jueves, julio 13, 2006

Apuntaciones en torno a la identidad

viernes 14 de julio de 2006
Apuntaciones en torno a la identidad
Antonio Castro Villacañas
L OS "progres" son unos seres que reivindican con ardor el derecho de cada individuo a buscar, poseer y gozar su propia identidad. Aún más: piden que se reconozca su derecho a disfrutar de una identidad provisional, la que corresponda a cada etapa de su vida, porque los humanos evolucionan y cambian de convicciones, de costumbres, de creencias, de simpatías, de fobias, etc. Es decir, si bien se mira, los "progres" son unos seres que carecen de una verdadera identidad, o cuya identidad consiste en irse transformando a lo largo de su vida, de manera que hoy son diferentes a como fueron ayer, y seguramente mañana serán como hoy, como ayer, o como más les apetezca o convenga... Los conservadores -también conocidos como gentes de derechas, fachas o retrógados- son aquellos que creen en la existencia de una fundamental identidad personal fija, basada en la pertenencia a una religión, una lengua, una nación, una raza... Las circunstancias que condicionan las peripecias de cada vida pueden modificar algunos aspectos exteriores de su propia personalidad, pero esta en lo fundamental no cambia. El "yo soy yo" aunque esté metido dentro de muchos semejantes, parece ser una verdad tan evidente que los "progres" no se atreven a negarla, pero la atacan diciendo que sólo existe la identidad personal de cada individuo. Para ellos, carece de identidad cualquier clase de persona colectiva: no existen ni alemanes ni madridistas, ni musulmanes ni católicos, ni taurinos ni futbolistas... Existieron -dicen-, y de un modo relativo, en los albores de la humanidad, dentro de un mundo lleno de misterio y peligro para el individuo, cuando el ser humano era tan solo una parte de su tribu. Gracias a ella sobreviviría, pero en cuanto comienza el progreso humano y el hombre se desanimaliza, el individuo se va desgajando de la tribu, se diferencia cada vez más de sus semejantes y afirma su singularidad en múltiples ámbitos, de modo que las identidades colectivas dejan de ser realidades y se vuelven ficciones. O, en todo caso, pasan a constituir una generalización tan vasta, una abstracción tan alejada de lo que significa formar parte de una comunidad humana, que acaban por excluir y cercenar -siempre- mucho más de lo que expresan y contienen. Hasta aquí la opinión de los "progres" conspicuos y magistrales, según recojo casi textualmente de uno de ellos. No discuto sus tesis. Me limito a decir que si fuera verdad lo que los "progres" afirman, tendrían que explicarnos la razón de que todos ellos se apresuren a formar parte de cierto tipo de tribus políticas y de unos concretos círculos sociales, que por lo general les proporcionan una muy determinada clase de vida, en verdad no muy sacrificada. Y también, una vez puesto a pedir, me gustaría mucho que esos mismos "progres" explicaran el porqué -si no existen ni hacen falta las identidades colectivas- a lo largo del reciente campeonato mundial de fútbol hemos visto lo que hemos visto en los estadios y en las calles alemanas y en muy concretas, civilizadas y progresistas colectividades europeas.

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