armada, que al parecer no se hablaba con sus compañeros. Entonces el Rey pudo abortar el golpe militar con sólo llamar a los Capitanes Generales de las Regiones y ordenarles que se mantuvieran al margen de esa trama. A partir de este episodio, el pánico a las armas sacudió a los gobiernos posteriores que fueron privando al Ejército de privilegios, poderes y facultades, así como eliminando de sus primeros puestos en los escalafones a los que consideraban posibles sospechosos y colocando en su lugar a elementos aupados por ellos o de probada confianza. Y restándoles misiones comprometidas para dedicarlos a actividades más propias de una ONG, que de un Cuerpo militar. Hoy, con el escaso poder que le han dejado al monarca, no se sabe como iban a reaccionar ante una situación similar. Más vale no tener que comprobarlo.

El pasado franquista de la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid.

En la intentona de golpe militar estuvo involucrado un Capitán de Navío, Camilo Menéndez, con el que tuve contactos personales profesionales. Era el militar de mayor rango entre los sublevados y encerrados en el Congreso y el único marino sumado a la trama que se conoce. No sé si vivirá aún, pero era una excelente persona en su trato y bien considerado entre sus compañeros. Para desgracia suya, supongo, su hija es la actual diputada socialista madrileña, portavoz de su grupo en la Asamblea de esta Comunidad, Manu Menéndez, que parece ha estado toda su vida enarbolando la bandera roja y cantando la Internacional. No debe querer recordar cuando vestía el uniforme de la Falange, su relación familiar con Blas Piñar, franquista radical y fundador de “Fuerza Nueva”, el levantamiento de su mismo padre y el que uno de sus hermanos fuera candidato de Falange Española en las elecciones al Congreso por Guadalajara, posiblemente en las fechas en que yo lo fui por la misma provincia al Senado por la UCD, donde no fui elegido, aunque si obtuve bastantes votos. Hay veces que es mejor callarse y pasar inadvertida por la vida, sin remover un pasado que en nada le beneficia a ella y compañeros socialistas. .

Zapatero y su ministra Chacón.

La reforma de nuestro Ejército empezó pues con Suárez y la aquiescencia del Rey, que entonces aún tenía todo el poder en sus manos para haber hecho una España sin divisiones ni recelos. Pero todo sucedió con rapidez, para que el presidente del nuevo gobierno monárquico pudiera hacer unos cambios que engendraron un malestar interno, latente aún entre bastantes miembros de la familia militar al darse cuenta, aunque tarde, de la poda incomprensible que se está haciendo entre sus mejores hombres y más honrosas y notables Unidades. Con el nombramiento de una mujer para este cargo y además con la desagradable particularidad de tener fama de ser, al parecer, militante de un partido catalán independentista, el gobierno de Zapatero ha colmado el vaso de los despropósitos. Más errático, imposible. Empezó con los cambios y saltos en el escalafón y posteriormente, cuando al frente del mismo figuraban hombres de su máxima confianza y sumisión, se dedicó a eliminar Cuerpos, Unidades, Tercios y Compañías, entre los más queridos y admirados por el pueblo y poseedores de una Hoja de Servicios intachable. Se extinguió una Bandera de nuestra gloriosa Legión, el Cuerpo más querido de todos los españoles y con un bravo historial, A la señora le debía molestar un Cuerpo que tan leal había sido siempre a sus mandos y a sus principios. No le gustar tener a esos hombres tan caballeros y disciplinados en un Ejército, que gracias a sus normas y modificaciones se está convirtiendo en una ONG que sirve de diana a sus mismos protegidos. Don Quijote cabalga de nuevo. La realidad es que la nueva misión que le han encomendado a nuestro ejército, nada tiene que ver con la defensa de nuestra patria, ni con el deseo de los ciudadanos de los países a los que van destinados, que lo recibe como invasores extranjeros y así les tratan. Una misión que nos está costando muchos millones y lo que es peor, la pérdida de muchas vidas de españoles, que valen más que aquellos que les pagan con el atentado y el asesinato la ayuda que se les presta.

La desaparición de nuestra Infantería de Marina.

