martes 1 de abril de 2008
Rajoy castiga a Esperanza Aguirre
Pablo Sebastián
Poco nuevo bajo el sol del PP, salvo el empeño de Mariano Rajoy de seguir al frente del partido, reforzando su control con el ascenso de sus más leales y marginando a Esperanza Aguirre en el nuevo reparto de cargos públicos y de las personas que van a liderar el congreso del PP en el mes de junio, que se va a celebrar en Valencia —un gesto a favor de Camps—, y entregando la presidencia de dicho congreso del PP al presidente murciano Valcárcel. Al tiempo que proponía a Ana Pastor para la vicepresidencia del Congreso de los Diputados, donde ha nombrado a Soraya Sáenz de Santamaría como la portavoz del grupo parlamentario del PP, un lugar donde Aguirre pretendía colocar a Pizarro. Mientras que García Escudero —persona muy próxima a Gallardón— seguirá de portavoz del PP en el Senado. Al equipo de Aguirre sólo le ha correspondido un puesto de bajo nivel en la ponencia económica que se debatirá en el Congreso del PP, en la que ha sido incluida Engracia Hidalgo, consejera de la Comunidad de Madrid.
Este castigo, explícito, de Rajoy a Aguirre, a pesar de que la presidenta ha presumido de haber aportado más votos que nadie a los resultados del PP en las pasadas elecciones generales, tiene mucho que ver con el órdago que Aguirre le lanzó a Rajoy para impedir la presencia de Gallardón en la lista de Madrid al Congreso de los Diputados; y con las maniobras mediáticas con las que la presidenta madrileña pretendió, al día siguiente de la derrota electoral, provocar la dimisión de Rajoy y su lanzamiento como la futura líder del PP, utilizando para ello Telemadrid, El Mundo y la COPE, los que son sus medios de cabecera y “guardaespaldas”, a los que aludió Rajoy de forma despectiva en su primera intervención tras las elecciones.
Naturalmente, estos nombramientos y este alto valladar trenzado frente a las desmedidas ambiciones de Aguirre son sólo un primer paso, porque a la vista está el congreso del partido, y todavía pueden pasar muchas cosas en el seno del PP. Y, sobre todo, porque falta un segundo reparto de cargos, en el caso de que Rajoy consiga confirmar su nominación como presidente, y entre ellos el de secretario general, porque parece claro que Acebes no va a seguir en esa función, como tampoco seguirán otros secretarios de área del PP. ¿Quién será el número dos de Rajoy en su candidatura a la presidencia del PP? ¿Acaso Gallardón, que no disimula su contento?
De ser el alcalde de Madrid el encargado de la secretaría general, para dar un giro al centro al partido, el fracaso de Aguirre sería completo. Y puede que, tanto en ese caso como en cualquier otro, la presidenta de Madrid esté más decidida que nunca a dar la batalla frente a Rajoy en el congreso del mes de junio, bien ella directamente o puede que incluso colocándose tras de Rodrigo Rato. El que sigue guardando un notorio silencio sobre todo lo que está pasando en el PP, igual que pasa con José María Aznar. Sabiendo Aguirre que si Rato —que tiene una cuenta pendiente con Rajoy— decidiera dar un paso al frente sus posibilidades de victoria serían muy elevadas.
Entre otras cosas porque, a pesar de la “ilusión, ganas y energía” de las que presume Rajoy para permanecer al frente del PP, todos saben que la derrota electoral es responsabilidad directa de Rajoy. Y aunque niega que así sea cuando dice que “si creyera que su persona hubiera sido el obstáculo para ganar las elecciones, no seguiría como líder del partido”, lo cierto es que, lo crea o no, ésa es la verdad. Y lo que piensan muchos dirigentes, militantes y votantes del PP. Y sería un sarcasmo, visto lo ocurrido hasta ahora, que el único culpable del fracaso electoral fuera Zaplana, quien, hasta el momento, fue el único sacrificado, a la espera de que caiga Acebes, los dos primeros colaboradores de Rajoy en los pasados cuatro años.
De manera que hemos pasado por la primera fase del intento de Rajoy de permanecer al frente del PP, en la que el político gallego se ha salido con la suya. Pero falta la prueba de fuego del congreso del partido y, si sale bien parado de esa cita, luego le quedarán otras de no poco nivel como serán las elecciones europeas, gallegas y vascas para el 2009. Estamos, pues, en la que se considera primera fase de la renovación del PP, donde Aguirre, por causa de su impaciencia y desmedida ambición, ha perdido la partida, pero eso no quiere decir que la haya ganado, definitivamente, Rajoy.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=01/04/2008&name=manantial
martes, abril 01, 2008
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