viernes 3 de noviembre de 2006
Oración desesperada
Félix Arbolí
¡ Dame Señor la fuerza del león para ahuyentar mi cobardía y ser capaz de expresar lo que siento sin limitaciones ni temores! ¡Dame el fuego de tu Espíritu Santo, para que en mis palabras se reflejen las Tuyas, ofreciéndome la inestimable oportunidad de expresar lo que creo que Tu quieres que entendamos!. ¡Dame la inquebrantable voluntad de no torcerme en el camino que me lleve hasta Ti, luz y meta a la que todos debemos aspirar!. ¡Dame esa fe que tanto necesito y no encuentro o si la tengo cerca no sé descubrirla y gozarla, como tantos otros que viven anclados en tu Verdad!. ¡Dame saber y convicción para poder conseguir que el mundo Te conozca, Te ame y Te respete!. ¡Dame la satisfacción de no ver que en tu Santo Nombre se matan, torturan y ofenden a los que no ha tenido la oportunidad de conocerte y amarte como Tu nos amas!. ¡Dame fuerzas para continuar ascendiendo la empinada cuesta de la vida, ya en sus últimos peldaños, sin que a pesar de mis muchos y graves errores, de mis dudas e incumplimiento de Tus normas, me sea vedada la felicidad de fundirme en tu Amor, para sentir eternamente el calor y la alegría de tenerte siempre junto a mi!. ¡Dame la esperanza de que la semilla del amor sembrada en el campo de mis hijos y nietos, perdure más allá de mi vida terrenal y cuando ya no esté entre ellos, se acuerden de este ser que los quiso hasta el paroxismo, capaz de sacrificar su propia vida por el bienestar y la felicidad de cada uno, pues ellos han sido mi mayor tesoro y mis únicos consuelos y alicientes en las largas y jornadas de mi invierno vital!. ¡Dame la oportunidad de ser yo el que primero abandone este mundo y no me condene a sufrir la insoportable soledad de no sentir cercana y constante la enorme y beneficiosa influencia de esta mujer que pusiste en mi camino, en un rasgo inagotable de misericordia y bondad que yo no merecía!. ¡Dame el don de obrar prodigios no para atesorar riquezas que no me harán mejor, ni vivir más tiempo, sino para convencer al prójimo que donde hay amor y comprensión, donde existe la tolerancia y la abnegación, donde se siguen tus magistrales enseñanzas, no hay lugar para rencores, insultos, ofensas y guerras, ni para matarnos los hermanos!. ¡Te ruego Señor, que ilumine a nuestros políticos, independientemente de su procedencia y las siglas bajo las que se presenten, para que abandonen su egocentrismo, afanes desmesurados de lucro personal a costa del hambre y las carencias de los que ingenuamente confiaron en ellos y los hagan más humanos, honestos y comprensivos con las verdaderas necesidades del país!. ¡Te ruego Señor que los que gobiernan y los que se oponen, tengan el pensamiento y afán común de servir a España de la mejor manera, olvidando rencores del pasado y recuerdos dolorosos que deben figurar exclusivamente en las páginas del álbum de nuestra Historia!. ¡Te ruego Señor que ser español vuelva a convertirse en un orgullo y una noble aspiración para los que no han tenido ese privilegio y no una constante y denigrante ofensa para los que han renegado de sus orígenes y de su pasado!. ¡Te ruego Señor que la guerra sea un recuerdo nebuloso en la Historia de la Humanidad y no una amenaza constante alentada por descerebrados líderes políticos y religiosos que atizan el fuego, incluso invocando tu Santo Nombre que debe ser ante todo símbolo de paz y de amor!. ¡Te ruego Señor que el que ha nacido español y cristiano, muera siendo español y cristiano y no cambie su fe y su bandera por cantos de sirenas que surgen de los cuentos de las mil y una noches!. ¡Te ruego Señor que la maldad sea desterraba y combatida en nuestros corazones, porque los tengamos llenos de solidaridad hacia el hermano que nos necesita!. ¡Te ruego Señor que no transcurra un solo día, sin que al hacer el examen de nuestros actos al final de la jornada, tengamos la satisfacción de haber dedicado unos minutos y unas pequeñas dosis de lo que nos sobra, en favorecer a ese pobre solitario y necesitado que se cruzó en nuestro camino y nos habló con su mirada!. ¡Te ruego Señor que Tu presencia, la fuerza de Tu amor y el poder de Tu ternura infinita hacia el hombre que tanto te hostiga, ignora y ataca, desde el poder, los medios de comunicación y sus ritos salvajes y satánicos, hagan el milagro de ablandar la dureza de sus sentimientos, su total falta de fe y su afán de combatir y desterrar de nuestras conciencias lo único noble y eficaz para poder hacer un mundo mejor donde todos quepamos, sin ninguna clase de diferencias que a unos los haga más desgraciados que a otros, cuando para Ti todos somos iguales!. ¡Te ruego Señor que esta ilusoria oración, surgida desde lo más profundo de mis sentimientos, no vuele sin rumbo, sacudida por el viento de la incomprensión, hacia otro destino que no sea esa llama inextinguible, placentera y luminosa que a todos nos espera al término de nuestro ciclo vital, donde espero y deseo fundirme eternamente en tu Amor inagotable!. Gracias Señor por haberme permitido tener el valor suficiente de exponer con entera libertad lo que se oculta en las profundidades de mis sentimientos. Perdonen este acoso a vuestro tiempo y paciencia, pero necesitaba alzar mi voz y recitar públicamente esta oración.
jueves, noviembre 02, 2006
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