lunes 24 de octubre de 2011
El momento de gloria de ETA
Eduardo Arroyo (Elsemanaldigital.com)
C OMO si de una orquesta se tratara, parece que toca alegrarse de que "ETA ha dejado de matar". Resulta que una banda de asesinos que ha perdido toda capacidad escenifica su retirada.
Naturalmente, con la inestimable ayuda de un montón de cretinos internacionales cuyo desconocimiento de España, de su historia –no digamos ya de la historia de los vascos- y de sus problemas es proverbial.
De repente, todo el pasado de crímenes, de extorsiones, de amenazas y de miedo, se esfumarán al perseguirse los mismos objetivos desde la arena política institucional. A este respecto, lamento no concordar con los representantes del "Estado de derecho" y de todos aquellos que anuncian el triunfo del mismo. Se alegran por que no se han hecho "concesiones políticas" a la banda pero me temo que esto no es del todo cierto. Durante todo este tiempo, los chicos de ETA y su "brazo político" han sido los criminales favoritos del "Estado de derecho". Se me dirá que muchos han acabado en la cárcel, a lo que hay que replicar que no puede ser de otra manera para gente que pone explosivos en la vía pública, que asesina a los funcionarios del Estado y que practica la extorsión y el terror. En todos los regímenes políticos que existen y han existido –desde la URSS hasta los liberales EEUU, desde el régimen teocrático saudí hasta el Estado sionista de Israel- gente que, por unos u otros motivos, hubiera practicado acciones como las que ETA ha realizado, hubieran dado invariablemente con sus huesos en la cárcel. Así que decir que el "Estado de derecho" les persigue es decir poco.
Lo que ya es harina de otro costal es la inmensa cobertura de la que han gozado. Invariablemente, todos los gobiernos de izquierda o de "centro derecha" se han prestado a la "negociación". Los chicos de ETA han tenido no una sino varias agrupaciones políticas legalizadas. Han editado periódicos de amplia difusión en los que han hecho públicos sus comunicados. Por si fuera poco, ese mismo "Estado de derecho" –su teórico máximo enemigo- ha permitido su acceso al sistema educativo para que varias generaciones de niños crecieran creyendo a pie juntillas las estupideces que defiende y pregona el "nacionalismo vasco" y, más concretamente, la delirante "izquierda abertzale". Sabiendo que eran el "brazo político" de una organización con mil muertos a sus espaldas y con miles de exiliados en su haber, los muchachos de ETA han gozado de representación política con la tolerancia expresa de, por lo menos, el actual partido del gobierno en dos ocasiones, con motivo de elecciones tanto municipales como generales. En la primer ocasión, ese brazo político de una organización asesina, ha gozado, gracias al "Estado de derecho" que no hace concesiones políticas, de la gestión de millones de euros procedentes de los impuestos de todos y, en el segundo caso, algunos picapleitos "constitucionales" han dado la venia para que de nuevo, con otro nombre, gestionaran más y más dinero de los bolsillos de los trabajadores.
La consecuencia es que a golpe de terror impuesto, de estupidez institucional y de inoperancia de la clase política, tienen ahora la plataforma que siempre han necesitado. Han incubado ya varias generaciones que se creen las bobadas proferidas por toda una caterva de gentecilla sin un ápice de formación pero con mucho fanatismo y ahora es popular lo que antes era puro miedo.
