jueves 5 de marzo de 2009
Regalo cachorro
Juan Urrutia
E N los tiempos que corren uno ya ni siquiera puede fiarse de los criminales, la crisis ha hecho proliferar todo tipo estratagemas miserables para estafarle unos cientos de euros al pobre ciudadano que muerda el anzuelo. Les cuento, por si desean la compañía de un pequeño can, el último berrido en timos mascotiles.
Pongamos que un madrileño, al que llamaremos Sr. X, desea hacerse con un perro, lee en cierta página web que alguien regala un precioso Yorkshire Terrier de dos meses y pura raza por no poder atender que, para suerte del interesado, se encuentra en Cuenca, a una horita y pico en coche desde la capital. Todas las transacciones se realizan por Internet y este buen hombre recibe la notificación de que debe ingresar en una cuenta bancaria, cuyo número le proporciona oportunamente el propietario del perro, los gastos de transporte. Ascienden éstos a más de cien euros porque el perro, supuestamente conquense, viene en avión desde Londres. Cuando el Sr. X, ante tal abuso, rehúsa pagar, el estafador bombardea con correos electrónicos a su víctima. Finalmente, si no logra convencerla, desiste y retira el anuncio. Obviamente, nunca existió perro alguno. Esta es la experiencia, cambiadas solamente las localizaciones y el nombre del protagonista, de un amigo mío que afortunadamente, valga la redundancia, no soltó ni una perra. Hay muchas personas que regalan cachorros de buena fe pero desconfíen si:
-El mensaje que reciban como respuesta a sus dudas es extraño y presenta incoherencias. Señal inequívoca de que una persona de habla no castellana ha utilizado un traductor on line; lo más probable es que lo haya hecho desde otro país.
-La presunta ubicación real del cachorro es diferente a la especificada en el anuncio.
-Las fotos que ilustran el susodicho anuncio parecen profesionales y muestran cachorros de razas pequeñas y caras. Casi nadie regalaría un perro por el que puede sacar varios cientos de euros sin esfuerzo.
-No les permiten ver al perro sin compromiso alguno, una cuenta bancaria aportada por el “altruista” perruno y una agencia de transportes, ignorando usted si la primera pertenece a la segunda, son una buena forma de no dejar rastro.
-Evidentemente, si se les solicita dinero con cualquier excusa, por razonable que parezca.
Son listos estos timadores a distancia, si ya escasas son las consecuencias en este país por sustraer sin violencia cantidades de dinero relativamente bajas, sobre los cien euros, por considerarse hurto que no robo, por hacerlo desde otro país dudo que vaya a intervenir la Interpol. Teniendo en cuenta que, una vez se ha caído en estafa semejante, recuperar lo perdido es imposible, no recibiremos perro alguno y miles de animales son abandonados cada año en España, si deseamos nueva mascota, qué mejor lugar que un albergue canino municipal para conseguirla. Cualquier experto en asuntos peludos les dirá que para hacerse con un buen perro, esto no quiere decir que sea de raza pura, sino un animal equilibrado, sano y apto para compartir su vida con varios seres humanos, resulta imprescindible examinar el físico y carácter del cachorro en persona. No caigan en la trampa de los anuncios interneteros adornados con bonitas fotos, exijan ver al animal y hablar por teléfono con su dueño. Aunque lo mejor para tener a un fiel amigo a nuestro lado durante muchos años, qué duda cabe, es acudir a la perrera.
Por otra parte, las triquiñuelas de estos infames ya están en conocimiento del Departamento de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional, se chinchen, a ver si al menos les fastidian el negocio.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5088
jueves, marzo 05, 2009
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