viernes, marzo 27, 2009

Jose Melendez, Kosovo, un ejemplo de mala gestión gubernamental

viernes 27 de marzo de 2009
Kosovo, un ejemplo de mala gestión gubernamental

José Meléndez

L A decisión de retirar de Kosovo el contingente de tropas españolas que, integrado en la KFOR, la fuerza con que la OTAN vela por la paz y la seguridad en ese país de nuevo cuño, es coherente con la línea política del gobierno español, que no reconoce como Estado a la antigua provincia serbia a raíz de la independencia unilateral que declararon
los kosovares. El gobierno tenía sus razones para ello, porque no podía admitir que en Europa nazca una nueva nación de forma unilateral mediante un referéndum que en España se considera ilegal como muy bien saben los nacionalistas vascos.

Esta postura diplomática chirriaba con el hecho de mantener un contingente de 621 militares –las fuerzas de la OTAN llevan en Kosovo mas de diez años y realizan allí una importante labor- para defender lo que se considera ilegítimo. A esto hay que añadir que las condiciones en ese país no son ya las mismas en cuestión de seguridad que hace una década y por eso Gran Bretaña y algún que otro país han anunciado ya una retirada gradual de sus efectivos, pero sin plazos por ahora y mediante negociación con sus aliados. Por tanto, la decisión española está básicamente justificada. Pero en la diplomacia global las formas tienen tanta importancia como el fondo y es en ese capítulo donde ha fallado una vez mas el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

El abrupto anuncio de la retirada de las tropas españolas, hecho por sorpresa por la ministra de Defensa Carme Chacón en una visita a la Base España en territorio kosovar, solo 24 horas después de comunicarlo a la OTAN, ha causado una honda conmoción tanto en la Alianza Atlántica como en las cancillerías europeas y en Estados Unidos, El secretario general de la Alianza, Japp de Hoop Scheffer recordó la máxima que rige en la organización que dirige: “Todos dentro y todos fuera” y el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, tuvo que dar explicaciones apresuradas al Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, James L. Jones para tratar de paliar el enfado de la administración de Obama.

Desde el pasado sábado hasta ahora, hemos asistido atónitos a una serie de desautorizaciones, desmentidos y afirmaciones de que ha sido una decisión del gobierno de España. Primero se pretendió que había sido una decisión de la ministra que no había comunicado al ministerio de Asuntos Exteriores. En ese ministerio dijeron al principio no saber nada, para después asegurar el ministro Moratinos que sí había sido informado; Carme Chacón reiteró que la decisión se había tomado con el conocimiento de todo el gobierno y ahora se sabe que el asunto no fue tratado en el Consejo de ministros; el presidente Zapatero sigue sin decir nada y los votos de CiU y ERC le han salvado de dar explicaciones en el Parlamento y el líder de la oposición, Y cuando el martes pasado fue interpelado al respecto en el Senado, se salió una vez por la tangente y olvió a sacar a relucir el manido tema de la guerra de Irak, qie ya huele a podrido, pero sin dar ninguna explicación sobre Kosovo. Mariano Rajoy ha resumido el polémico tema diciendo que, una vez mas, el gobierno de España hace el ridículo ante el mundo. Cuando la ministra de Defensa anunció la retirada afirmó que esta se realizaría en un plazo de seis meses, estando terminada para finales del próximo verano. El secretario general Bernardino León rectificó en su apresurada explicación a Estados Unidos y anunció que esa retirada se haría de acuerdo con la Alianza Atlántica, sin poner fecha a su terminación, pero Carme Chacón, que ha reconocido su error al realizar públicamente el anuncio sin informar previamente y con el debido tiempo a nuestros aliados ha vuelto a ratificar lo que dijo en un principio, asegurando de nuevo que ha sido un acuerdo de todo el gobierno. Como verán, un carrusel de contradicciones que muestra de forma patente la ineptitud de este gobierno para enfrentar los problemas. La descoordinación entre los distintos departamentos ministeriales es evidente y la opinión pública no sabe quien dio realmente la orden ni quien es el padre –o la madre- de la criatura. Lo que sí se sabe es que este es un ejemplo patente de cómo no se debe gobernar, sobre todo cuando la ineficacia salta las fronteras y perjudica el crédito de España en el mundo. Resulta que la súbita retirada de los soldados españoles en Irak produjo una enemistad con la administración de George Bush que ha durado casi cinco años y cuando Zapatero tiene todas sus esperanzas puestas en el nuevo presidente estadounidense, llega otro patinazo para estropear el posible cambio de panorama.

El primer error de Zapatero, por ese afán suyo de las cuotas sexuales y su inclinación a los inesperados golpes de efecto, fue nombrar ministra de Defensa a Carme Chacón. No quiere esto decir que Carme Chacón no tenga méritos suficientes para ser ministra. Tiene un currículo universitario y político brillante, pero está también significada desde su primera juventud de ser antimilitarista. El antimilitarista es un ser, generalmente de izquierdas que, por principio, no cree necesaria la existencia del Ejército nada mas que para tareas puramente defensivas, confinado en sus cuarteles y con los soldados dedicados al tópico popular de conquistar niñeras en los parques públicos (y en este menester lo tienen crudo ahora, porque cada vez hay menos niñeras y no es cosa de ponerse a conquistar abuelas que son las que pasean a los niños). Y el segundo error en este caso ha sido ignorar las reglas diplomáticas y obrar una vez mas por su cuenta y riesgo. Esa es su forma de gobernar y esa es la que ha sumido a España en el caos en el que se encuentra ahora.

En los cinco años que lleva en la Moncloa Zapatero no ha dado una a derechas, quizá porque la derecha para él es un anatema. Gestionó mal la negociación con ETA; gestionó mal la negociación de los estatutos autonómicos; está gestionando mal la crisis económica que nos asfixia cada vez mas y ahora se encuentra con el problema de que ha irritado a la OTAN, a Estados Unidos y a nuestros aliados europeos, especialmente Alemania, Italia, Rumanía y Grecia, por cierto que estos dos últimos países tampoco reconocen al Estado kosovar, pero no retiran sus tropas. Por tanto, Kosovo es un ejemplo más de la mala gestión de un gobierno quemado, inepto y preocupado solamente por los golpes de efecto que puedan ayudar a su supervivencia. Un triste bagaje para arrogarse el título de gobierno de España.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5121

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