La "pócima" del Tinell se vuelve contra Mas
Antonio Martín Beaumont
7 de noviembre de 2006. Unas veces se gana y otras se pierde. Pero al candidato de CiU en las elecciones catalanas del miércoles pasado le han sucedido las dos cosas. Artur Mas ganó en las urnas, aunque con una mayoría raquítica, demasiado lejana de las de Pujol. Y ha perdido en los pasillos, ya que va a haber Tripartito de izquierdas y CiU se va a quedar de nuevo fuera del poder de la Generalitat.Ya se sabe que los políticos postmodernos siempre tienden a los tonos pastel, así que Mas dirá que está muy contento. Pero debe estar viviendo un drama sin precedentes en su partido. El PSOE gobierna en Madrid y el PSC en Barcelona, y esto sin el apoyo y el supuesto seny de CiU. Tres años ya de ayuno autonómico es mucho para Convergència y más aún para Unió, porque son muchas las fidelidades creadas en dos décadas de pujolismo. Que si estaban ya impacientes ahora pueden empezar a desesperarse. El caso, también, es que Mas fue nombrado en su día por Jordi Pujol para gobernar, no para ser el líder de la oposición en Cataluña. Así las cosas, tras la reedición del Tripartito, las aguas, seguro, van a bajar muy revueltas por la federación nacionalista.Por dos veces en los últimos años Artur Mas ha aceptado ir del brazo de los socialistas. CiU entró en el salón del Tinell con el PSC, los republicanos de ERC y los comunistas de IC-EV, y juntos decidieron no pactar nunca con el "españolista" Partido Popular. Tan asumida tenía la idea Mas que la llevó ante notario a su propia campaña electoral. Eso sí, con o sin Tinell, Pasqual Maragall no ha hecho una sola concesión a CiU.Mas, sin embargo, puso la otra mejilla, y acudió a La Moncloa a salvar a Zapatero del atolladero del Estatut en el que Carod-Rovira y Maragall le habían metido. Mal negocio, por cierto: durante unos meses el convergente creyó que a cambio el PSC pactaría con él la Generalitat. Pues ya ven, tenemos Tripartito. Desde el Tinell CiU está tan arrinconada como el PP catalán, pero sin los principios ni los proyectos de éste.Una de las cosas más llamativas de todo este asunto del Gobierno que con el socialista catalán José Montilla al frente y el independentista Josep Lluís Carod-Rovira de vicepresidente va a comenzar a funcionar, es que estará configurado por dos de los partidos –PSC y ERC- que más castigo recibieron en las urnas el pasado 1 de noviembre, precisamente por los líos del Tripartito que se vuelve a constituir. En fin, la política catalana, de sainete en sainete.
lunes, noviembre 06, 2006
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