viernes 6 de marzo de 2009
Nuevas apuntaciones sobre los resultados del 1 de marzo
Antonio Castro Villacañas
M E equivoqué respecto de cuáles iban a ser los resultados de las elecciones vascas y gallegas. No del todo, ciertamente, pero sí en algunos aspectos fundamentales. Por ejemplo, en lo que se refiere al número de votantes: yo auguraba un incremento de la abstención, sobre todo en Galicia, y ha sucedido todo lo contrario. No sabía yo que los gallegos han incrementado su participación en las elecciones autonómicas a medida que se han ido celebrando, de modo y manera que si en 2009 han votado más que en 2005 la razón no debemos buscarla solo en lo que haya sucedido por allí a causa del gobierno socialista-nacionalista, sino también en la creciente madurez democrática de aquel pueblo.
Por lo demás, y salvo opiniones en contrario, mis vaticinios han resultado bastante certeros. En Galicia, como ya sucedió hace cuatro años, el PP ha obtenido los mejores resultados. La diferencia a su favor no proviene tanto del número de gallegos que han votado a Núñez Feijoo -3.200 más de los que votaron a Fraga- sino de los 73.000 que esta vez no han votado a Pérez Touriño y de los 45.000 que han abandonado a Quintana. (Merece la pena recordar, ya que estamos hablando de este urraco galaizante, que su vocación política le viene de familia, pues tanto su padre como su abuelo fueron alcaldes de Allariz antes que él, si bien ellos en condición de franquistas diz que liberal-republicanos... Sin duda por eso pudo estudiar en los jesuitas de Vigo, donde aprendió el himno gallego que yo escuché por primera vez junto a Franco en La Coruña el año que el Caudillo presidió las regatas de traineras que vascos, cántabros, asturianos y gallegos celebraban cada año alternativamente en su región al mediar el mes de agosto. Por esa misma razón, el ser hijo de familia acomodada, pudo nuestro Quintano recorrer Galicia para participar en mítines sindicalistas agrarios durante el año 1977, fecha como se sabe muy favorable para estos eventos, pilotando un 600 como lo hacía -todo el mundo es consciente de ello- cualquier otro muchacho de 18 años...).
El PP está celebrando su triunfo en Galicia como si hubiera obtenido un resultado espectacular, cuando en realidad ha logrado una victoria discreta, válida y efectiva, que ojalá repitiera en las demás regiones de España. UPyD, el partido de Rosa Díez, ha conseguido 23.500 votos, el 1,45 por 100 del censo, lo que no está mal si tenemos en cuenta que era la primera vez que se presentaba en Galicia y que carecía de relevantes voces y figuras.
Muy distintas han sido las cosas en el País Vasco. Para empezar, debemos tener en cuenta que aquí sí ha disminuido la participación, y en cambio han aumentado la abstención, el voto en blanco y el voto nulo. En 2005 votó el 68 % del censo y en 2009 lo ha hecho el 65,8 nada más. Eso quiere decir que el pasado domingo no acudieron a las urnas el 34,1 % de los vascos censados, un 2 % más de los que no lo hicieron en 2005. De los que votaron en aquella ocasión, sólo un 0,74 % lo hicieron en blanco; casi la mitad de los que lo han hecho el último día 1. La proporción es mucho más significativa en lo que respecta al número de votos nulos: sólo el 0,33 % en 2005; en el 2009, el 8,84 %. Parece lógico pensar que algo tendrá que ver en todo esto el que ahora no se haya permitido participar en las urnas a las candidaturas directamente relacionadas con la ETA.
Analicemos ahora el resultado que ofrece esta disminuida participación. Lo primero que merece la pena resaltar es el contraste entre la alegría con que proclama el PSOE lo que él considera su triunfo y la fría realidad de los escrutinios. Según estos el partido más votado en Vasconia ha sido el PNV, pues ha obtenido 80.000 papeletas más que el PSOE y 251.000 más que el PP. Sus 396.557 votos del pasado día 1 representan 71.560 menos de los logrados el año 2005 pero mantienen el mismo porcentaje del censo (38,56 hoy; 38,68 ayer) lo que por las curiosas repercusiones de la abstención total le otorga sin embargo un diputado más (ayer 29, hoy 30) en las Cortes Vascas. Claro es que esta victoria matemática no puede borrar ni disminuir el triunfo moral y político del PSV-PSOE, pues sus actuales 315.893 electores significan frente a los 274.546 del 2005 un incremento de 41.347 partidarios, que se traduce en pasar del 22,68 por 100 del censo al
30,71 y en subir de 18 a 24 el número de sus diputados. El PP se ha mantenido en el tercer puesto de la clasificación electoral vasca, pero -a pesar de cuanto digan sus dirigentes y los periódicos y las emisoras afines- los números cantan que ha sufrido un fuerte varapalo, puesto que en 2005 consiguió 15 diputados y ahora 13, entonces obtuvo 210.614 votos y hoy solo 144.944 (65.670 menos) y si hace cuatro años representaba el 17,4 por 100 de los votantes ahora solo lo hace respecto del 14,09. Estas frías cifras denuncian que el PP vasco necesita un profundo examen de conciencia y la subsiguiente reorientación.
