SEGÚN EL PSOE DE SEVILLA
Jose Barranca
El Defensor del Ciudadano en Sevilla no puede ser de derechas
José Barranca, el Defensor nombrado por Zoido, se declara "de derechas, español, católico y orgulloso de ser militar". PSOE e IU echan humo.
El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, Juan Espadas, dijo el martes que el Defensor del Ciudadano requiere de "un perfil de persona con objetividad, prestigio y, desde un punto de vista político, alejado claramente de una ideología u otra", mientras que José Barranca, el Defensor nombrado por Juan Ignacio Zoido "se identifica claramente con un partido político", en alusión a una entrevista publicada en ABC de Sevilla hace unos días, en la que se declaraba "de derechas, español, católico y orgulloso de ser militar". Espadas parece olvidar que su partido en Sevilla siempre ha tratado de nombrar a personas de la izquierda como "Defensores" del ciudadano. Por ejemplo, no parece recordar que un anterior Defensor del Ciudadano en Sevilla fue Luis Pizarro, de IU y que otro fue Francisco Romo, relacionada con claridad con el PSOE. O sea, no puede serse de derechas, pero sí de izquierdas.
En Andalucía, el Defensor del Pueblo Andaluz fue durante muchos años, Manuel Conde Pumpido, el hermano de Cándido, Fiscal General del Estado, inequívocamente ligado al PSOE. Pero se olvida que el PSOE prefirió Defensores del Pueblo de derechas como Joaquín Ruiz Giménez, Álvaro Gil Robles o Fernando Álvarez de Miranda y que el PP apoyó a Defensores de izquierda, como Enrique Múgica.
El. linchamiento moral de Barranca
¿Por qué esta reacción tan contradictoria de PSOE e IU ante el nombramiento de José Barranca? PSOE e IU anunciaron que por el momento seguirán sin asistir a la Oficina del Defensor del Ciudadano porque ésta "continúa" presidida por el militar en la reserva José Barranca. ¿Cuál es el pecado de Barranca? Haber firmado una carta en apoyo del general Mena tras su defenestración por haber recordado algunos artículos de la Constitución en caso de que el Estatuto de Cataluña derivara hacia el separatismo.
José Barranca, ex jefe del Ejército español, Comandante cuando pasó a la Reserva hace ya años, perteneció a la muy digna y combativa Escala Especial. Su gran aventura personal fue la dignificación y equiparación de derechos, deberes y oportunidades de los Oficiales de la Escala Especial a la que pertenecía. Era ministro de Defensa por entonces, Narcís Serra, que con prebendas para unos, discriminaciones para otros y castigos para el resto pretendía gestionar el Ejército español. Serra perseguía a aquel grupo de militares demócratas que exigían libertad de expresión y posibilidades de asociación con minuciosidad. José Barranca era uno de sus cabezas en Sevilla.
De dicho grupo de personas salieron las informaciones que sacaron a luz la carga policial ordenada por el gobierno de González -y diseñada con antelación-, contra los objetores de conciencia hacia el servicio militar. Fue célebre, por ser un germen de la salida a la calle de los movimientos sociales, la lucha de sus mujeres, lucha democrática e impecable de aquella famosa entonces Coordinadora de Esposas de Oficiales de la Escala Especial del Ejército que denunciaban la ausencia de diálogo por parte del jefe del Estado Mayor del Ejército, que se manifestaban a las puertas de Capitanía o que le mandaban 3.000 telegramas a Felipe González en Navidad con este texto: "Deseo tenga feliz y próspero año. Mi familia y yo no tan felices Prosperidad negativa. Año nuevo, ministro nuevo", exigiendo la dimisión de Serra.
Del mismo grupo al que pertenecía José Barranca, salieron las informaciones, muy graves, que provocaron la caída del general Cassinello, tras haber comprobado documentalmente que dicho general había ordenado a sus tropas de Córdoba el disparo a las piernas a los huelguistas de la huelga general de 1988 en caso necesario.
Es decir, José Barranca siempre ha sido un exquisito defensor de la legalidad constitucional, del Estado de Derecho y de la dignidad de los ciudadanos y de los militares.
Pero el pecado de Pepe Barranca para una izquierda sevillana que adora a Fidel Castro, prohíbe homenajes literarios a quienes no son de izquierdas y que está implicada en gravísimos escándalos de corrupción, es haber apoyado la posición del teniente general Mena, aprovechada por el sinuoso ministro Bono para quitarse de en medio a uno de sus críticos, en 2006. Golpista llamaron a Mena entonces los jerarcas socialistas y de IU. Lo que dijo Mena fue textualmente lo que sigue: "La Constitución marca una serie de límites infranqueables para cualquier Estatuto de Autonomía. De ahí mi mensaje de tranquilidad. Pero, si esos límites fuesen sobrepasados, lo cual en estos momentos afortunadamente parece impensable, sería de aplicación el articulo 8º de la Constitución: "Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército de Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad y el ordenamiento constitucional".
Este recordatorio de la Constitución fue lo que apoyó Barranca y por ello, la izquierda sevillana ha pedido insistentemente su dimisión. Como ya dijo Gustavo Bueno, uno de los más reputados pensadores españoles, "en cualquier caso, el General Mena ni siquiera hizo ruido con su sable. Simplemente advirtió, recogiendo un estado de ánimo muy extendido entre las Fuerzas Armadas, que este ruido de sables podría producirse si el Gobierno no pusiera freno a los proyectos asimétricos del Estatuto catalán o de otros proyectos alentados por el Gobierno de Zapatero. El General Mena se jugó su carrera, como buen seguidor de Don Quijote; pero acaso con ello contribuyó al notorio repliegue del Gobierno sobre sus pasos iniciales. Repliegue escandaloso, aunque favorable a la eutaxia, por más que se intente disimular y maquillar para evitar la dimisión, de otro modo obligada por decoro, del Gobierno que puso en grave peligro la nave.
http://www.libertaddigital.com/nacional/2011-10-26/el-defensor-del-ciudadano-en-sevilla-no-puede-ser-de-derechas-1276439442/
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