Ahora se comenta y conociendo a la citada ministra, no es nada sorprendente, que quiere hacer desaparecer a la Infantería de Marina Española, la más antigua de todos los ejércitos del mundo, pues su origen data de los tiempos de Carlos I, cuando en l.537 designó a sus escuadras de galeras del Mediterráneo a las Compañías del Mar de Nápoles. Posteriormente su hijo, Felipe II, convierte a estas Compañías en fuerzas de desembarco. A esta época pertenecen los famosos Tercios de la Mar de Nápoles, de Armada, de la Mar Océano, de Galeras de Sicilia y el del Mar Océano de Infantería Napolitana. El primero de los citados Tercios llevaba en su escudo dos anclas cruzadas que pasaron a ser el emblema del Cuerpo hasta el año l931, cuando nuestra sacrosanta República lo extinguió acusándola de colonialista. Terminada la contienda se revoca esta orden y se recuperan sus facultades, heroísmos y eficacias en cuantas operaciones militares toman parte. Actualmente cumple 473 años de existencia. Una historia relevante que ninguna otra nación del mundo podrá discutir, ni dejar de envidiar. .

No hay Continente y casi me atrevería a decir que país antiguo o moderno que no haya sido testigo y objetivo de nuestros valerosos infantes de Marina: “Desde la cumbre bravía, -que el sol indio tornasola,- hasta el África que inmola- a sus hijos en torpe guerra,- no hay un puñado de tierra,- sin una tumba española”. Bellos versos que hablan de nuestra grandeza en el pasado. Sirva como referencia, la batalla de Lepanto, en la que intervino como soldado de este glorioso Cuerpo, el inolvidable Miguel de Cervantes. Sin olvidar el episodio de la ísla de Perejil, que si llega a suceder en los tiempos de Zapatero, no se hubiéramos intentado para no incomodar a nuestros “hermanos” o “primos” marroquíes, que da la casualidad que siempre nos hacen sentir unos “pringaos”.

La Infantería de Marina, siempre ha sido un Cuerpo relevante entre nuestros hombres de la mar. En el organigrama de nuestra Marina, el COMGEIN, o Comandante General de Infantería de Marina, su más alto mando, estaba supeditado al Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada o AJEMA. Hoy nuestros Infantes de Marina han visto trasladadas sus dependencias oficiales y centrales a San Fernando (Cádiz), bajo las siglas de TEAR o Tercio de Armada, y bajo la dependencia directa del Almirante de la Flota o ALFLOT. Es decir han bajado de categoría militar al no ser designado como Cuerpo, sino como Unidad. Yo recuerdo que cuando entrevisté a su Comandante General para el diario “El Alcázar”, donde entonces llevaba una sección, me atendieron estupendamente. La cuestión es que una vez publicada la entrevista, en la que se quejaba, sin rencor, sólo con algo de dolor, de que un Cuerpo tan antiguo y glorioso, tuviera que depender de un Jefe de otro Cuerpo, en este caso el General, no gustó al Jefe del Estado Mayor, que le echó una reprimenda y le pidió que se rectificara. Cuando me llamó y me lo comunica, le respondí cortésmente que yo no puedo decir que por un fallo que no he cometido, donde decía no, debería haber dicho sí y que lo sentía mucho, pero no podía hacer nada al respecto. No se cómo terminaría la cosa, pues no volví a tener noticias sobre este asunto. Por mi parte, estimo que este glorioso y antiguo Cuerpo merece una dependencia directa del Ministro de Defensa, -aunque en la actualidad no sea lo más recomendable-, o del propio Rey, como Comandante en Jefe de los tres Ejércitos, al menos en los papeles.

Ayer fue una Bandera de La Legión, hoy se habla de todo un Cuerpo de nuestra Marina, mañana le tocará a la Guardia Civil y si Dios y los votos no lo remedian pronto veremos a los militares que aún queden cultivando rosas y tulipanes, mientras la chusma internacional cruza alegremente nuestras fronteras e imponen sus estandartes, creencias y costumbres en nuestras vidas. Mucho defender entuertos en el exterior y no se preocupan del interior, ni siquiera para realizar ejercicios y maniobras, pues molestan a los que sólo se acuerdan de España para pedir, exigir y jodernos a todos los demás.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5823

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