viernes 28 de octubre de 2011
ETA y el perdón
Josu Goicoechea Blanco
M E encontraba el otro día dando un paseo por Plentzia cuando una persona que me había sido esquiva
durante muchos años se me acercó y de repente me dijo :"enhorabuena y mi solidaridad". Me quede mi-
rándole de arriba a abajo y simplemente le contesté : "gracias, pero esto hace años. Ahora no" Esta
persona me contestó que había que saber perdonar; seguí caminando pero se me quedó en la cabeza
lo del perdón.
Perdón. ¡Bonita palabra! La mayoría de la clase política nos dice que para que el comunicado de los
terroristas sea definitivo éstos tienen que pedir perdón. Y no. ETA y sus secuaces no tienen que pedir perdón.
Lo único que tienen que hacer es pagar por lo que han hecho. Primero, porque ese supuesto
perdón no sería sincero. Segundo, porque esa petición no iría encaminada más que a lograr unos beneficios
penitenciarios de los que no son merecedores.
Son otros los que tienen que pedir perdón. Tiene que pedir perdón, por ejemplo, gran parte de la Iglesia Vasca que incluso llegó a negar iglesias para celebrar funerales por los asesinados. Una iglesia que se posicionó más con el verdugo que con las víctimas. Una iglesia que cedió sus locales a los amigos de los terroristas. Una iglesia que pidió por los asesinos y no por los asesinados. Tienen que pedir perdón, por ejemplo, gran parte de los medios de comunicación vascos que dieron más espacio a los asesinos y a sus amigos que a los asesinados. Medios de comunciación que definieron algunos atentados como "incidente". Medios de comunicación que negaron el pan y la sal a las víctimas. Medios de comunicación que en lugar de terrorismo utilizaban el eufemismo de "actividad armada". Tienen que pedir perdón absolutamente todos los partidos nacionalistas que JAMÁS se
posicionaron con las víctimas hasta que también les toco a ellos. Nacionalistas a los que siempre les
importó más cualquier asunto relacionado con los terroristas que cualquier asesinado. Partidos nacionalistas
que recogieron las nueces mientras otros movían el árbol. Partidos nacionalistas que incluso llegaron a alentar a los terroristas para impulsar el Estatuto que ahora tenemos. Tiene que pedir perdón, por ejemplo, gran parte de la progresía izquierdista española que hasta hace muy poco tiempo no bramó contra los terroristas a los que veía como unos bandoleros justicieros de los que roban a los ricos para dárselo a los pobres. Tienen que pedir perdón un montón de periodistas, profesores de universidad, etc. . . . que vendiendo el disfraz de "víctimas de ETA" hicieron de ello un negocio para su propio crecimiento personal y, sobre todo, tiene que pedir perdón la sociedad vasca. Si, esa sociedad que miraba para otro lado. Esa sociedad que durante muchos años utilizó aquello de "algo habrá hecho". Esa misma sociedad que ahora se alegra tanto.
Esa sociedad que marginó a los escoltados. Esa sociedad que nunca fue a un funeral de una víctima. Esa sociedad que hasta hace un cuarto de hora no salió a la calle. Esa sociedad que por cierto, vivió muchísimo mejor que otra en cualquier lugar de España. Esa sociedad que, como mucho, se entristecía cuando alguien era asesinado y a continuación pedía otra ronda.
Por lo tanto: Esa enhorabuena y solidaridad. . . .hace años.
http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp
viernes, octubre 28, 2011
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