Hace algún tiempo causaba pavor contemplar la expresión primaria de las caras que se veían en las ruedas de prensa de los batasunos, precisamente por entender que aquella chusmilla subnormal carecía de la preparación básica para nada constructivo. Hoy, de vez en cuando, se muestra entremezclado algún rostro más aceptable de sujetos normales en los que se ha asfixiado toda inteligencia. Unos y otros escenifican la evolución de la causa del terror hacia la normalización política, cultural y social… gracias al "Estado de derecho", pese a quién pese. La cosa es tan chusca que incluso me han llegado noticias de un conocido, que tilda de "identitario" el batiburrillo infumable de invenciones históricas, marxismo leninismo primario, sandeces varias y fanatismo sanguinario que constituye el "ideario" de la izquierda "abertzale". Entonces, ¿por qué ETA ha conseguido el fenomenal éxito político que hoy vemos, por ejemplo, en el Ayuntamiento de San Sebastián? ¿Cómo es posible que analfabetos funcionales que no dudarían en delinquir, ocupen cargos públicos en corporaciones locales? Pues porque, a corto plazo, no hace falta tener razón para triunfar. Con frecuencia, una mente activista, sin razón y sin un mínimo calado intelectual, un majadero, vamos, puede imponerse a una mente deliberante y racional.
Salvando las distancias, San Agustín sabía que la civilización romana era superior a la de los bárbaros, pero éstos eran más vitales, menos comprometidos con el lujo y la molicie y acabaron imponiéndose, no por sus méritos sino por el demérito y la debilidad de la Roma decadente. En nuestro días, hoy este papel lo ha desempeñado el "Estado de derecho": gracias a su inoperancia y, sobre todo, al desarme ideológico que ha propiciado, la causa de ETA va a incorporarse con normalidad al tejido institucional. Ha sido ese "Estado de derecho" quién ha relegado a una de las principales naciones de Occidente al estatus del "patriotismo constitucional", ha sido también él quien ha sustituido el pueblo español por el mero agregado de ciudadanos, intercambiables mediante la simple emisión de un pasaporte. Por último, ha sido el quién ha minado la conciencia nacional bien a base de ningunearla bien relegándola a las tinieblas de la llamada "extrema derecha".
La connivencia tácita con los "violentos" ha sido tal que ha bastado un solo comunicado, un par de líneas de "renuncia a la violencia" para que todo el pasado de sangre y miedo se esfumara en aras de "la paz". Solo los que han cometido actos universalmente repudiados permanecen en las cárceles –y ya veremos por cuanto tiempo- pero no los que dieron cobertura desde uno u otro lugar a sus crímenes.
Y sin embargo no es oro todo lo que reluce porque ETA, la "izquierda abertzale" y sus muchachos no dejan de ser hijos de los tiempos. En su ideario, nacido de las entrañas mismas del sistema ideológico-político que padecemos, no existe una sola solución para los problemas del hombre de hoy. Es más: tanta condescendencia con ellos, tanta "represión" de pandereta solo demuestra su sintonía con el poder ideológico de la época. Kofi Annan, el PSOE o Tony Blair jamás hubieran puesto su nombre para algo que sacara de verdad los pies del campo trazado por lo políticamente correcto. Por ejemplo, problemas como la inmigración masiva, el invierno demográfico, el nihilismo social, la relación entre globalización, materialismo y destrucción de identidades no figuran ni entre los pilares ideológicos y ni entre los fines de los "bildus", "sortus" o como ahora elijan llamarse.
No es de extrañar. ETA es un producto de la ideología dominante y está llamada, primero, a cumplir su objetivo al servicio de la disolución y el caos. Luego, a seguir el destino de todas las fuerzas nacidas de dicha ideología dominante. Por ese motivo antes o después acabará alineándose con todos los que hoy repudia, para combatir a los que verdaderamente quieren hacer frente a los problemas del hombre de hoy, esos problemas de los que nadie habla o esos de los que si se habla es para que todo siga igual. Cómo se alineé será secundario pero, dado el cariz primario de sus miembros, es posible que elijan convertirse en la matonería del sistema, como hoy ya son los colectivos "antisistema", muchos de cuyos miembros nutren las filas de la denominada "izquierda abertzale".
Por todo ello, nos tememos que, en justicia, no solo se le han hecho concesiones políticas a ETA sino también sociales, culturales e ideológicas. Todo esto está en la base del momento de gloria de la organización terrorista y por ello nos tememos que también traerá una falsa paz.
http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp
lunes, octubre 24, 2011
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