miércoles, julio 12, 2006

El Libano, en la encrucijada

13-VII-2006
El Líbano, en la encrucijada
EDITORIAL

En juego está la mera supervivencia nacional: el Líbano o Siria/Irán/Hezbolá. No hay alternativa. A estas alturas (y con el recuerdo del asesinado Hariri aún bien vivo en la memoria colectiva), los libaneses deberían tenerlo claro

Hezbolá, ese partido de Dios (eso significa su nombre) que sirve a dos diablos bien distintos: la dictadura nacionalsocialista siria y la mulocracia iraní, ha vuelto a atacar a Israel desde ese país minuciosamente destrozado por los enemigos de la libertad: el Líbano.

El Líbano. Lo llamaban en tiempos "la Suiza del Mediterráneo". Luego, por obra y gracia del baazismo criminal, los asesinos de la OLP y demás ralea, degeneró hasta tal punto que el nombre de su capital, Beirut, se empleaba en los idiomas occidentales para componer metáforas alusivas a una gran devastación. Ha sido durante decenios una colonia de la Siria de los Asad, que sólo a regañadientes, y debido a la presión tanto de la calle libanesa como de la comunidad internacional, se retiró en 2005. ¿Se retiró?

Los libaneses deben volver a salir a la calle y defender su país de quienes quieren nuevamente derruirlo o someterlo. La Revolución de los Cedros no ha terminado, ni mucho menos. En juego está la mera supervivencia nacional: el Líbano o Siria/Irán/Hezbolá. No hay alternativa. A estas alturas (y con el recuerdo del asesinado Hariri aún bien vivo en la memoria colectiva) deberían tenerlo claro.
En cuanto a Israel, ¿qué debe hacer? ¿Negociar? "¿Cómo negociar –se pregunta nuestro columnista Marcelo Birmajer– cuando no hay tierras que ofrecer a cambio de paz?". "¿Cómo negociar –prosigue– con un grupo terrorista cuyo único objetivo es matar judíos?". Israel, pues, tampoco tiene opción: sólo le queda mantenerse firme. Como ya dejamos escrito en estas mismas páginas a últimos de junio, no hay nada que negociar con terroristas. "Que les quede claro. A ellos, a sus cómplices y a los pescadores en aguas turbulentas", escribimos como colofón. Entonces, ahora y siempre. Cuantas veces sea.

Gentilaza de LD

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