Un caso de política-ficción
18-07-2011 | 1 comentarios
Las reivindicaciones de los secesionistas de Texas coinciden con las del País Vasco.
Texas se incorporó a Estados Unidos en 1845 como estado vigésimo octavo de la unión. Su situación geográfica y su existencia previa como nación independiente son factores que afectan a su identidad política. Con este caldo de cultivo, la llegada de Obama al poder ha recrudecido el secesionismo tejano opuesto al Gobierno de Washington.
Las reivindicaciones de Texas coinciden con las del País Vasco: ambos alegan razones históricas para reclamar su independencia, ambos creen en la superioridad de su raza, ambos se proclaman naciones soberanas, ambos tienen relación con grupos paramilitares autores de asesinatos múltiples y ambos defienden valores extremistas antidemocráticos.
Por otra parte, si el separatismo tejano se ha relacionado con el atentado de Oklahoma, el separatismo vasco se ha relacionado con el atentado de Atocha, dos ataques terroristas con casi 200 muertos.
Vistas las similitudes entre ambos, hagamos un poco de política-ficción.
Supongamos que los secesionistas de Texas llevaran medio siglo asesinando a ciudadanos estadounidenses y reivindicando orgullosamente sus muertes. Y que el Gobierno de Estados Unidos se reuniera clandestinamente con esos terroristas para colaborar con ellos, doblegándose a sus exigencias. Y que cuando la Policía estadounidense tuviera en marcha una importante operación antiterrorista, el Gobierno diera un soplo a los separatistas tejanos para que huyeran. Supongamos que el Gobierno de Estados Unidos cambiara las leyes para incluir a los terroristas en las listas electorales, con el correspondiente respaldo económico en sus feudos locales. Y que el Gobierno estadounidense diera la espalda a las víctimas de los atentados de los terroristas, haciendo como si no existieran.
A estas alturas, los lectores pensarán que todo esto es mucho suponer. Es cierto. Esto jamás sucederá. ¿Por qué? Porque la democracia de Estados Unidos tiene como fin primordial amparar, proteger y defender a sus ciudadanos.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/opinion/un-caso-politica-ficcion-20110717
lunes, julio 18, 2011
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