Respeto jibarizado
Es una patología nacional la creencia de que se evitan problemas con la mera decisión de no quererlos
HERMANN tertsch
Día 08/07/2010
JORGE Lorenzo es un extraordinario piloto de motociclismo que últimamente lo gana todo en el Mundial de motos GP. Lleva muchas semanas seguidas emocionándonos con el «caballito» que levanta su rueda delantera en señal de triunfo cuando se acerca a la meta en la última vuelta. Nos emociona a muchos con sus victorias y en Jerez hace unas semanas celebró su victoria con una vuelta al circuito con la bandera nacional en la mano. Cierto. No debemos olvidarlo ahora que ha saltado una polémica en internet por la negativa de Lorenzo a ponerse la camiseta de la selección española después de su victoria en el circuito barcelonés de Montmeló. El cantante Alejandro Sanz fue uno de los que reprochó a Lorenzo esta negativa suya a identificarse en Cataluña con los mismos colores con los que se identifica abiertamente en Jerez. Y añadía Sanz algo absolutamente cierto en el foro social de Twitter: «Lo peor es que cree (Lorenzo) que va a quedar bien con los catalanes y no va a ser así... Yo respeto a tod@s l@s catalanes, l@s que se sienten españoles y l@s que no... Pero la cobardía. Eso es una cuestión de actitud». Más allá de la grotesca arroba para adaptar nuestro alfabeto a la tiranía de lo políticamente correcto, Sanz da en el clavo. Es cobardía. Ni más ni menos. Porque las palabras de Lorenzo cuando rechazó la camiseta roja no dejaba lugar a dudas. «En Cataluña es complicado salir con la camiseta de la selección española. No quiero problemas».
No quiere problemas el campeón. Es explicable que un jovencísimo Lorenzo, en su mejor momento deportivo, perfectamente apolítico como la mayoría de los españoles de su edad, no quiera problemas con nadie, sino ser querido por todos. Probablemente cuanto tenga los años de Alejandro Sanz —que aproximadamente le dobla la edad—, cuando se dé cuenta de que eso no es posible. Porque sus intentos de quedar bien con una supuesta hinchada antiespañola entre los espectadores de Montmeló han sido asumidos como afrenta por muchos españoles. Y peor, probablemente, que su actitud en aquel momento después del triunfo sea su explicación a Alejandro Sanz por medio del Twitter. Muchos lamentamos las palabras de Lorenzo, no ya porque merme —es un hecho— el respeto que le tenemos al campeón, sino más por la certeza que albergamos de que su actitud está más o menos generalizada entre la gente de su edad. Y por desgracia ya entre la mayoría de los españoles, como los últimos años han demostrado. Es una patología nacional la creencia de que se evitan problemas con la mera decisión de no quererlos. Es la cara opuesta a la gallardía y nobleza. El miedo a gente peor es la jibarización del pensamiento libre y el alma, pérdida del respeto a uno mismo y renuncia al respeto ajeno.
http://www.abc.es/20100708/opinion-colaboraciones/tertsch-respeto-jibarizado-20100708.html
jueves, julio 08, 2010
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