miércoles, julio 14, 2010

Jose Maria Carrascal, Futbol y politica

Fútbol y política

Si Zapatero se pone la camiseta roja y comienza a acusar al PP de jugar como Holanda, provocando a Rajoy, seguimos donde estábamos

JOSÉ MARÍA carrascal

Día 14/07/2010

¿ES la explosión de alegría que barre España un hecho aislado o el punto de inflexión de un país que iba de mal en peor? Esa es la gran pregunta. Porque si se trata sólo del jubiloso festejar del triunfo de nuestra selección en el Mundial de fútbol, poco habríamos adelantado. Fíjense que hablo del «triunfo de nuestra selección», no del nuestro. Nosotros seguimos con el paro, el déficit, el cinismo, las mentiras, la falta de competitividad, solidaridad y responsabilidad de siempre. De ahí que lo peor que se haya oído en las últimas horas fue lo que dijo, Trinidad Jiménez: «Esto nos pone en la senda del progreso». Cuando debería de haber dicho: «Esto nos muestra lo mal que lo estábamos haciendo». Porque los jugadores de nuestra selección nos han mostrado cómo se hacen las cosas, cuando quieren hacerse bien: con trabajo, dedicación, humildad, constancia. Algo que ha sido desterrado de vida española desde que empezó a regirla el «pelotazo», que nada tiene que ver con el fútbol, sino con hacerse rico sin esfuerzo. Lo grande del triunfo de la «roja», o «azul», fue precisamente haberlo lograrlo teniéndolo todo en contra: un rival que no jugaba al fútbol, sino a destruir físicamente a los rivales y un árbitro que protegía descaradamente sus fechorías. Es así como se gana, como se progresa, superando los obstáculos que se encuentran al paso, no esperando a que el piso que compro hoy valga el doble el año que viene o a que el partido me coloque al hijo tonto y vago, pues el listo ya se las arreglará por su cuenta en el país de pícaros que hemos hecho.
Ya sé que no son éstas reflexiones de días de gloria, pero pertinentes si no queremos que la gloria dure sólo días u horas. Hemos visto recobrarse como por milagro el orgullo de ser español, de la bandera, del patriotismo. Pero convendría recordar lo que dijo Ortega hace un siglo: hay el patriotismo pasivo, que se contenta con decir que nuestro país es el mejor del mundo, con el cielo más azul, las mujeres más guapas y los hombres más valientes. Y hay el patriotismo activo: el que, insatisfecho con su país, quiere mejorarlo a base de trabajo, esfuerzo, responsabilidad y constancia. Ese es el patriotismo desplegado por los integrantes de nuestra selección. ¿Vamos a imitarles o a adormecernos en su triunfo?
La respuesta la tendremos hoy mismo, en el debate sobre el Estado de la Nación. Si Zapatero se pone la camiseta roja y comienza a acusar al PP de jugar como Holanda, provocando a un Rajoy que siempre entra al trapo, seguimos donde estábamos. Si reconocen sus errores y prometen enmendarlos, la esperanza aún nos está permitida.

http://www.abc.es/20100714/opinion-colaboraciones/carrascal-futbol-politica-20100714.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siempre, formidables los comentarios de Don José María. El patriotismo activo es el que nos falta a los españoles, y el que deben respetar y apoyar los no españoles que viven en nuestro pais.