Pasividad gubernamental, complicidad sindical

04-III-2009
Pasividad gubernamental, complicidad sindical
EDITORIAL
Lo peor, con todo, no es cómo Zapatero quita gravedad a esta dramática realidad, sino su empeño en no hacerle frente más que con un ilimitado recurso al gasto público, un inoperante diálogo social y la confianza en que la recuperación nos venga de fuera

El mercado laboral sigue sin pulso y continúa batiendo récords. La última cifra conocida este martes arroja 154.058 nuevos parados en febrero, lo que sitúa el total de personas sin empleo en 3,48 millones, cifra que se eleva a los 3,9 millones de parados si incluimos a los demandantes de empleo que el Gobierno no inserta en sus maquilladas estadísticas oficiales.

Aunque el Ejecutivo ha tenido que reconocer el "mal dato", Zapatero ha querido amortiguar su gravedad poniendo énfasis en que el incremento de desempleados ha sido menor que el experimentado en enero y en que se ha incrementado la población activa. La argucia de Zapatero, sin embargo, tiene escaso recorrido pues el mes de febrero es tradicionalmente más favorable que el de enero, y lo significativo es que el incremento que ahora se ha producido es el mayor en ese mes de toda la serie histórica y el triple que el experimentado en febrero del año pasado. En cuanto al aumento de la población activa, hay que señalar que, además de ser escaso consuelo para los que buscan y no encuentran empleo, lo que Zapatero trata de ocultar con ese dato es el hecho de que en España se sigue destruyendo empleo a un ritmo vertiginoso. La Seguridad Social ha perdido 418.000 afiliados sólo en lo que llevamos de 2009, lo que supone el 37% del empleo destruído en el último año (1,14 millones de puestos de trabajo que ya no existen). Sólo en febrero se han perdido 70.000 afiliados

Lo peor, con todo, no es cómo este Gobierno quita gravedad a esta dramática realidad, sino su empeño en no hacerle frente más que con un ilimitado recurso al gasto y al déficit público, con un inoperante diálogo social y con la confianza en que la recuperación nos venga importada de fuera.

Por mucho que Zapatero ponga gran énfasis en la cobertura por desempleo, lo cierto es que el sistema que se utiliza para pagar tanto esas prestaciones como las pensiones sigue haciendo aguas, y nada hace prever –todo lo contrario– una mejora a corto o medio plazo. Por mucho que Zapatero transmita la idea de la omnipotencia estatal, lo cierto es que el los recursos del Estado son limitados, como lo es su capacidad de endeudamiento. Las agencias internacionales de calificación ya han rebajado la calidad de nuestra deuda pública, lo que eleva los costes de colocar la deuda pública en los mercados. Así las cosas, corremos el riesgo de entrar en un proceso de "argentinización" de nuestra economía, en el que la pérdida de libertad y prosperidad económica ya no estén garantizados a largo plazo.

No menos consuelo nos da la pasiva confianza de Zapatero en el dialogo social; más aun cuando los sindicatos se disponen a camuflar sus cómplice inmovilismo anunciando movilizaciones, no en contra del Gobierno, sino de los empresarios que están siendo victimas de la misma crisis que afecta a los trabajadores. Los sindicatos no quieren oír hablar de medidas puntuales como serían la congelación de los salarios de los funcionarios o un leve abaratamiento del despido; medidas concretas que no agotan, asimismo, las muchas reformas liberalizadoras y de contención del gasto público que serían necesarias para recuperarnos cuanto antes de la crisis.

En lo referente al empeño de Zapatero en buscar fuera las señales de recuperación, esto no sólo le evita tener que pillarse los dedos con unos pronósticos que la realidad no deja de desmentir, sino que tambien elude la responsabilidad de su Gobierno en el origen y la solución del problema.

Por mucho que los socialistas quieran afrontar la situación con sus ya conocidas y fracasadas huidas hacia adelante, a la vista está que lo único que avanza es la crisis y la destrucción de empleo.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/pasividad-gubernamental-complicidad-sindical-48055/