La taza térmica
Magistral golpe electoral. De Rubalcaba, claro. La ventaja de Rajoy, aire enlatado. El PSOE, a la vista de los pobres resultados que le han mostrado las encuestas –«Pelea», el niño del colegio privado, o lo que es igual, el hijo de cualquiera de ellos, y la cosita de la ETA–, ha decidido recurrir a las llamadas redes sociales para reconquistar el poder casi perdido
Alfonso Ussía
Y héte aquí que los socialistas han dado con la fórmula mágica. Un programa de puntos para premiar a sus activistas cibernéticos. El proceso es sencillo. Los partidarios se registran en la página «web» del candidato Pérez Rubalcaba, y difunden su contenido en la red. Los puntos acumulados le darán derecho a canjearlos por regalos de promoción con el lema «Rubalcaba, sí». Un chollo.
Los activistas deseosos de poseer regalos con la inscripción «Rubalcaba sí» –servidor, sin ir más lejos–, pueden conseguir los siguientes premios según ofrece y confirma la «web» del intrépido candidato del PSOE. Por 250 puntos, un bálsamo para los labios. A partir de 1.000 puntos de color rojo –no podían ser de otro color–, molesquines y tazas irrompibles. Por 1.600 puntos, un vaso termo, y por último –la caraba–, una taza térmica si el activista del pesebre supera los 1.700 puntos. Impresionante oferta que no puedo pasar por alto.
Me propongo la cima. No preciso de un bálsamo para los labios, porque últimamente beso poco, y si lo hago, procuro hacerlo con medida y cautela. Los molesquines me los regalan en Navidad. Las tazas irrompibles con el mensaje «Rubalcaba sí» pueden terminar cansando si no se rompen nunca. Por mucho y apasionadamente que se ame a Rubalcaba, tenerlo en una taza de por vida garantiza un cierto hastío. El vaso termo se me antoja poca cosa por 1.600 puntos. Con sólo un centenar más de ellos el premio cambia por completo y cumple con las ilusiones de centenares de miles de españoles, entre ellos, el arriba firmante. Una taza térmica. Años y años llevaba reclamando una taza térmica, y resulta que a la postre, quien me la ofrece es el PSOE con Rubalcaba de motivo. Sólo los privilegiados que han gozado de las ventajas de la taza térmica, valoran el tesoro que se les ofrece. La taza térmica, como su nombre indica, es una taza que mantiene en su interior la temperatura del contenido, ya sea café, té, manzanilla, leche o el colacao de toda la vida. Se vierte en su interior el líquido elegido, se procede a dormir una buena siesta, y cuando Morfeo se ha despedido y los ojos se abren de nuevo, el café, el té, la manzanilla, la leche o el colacao de toda la vida, permanecen calientes. Insuperable obsequio, bastante, por no escribir que muy, pero que muy de agradecer.
El socialismo tiene esa ventaja sobre el resto de las tendencias ideológicas. Su sensibilidad en el menaje del hogar. Hace cinco años, antes del telele, Fidel Castro llevó a Cuba la olla exprés. Y hoy, cuando escribo estas emocionadas palabras, Rubalcaba nos ofrece, por sólo 1.700 puntos rojos, la taza térmica. Contra eso, señor Rajoy, no se puede luchar. Una izquierda identificada con la taza térmica, es una izquierda imparable. Y ustedes hablando de la economía, del paro y de la creación de puestos de trabajo. Sin tazas térmicas no se ganan elecciones. Contreras, que no te enteras. ( Y finalizo así porque Rajoy no rima con «no te enteras»).
http://www.larazon.es/noticia/8015-la-taza-termica
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