jueves 8 de julio de 2010
Madrid capital del mundo gay
Félix Arbolí
D ESDE el domingo tengo rondándome en la cabeza varias ideas sobre hechos y circunstancias ocurridos en estos últimos días y no se por cual empezar y qué retener de momento para no hacer excesivamente larga la narración. Desde el pasado sábado hemos asistido entre asombrados, sorprendidos y desconcertados a los faustos convocados y celebrados con ocasión del “día del orgullo gay”, palabra que ya figura en nuestro diccionario sustituyendo a la usada en otras épocas que resultaba más ofensiva, aun siendo el mismo su significado. Aunque muchos la emplean para designar la homosexualidad en ambos sexos, la realidad es que se refiere al masculino, ya que para la mujer se utiliza otra derivada de sus inclinaciones lésbicas. A mi me da exactamente igual como denominen a unos y otros, pues en estos asuntos me mantengo al margen. La fiesta gay es ya un acontecimiento que sobrepasa nuestras fronteras y alcanza dimensiones que si tuviera que describirlas Florentino Pérez, las llamaría “galácticas”. Aunque los galácticos de Florentino y que me perdonen los madridistas, dan más juego en publicidad, modas y cotilleos que en los estadios de fútbol. Como el caso de Ronaldo, el galáctico por excelencia, versión F.P., al que hemos visto en los actuales mundiales correr tras un balón que nunca alcanzaba y cuando al fin lo tocaba, llegaba cualquier contrario, con menos nombradía y coste económico y se lo quitaba rápido ante su gesto de despiste e impotencia. Creo que el presidente madridista parece poner mayor empeño para sus fichajes astronómicos en las ventas de camisetas, anuncios y fotos, que en el rendimiento deportivo. Y así le va al equipo que más prestigio ha dado a España, cuando se ha lanzado a la búsqueda de los oropeles foráneos, descuidando a sus canteranos. He de reconocer que los verdaderos “ases” madridistas en los mundiales han sido Casillas y Sergio Ramos, cuyos fichajes serán simples bagatelas comparados con el del “ídolo portugués” que nadie advirtió en sus partidos. .
Pero regresando a nuestro tema, he de aclarar que Madrid se ha convertido en la capital del mundo homosexual. Hubo un tiempo, ya ampliamente superado, en el que llamar a uno afeminado, por no decir la más sonora de maricón, era una ofensa que nadie en su sano juicio y normalidad consentía. Yo recuerdo que de pequeño era corriente en nuestros juegos, que alguien dijera de pronto “!Maricón el último!” y todos corríamos usando la máxima potencia de nuestros pulmones, para no ser el agraciado con ese “pomposo trofeo”. Cosas de chavales que reflejaban la manera de pensar y las costumbres de aquella época, no se si mejor o peor, pues eso depende del que la juzgue. A este respecto, recuerdo que entonces y en algunos sitios, al decir que era de Cádiz, advertía sonrisitas y miradas sospechosas e irónicas y a veces, los más “graciosos”. las acompañaban con el gesto inequívoco de colocar su dedo índice sobre el borde de la barbilla para dar mayor contundencia a su burla. Hasta me ocurrió una anécdota, recién llegado a Madrid. Yo acostumbraba a desayunar en una cafetería de la calle de San Bernardo, frente por frente a la Facultad de Derecho donde entonces estudiaba y allí coincidía con un empleado de una cercana compañía de seguros. Nuestras frecuentes coincidencias hicieron surgir la amistad, que nunca pasó del tiempo de nuestros desayunos, aunque a veces nos pasábamos conversando más tiempo del habitual. Nada extraño en una época donde las prisas y el estrés no formaban parte de nuestra cotidianidad. .
Un día, cuando llegué lo encontré junto a una chavala de esas que se dicen “toma pan y moja”, de lo rica que estaba la puñetera. Nos presentó nada más acercarme a la pareja. Todo bien y correcto, hasta que él “cabroncete” queriendo tener un golpe de gracia y ocurrencia ante su dama, le dijo. ¡ Mira, Félix es de Cádiz!” y todo sonriente hizo el gesto ya mencionado y característico que entonces describía a los que soltaban aceite.Que tampoco sé porque le llaman de esta forma, ni me interesa averiguarlo. Ella se quedó sorprendida ante la inesperada y ofensiva salida de su novio, y yo sólo acerté a responderle. “Es fácil averiguar si soy o no soy maricón, tú me dejas esta noche a tu novia y mañana le preguntas que ha pasado”. Sé que no era un caramelo lo que le ofrecía, pero me cabreó tanto su “bromita”, que no hallé nada mejor para chafársela y dejarlo en ridícula e incómoda posición. Hecho un basilisco, quiso enzarzarse en una disputa, que su misma novia contuvo, mientras le aclaraba “ Félix no tiene culpa alguna. Eres tú el que le has provocado y te ha contestado justo como merecías. Así aprenderás a no hablar sin pensar antes lo que vas a decir “. Sin decir palabra, la cogió de un brazo y se marchó sin despedirse. A partir de ese día no volvimos a encontrarnos, no sé si por cambiar él de cafetería o de hora de desayuno. Entonces ser maricón, gay, homosexual o como quieran llamarle, para mi es un ser humano como otro cualquiera aunque no comparta sus inclinaciones sexuales, no era motivo de orgullo, sino de sentimientos que debían ocultarse, no se si en un armario, un arcón o una cómoda. Y en esto puedo afirmar que no había. ni creo que haya intencionalidad política o ideológica alguna, porque los hubo y los hay en la izquierda, la derecha y en el centro. Y muchos de ellos figuras muy conocidas en las artes, las letras y el politiqueo.
