24-10-2011
Aunque suene a terrible resulta inevitable desconfiar de Exteriores cuando dice que está realizando “todas las acciones necesarias” para conseguir la liberación de los españoles capturados. ¿“Acciones necesarias”? ¿Se referirá a los millones de euros que estarán preparando para aplacar a los terroristas? Nos tememos lo peor.
Cuando en agosto de 2010 fueron liberados tres cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania –previo rescate no reconocido por el Gobierno– un contertulio de Intereconomía TV ironizó diciendo que sólo falta poner un anuncio por palabras: “Ejecutivo blando se ofrece a terroristas. Inmejorables referencias: Alakrana. Condiciones a convenir”. Es de temer que, una vez que los terroristas le han tomado la medida a España a raíz de aquel caso, el Gobierno volverá a exhibir ese anuncio tras el secuestro de dos cooperantes en un campamento de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia).
No hay más que reparar en el historial de bajadas de pantalones del Gobierno ante el chantaje de terroristas y piratas. Si se ha gastado ya una bonita suma que oscila entre los 10 y los 15 millones de euros en los secuestros de los últimos años, lo lógico es que continúe con tan generosa política con el caso de los dos españoles secuestrados en el Sáhara. LA GACETA recopila hoy los otros rescates, sistemáticamente negados por el Gobierno, con los que los terroristas han hecho su agosto riéndose de España. Basten tres botones de muestra: por el Playa de Bakio, secuestrado en aguas de Somalia, se pagó 1,2 millones de euros; por el Alakrana, 2,3 millones; y por los cooperantes catalanes capturados en Mauritania entre 5 y 10 millones. ¿Alguien puede creerse que la ministra Jiménez vaya a andarse con complicaciones, después del precedente sentado por Moratinos, y cuando está a cinco minutos de coger la puerta tras el 20-N? Se abona el impuesto revolucionario, los cooperantes vuelven a casa y en paz.
Es lógica la preocupación por la suerte de los dos cooperantes y todos nos alegraremos de que salgan con bien del dramático trance que están pasando, pero no al precio de ceder al chantaje de los terroristas con el dinero del contribuyente. Y lo que viene haciendo el Ejecutivo al aplicar la doctrina Alakrana no es otra cosa que financiar al terrorismo internacional y dejar al Estado de derecho a la altura del betún. Sobre todo porque los Servicios Secretos son utilizados para poner alfombra roja a quienes –visto el chollo que tienen con España– no dudarán en repetir la rentable caza del cooperante. ¿Para eso está el CNI? No estamos pidiendo que igualen el listón puesto por el Mossad, tan sólo que no se comporten como ridículos anacletos resolviendo secuestros por el cómodo procedimiento de pagar el oro y el moro al primer matón de turno.
El dramático episodio debería servir, además, de aviso para los cooperantes que tientan al diablo con sus irresponsables excursiones por zonas de riesgo como el África sahariana, sembrada de cédulas terroristas que han brotado como hongos al calor de Al Qaeda. Ya nada es seguro en esa olla a presión en que se ha convertido el área, infestada de focos islamistas, especialmente tras la Primavera Árabe. El propio Ministerio de Información saharaui ha reconocido que se temía un aumento de las acciones terroristas, tras la caída de Gadafi en Libia.
Aunque suene a terrible resulta inevitable desconfiar de Exteriores cuando dice que está realizando “todas las acciones necesarias” para conseguir la liberación de los españoles capturados. ¿“Acciones necesarias”? ¿Se referirá a los millones de euros que estarán preparando para aplacar a los terroristas? Nos tememos lo peor.
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/%E2%80%98alakrana%E2%80%99-tindouf-20111023
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