Los demás partidos que han obtenido representación parlamentaria son, por número de votantes, Aralar (62.214), EA (37.820), EB-B (36.134), y UPyD (22.002). Los comunistas del PCTV-EHAK, que hace cuatro años tuvieron poco más de 150.000 votos, que les proporcionaron 9 diputados, esta vez no han obtenido ninguno. Quienes legítimamente pueden sentirse satisfechos de su campaña electoral son los dirigentes del partido separatista Aralar, pues han más que doblado el número de sus votantes (28.180 en 1005) y logrado cuatriplicar el de sus diputados (1 ayer, hoy 4). Algo por el estilo les sucede a Rosa Díez y sus partidarios, que partían de cero y han conseguido el 2,14 por 100 de los votos y un diputado. El otro partido perdedor, en muy distinta línea que Aralar, ha sido el EB-B, que de 65.023 votantes ha bajado a 36.134 y ha reducido a 1 los 3 diputados que hasta ahora tenía.
Las cifras expuestas denuncian que ninguno de los siete partidos vascos con representación parlamentaria puede gobernar Vasconia por sus propias fuerzas o méritos. El PNV, que tiene 30 diputados, necesita 8 más para conseguir los 38 que como mínimo exige la mayoría, pero como entre todos los demás partidos nacionalistas-separatistas solo tienen 7, por fuerza se quedará a las puertas del Palacio de Gobierno vasco si no logra otro tipo de pactos. Algo parecido le sucede al PSV-PSOE, aunque sea más fácil sumar a sus 24 diputados los 13 del PP y el único de UPyD si se olvidan viejas rencillas y resquemores o cuando menos se subordinan los recuerdos del pasado a las posibilidades de un futuro inmediato.
A mediados del próximo mes de abril se constituirá el nuevo parlamento vasco. Para entonces los diferentes partidos habrán negociado entre sí el nombre del nuevo "lindacara" y lo que este deberá pagar durante cuatro años para ser el "mandamás" de Vasconia. ¿Se conformará Pachi López con ser el segundo hombre del gobierno vasco a condición de que Ibarreche no sea el primero? ¿Llegarán a un entendimiento los derechistas del PNV con los del PP sobre la base de renunciar aquéllos durante cuarenta y ocho meses a sus pretensiones nacionalseparatistas? ¿Podrán entenderse la izquierda de Pachi, la derecha de Basagoiti y el no-se-sabe-bien-lo-que-es de Rosa Díez en beneficio de los socialistas con tal de pararle los pies a Ibarreche y el imperialismo económico y "cultural" eusquera? En cualquiera de estos tres supuestos, ¿el pacto alcanzado se asentará concediendo el más poderoso sustanciales o significativas parcelas de poder a los menos fuertes, o estos condicionarán continuar su inicial apoyo a que se hagan efectivas determinadas políticas en puntos concretos de la interior convivencia vasca y de la más extensa convivencia vasco-española? No se puede contestar hoy por hoy a estas preguntas. El tiempo nos dirá si los resultados del 1 de marzo son realmente válidos o si por el contrario deberán ser rectificados en una nueva convocatoria electoral.
Una última consideración. Frente a quienes creen que las elecciones vascas y gallegas han revalidado desde una perspectiva nacional a Rajoy y al PP mientras disminuían la valía y el crédito del PSOE y de Rodríguez, yo me arriesgo a decir que debemos examinar con lupa las actuaciones de unos y otros en los días que nos separan de las próximas elecciones europeas. España, si juzgamos los resultados ahora conocidos, se encuentra dividida y enfrentada en dos mitades tan iguales en número de partidarios como ideológicamente separadas... No se trata tanto del clásico enfrentamiento de izquierdistas y derechistas como de una radical diferencia entre lo que entendemos y debemos entender por elementos tan fundamentales para la convivencia humana como son "persona", "pueblo", "trabajo" o "España"...
Pero estas son cosas que merecen ser tratadas sin prisas y sin pausas.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5094
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