La razón de esa fama a los de Cádiz, estaba motivada porque al ser el puerto comercial de donde partían y donde arribaban los buques procedentes de América, todas las prostitutas, homosexuales y demás personas que practicaban sexo, por dinero o inclinación, se trasladaban a esta ciudad desde todos los puntos de España, buscando saciar el hambre sexual que deberían traer esos pasajeros después de tres meses largos de travesía atlántica. Hoy esta honra ha pasado a Madrid, capital mundial de la homosexualidad, bendecida, patrocinada y hasta celebrada con la orgullosa presencia de ministras del gobierno, artitas y cantantes, no todos ellos de su misma condición, aunque si con la suficiente empatía para lucir en sus carrozas y figurar en sus eventos. Hasta el San Francisco norteamericano, la otrora capital mundial de este movimiento siempre en alza, que tanto reivindica nuestra izquierda política y la “crema de la intelectualidad y el arte”, ha cedido su “gloria” a nuestra capital, que la ha recibido con los brazos abiertos y a calzón quitado. Creo que ya no deben quedar muchos armarios cerrados y por lo visto y dadas las facilidades que reciben, todos se están viniendo a la ciudad del Oso y del Madroño, atraídos por las subvenciones y patrocinios que reciben del gobierno a través de su ministra Aido, su musa más preciada. No olviden que su generosidad hacia este colectivo le ha llevado a subvencionar a homosexuales africanos, como los de Zimbawe, que la deben tener puesta en un laico y florido altar. . …
No me produce reacción alguna, ni favorable, ni desfavorable, lo digo con toda sinceridad, que dos personas del mismo sexo se amen y hasta se sientan almas gemelas. El amor no tiene barreras y es tan libre como el viento, sople de donde sople. De hecho tengo algunos amigos y amigas homosexuales con los que me llevo muy bien y nos respetamos mutuamente. Mis dos mejores clientes cuando tenía la librería era una pareja de chicas jóvenes, con la que hicimos una gran amistad y nos besamos y abrazamos encantadísimos cada vez que nos encontramos por el barrio. También tengo a unos vecinos maravillosos, ambos varones, que forman pareja sentimental . Son serviciales, educadísimos, correctos y muy amables en cuantas ocasiones les hemos precisado por cuestiones de vecindad. La única pega es que algunas noches uno de ellos se dedica al “karaoke” y no digo canta, sino que arma un escándalo fenomenal en horas propicias al descanso. Una llamada al móvil y la calma regresa. Pienso que cada cual puede hacer de su capa un sayo y de su cuerpo el protagonista de una pasión irrefrenable sin distinciones ni tabúes, siempre que la realicen en la intimidad, sin dar tres cuartos al pregonero. Me parece, no obstante, absurdo y no muy correcto, por no radicalizar mi criterio, que en plena calle, ante todo el mundo, sin vergüenza ni pudor alguno, semidesnudos y provocadores desde carrozas y plataformas bien visibles nos hagan esos números obscenos y bochornosos como si todo Madrid fuera de su misma condición. Sin el menor respeto al sentimiento y pudor del ciudadano no proclive a esas lascivas provocaciones. Algo que no está bien visto ni siquiera en parejas heterosexuales, aunque éstas disimulen generalmente sus ardores pasionales y la exhibición de su anatomía. .Es verdaderamente repugnante y no hay nada de homofobia en ello, ver a dos “tiarrones” casi desnudos, abrazándose, sobándose y comiéndose la boca encima de una carroza e idéntica reacción si son dos “ninfas” que enseñan más de lo que su “amada pareja” le debería aconsejar, en idénticas actitudes. Una cosa es tolerar la libertad de sentimientos, a los que nadie debe oponerse y otra que los “reyes del Arco iris”, nos refrieguen de manera tan ostentosa y desinhibida ese orgullo de ser gay, a plena luz del día y ante todo el mundo. Esto es salirse de madre un poco y rizar los rizos más aún de cómo los luce David Bisbal. Ni tan calvos, ni con tres pelucas, señores-as gays.
Lo más curioso es que se agotaron las reservas hoteleras, el METRO de Madrid suspendió su guerra particular contra la señora Aguirre y desconvocó la huelga ese fin de semana para que nuestros muchachos y muchachas pudieran trasladarse a Chueca y morrearse a la luz de la luna, los taxistas hicieron su agosto, septiembre y octubre durante esa noche y el servicio de recogida de basuras trabajó a marchas forzadas y sudando la gota gorda recogiendo los cascos, botellas y desperdicios de esa reunión de almas acarameladas, que no tuvieron en cuenta que con sus basuras estaban “jodiendo”, (perdón), a algunos compañeros que también pertenecen a su cada día más numerosa cofradía. La mano de Zerolo, el puntal del PSOE, se advierte y de qué manera en la organización de estos eventos que buenos cuartos nos han debido costar a los ciudadanos de Madrid, aunque no participáramos en los festejos.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5758
jueves, julio 08, 2010
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