24-VII-2006
El Tribunal Constitucional bajo la amenaza etarra
EDITORIAL
Si el Tribunal vetara un estatuto que, siendo claramente inconstitucional como el catalán, no alcanza a las expectativas de ETA para el País Vasco, ¿hay alguna duda de que los terroristas cumplirían su silenciada palabra de volver a la "lucha armada"?
Tal y como ha afirmado Mariano Rajoy este sábado, el PP presentará su anunciado recurso contra el estatuto soberanista catalán ante el Tribunal Constitucional esta misma semana. No vamos a recordar ahora las fundadas razones jurídicas que respaldan este recurso contra un estatuto que supone una verdadera voladura encubierta del espíritu y la letra de esa Carta Magna que nos dimos los españoles hace 25 años. Lo que sí queremos es subrayar la histórica decisión que habrán de tomar los magistrados, quienes no sólo han de resistir las presiones y la desfachatez de un gobierno empeñado en convencernos de que el estatuto "está limpio como una patena", sino también las de los terroristas que ya han advertido públicamente que el imperio de la ley no puede estar por encima de sus aspiraciones políticas.
Ciertamente, aunque el Gobierno del 14-M también disfrace de "proceso de paz" el chantajista "alto el fuego" de ETA, la organización terrorista ha sido muy clara al advertir, en su último comunicado, que "ninguna legislación, ordenamiento jurídico ni Constitución sea obstáculo en el desarrollo de la decisión que mayoritariamente adopte el Pueblo Vasco".
Así las cosas, por muchas que sean las esperanzas de ETA en su pacto-tregua con el Gobierno del 14-M, y por mucho que la banda terrorista espere que Zapatero pase de "las palabras a los hechos", si la organización terrorista observara que los magistrados del Constitucional vetan un estatuto que, siendo claramente inconstitucional como el catalán, no alcanza a sus insaciables expectativas para el País Vasco, ¿hay alguna duda de que los terroristas cumplirían su silenciada palabra de volver a "la lucha armada"?
Ciertamente, si Zapatero pretende que su pacto-tregua con ETA no se rompa antes de tiempo, las presiones de su gobierno para que los magistrados se limiten a ser, ante el estatuto catalán, meras correas de transmisión, van a tener que ser más fuertes incluso que el empeño de Peces-Barba en desacreditarse como jurista, o que el empeño de Patxi López en traicionar la memoria y la dignidad de sus compañeros asesinados.
Si Peces Barba ha vuelto a dejar en evidencia este domingo la consideración que tiene hacia el derecho y hacia las víctimas, con su infame visto bueno a que "el Gobierno afronte la negociación en las condiciones que sea", Patxi López ha vuelto a arremeter contra el PP, silenciando el ataque a la sede de este partido en Guecho, así como las cartas de extorsión recibidas por los empresarios vascos.
En cualquier caso, por muy mermada que esté la independencia judicial, y aun a riesgo de aparentar candidez, no debemos perder la esperanza ni quitar trascendencia a lo que decidan unos magistrados frente a las presiones de quienes están dispuestos a volver a matar, y no, precisamente, de la forma metafórica como la que hicieron algunos con Montesquieu.
Gentileza de LD
domingo, julio 23, 2006
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