Memoria histórica
EL ABUELO DE ZAPATERO REPRIMIÓ LA HUELGA ASTURIANA DE 1.934 PLANEADA POR PSOE Y UGT
El capitán Lozano mantuvo su lealtad a la República bajo un Gobierno de derechas durante la Revolución de Asturias, como hizo después bajo un Gobierno de izquierdas en 1936.
Minuto Digital: 29.08.2006 El 12 de octubre de 1934 las unidades militares enviadas por el Gobierno de la República se aprestaban a sofocar la huelga revolucionaria desatada en Asturias por el PSOE y la UGT. Una de las columnas militares, compuesta por moros, legionarios y otras fuerzas del Ejército, tenía entre sus mandos a un capitán de trayectoria africanista, de guarnición en León, que respondía al nombre de Juan Rodríguez Lozano. Era el abuelo paterno del actual secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero. Zapatero terminó su discurso de investidura como presidente del Gobierno con una cita del testamento de su abuelo, fusilado en 1936 por mantenerse fiel a la República ante el golpe militar: "Un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes". Más recientemente, Zapatero ha recordado a su abuelo en un libro que ha prologado sobre los españoles que fueron deportados a Mathausen , diciendo que el capitán Lozano murió "defendiendo los valores de la democracia en la Guerra Civil española". Lo curioso es que estuvo a punto de morir por la misma causa, defendiendo la democracia representada por un Gobierno de la derecha, al ir a sofocar la revuelta organizada por el PSOE en 1934. La hoja de servicios del capitán Lozano que se guarda en el Archivo Militar de Segovia habla de esta historia desconocida, muy distinta a la que el presidente Zapatero ha referido siempre. Zapatero nunca ha contado que su abuelo participó en la represión contra los mineros asturianos, dirigida por el general Francisco Franco, incluso escapó con vida de un fuerte tiroteo contra los insurrectos izquierdistas. Este hecho, sin duda alguna, pudo haber marcado de forma muy diferente el devenir político de su nieto, que siempre ha sentido el fusilamiento de su abuelo por los franquistas como el origen de su posición política.
Nacido el 28 de julio de 1893 en la localidad pacense de Alange, Juan era hijo de un teniente de infantería, Sebastián Rodríguez. En 1913 entró en la Academia de Infantería de Toledo, y seis años después marchó al norte de África, donde combatió contra los rifeños, teniendo entre sus mandos nada menos que al general Sanjurjo, que luego jugaría un papel muy importante en la sublevación del 36. Lozano consigue en África la Cruz del Mérito Militar por su actuación contra los moros. En 1923 es nombrado capitán y regresa a la Península, primero a Lérida y luego a León. En esta última ciudad se encuadra en el Regimiento de Infantería Burgos nº 36. Es con este mismo regimiento que participará en la represión contra los mineros asturianos, levantados en armas el 5 de octubre de 1934 a consecuencia de la huelga revolucionaria planeada por el PSOE y la UGT. El capitán Lozano sale de León hacia Asturias el 12 de octubre, según su hoja de servicios, como ayudante del coronel jefe de su regimiento, llamado Vicente La Fuente Valeztena. para reforzar el avance de las fuerzas del Ejército por el sur de Asturias, en la que marchan también regulares y legionarios. La columna en la que va el capitán Lozano consigue entrar el mismo día 12 en Campomanes, "asistiendo a los reconocimientos que se verifican sobre los Montes que ocupan los rebeldes", según describe textualmente su hoja de servicios. Dos días después, el 14, Lozano participa en la toma de Ronzón, y es allí donde está a punto de perder la vida, según cuenta su hoja de servicios, ya que cuando va a entrar en el pueblo es "intensamente tiroteado" por los mineros. El capitán Lozano permanece en Vega del Rey hasta el día 18, en que los insurrectos deciden entregar las armas en toda Asturias. Con el fin de la lucha armada, la columna del capitán Lozano entra en Pola de Lena y Ujo. El día 19 llega a Mieres, localidad de la que es nombrado gobernador militar el coronel La Fuente Valeztena, con el capitán Lozano como ayudante, que participa con él en las "inspecciones que realiza a los pueblos de aquella zona", según la citada hoja de servicios. Lozano permanece en Mieres hasta el 31 de octubre. Ese día regresa a León, para, casi un mes después, pasar a la reserva en situación de "disponible forzoso", condición en la que sigue el 2 de abril de 1935, última fecha consignada en su hoja de servicios. Este documento viene a demostrar, por tanto, que el capitán Lozano mantuvo su lealtad a la República bajo un Gobierno de derechas durante la Revolución de Asturias, como hizo después bajo un Gobierno de izquierdas en 1936. Esta lealtad le costó finalmente la vida, pero su particularidad es que también pudo perder la vida dos años antes, bajo las balas de los mineros izquierdistas, cuando fue a sofocar la revolución emprendida por el mismo partido del que su nieto es hoy secretario general. "Intensamente tiroteado" por los mineros La hoja de servicios del capitán Juan Rodríguez Lozano relata así su actuación contra los mineros asturianos: "En 15 de septiembre marchó por ferrocarril con su Coronel Don Vicente La Fuente Valeztena a Astorga asistiendo con el Regimiento a las Maniobras que tuvieron lugar en los Montes de León terminadas las cuales en 3 de octubre regresó en igual forma a su guarnición. En 5 de octubre y con motivo del movimiento revolucionario estallado en las provincias de Asturias y León se hizo su Coronel cargo de la Comandancia Militar de la Plaza y quedó a las inmediaciones de dicho Jefe de servicio en la misma hasta el día 12 que acompañando al citado Jefe marchó a Campomanes (Asturias) asistiendo a los reconocimientos que se verifican sobre los Montes que ocupan los rebeldes (sic), el 14 auxilia al citado Jefe en el reconocimiento sobre el poblado de Rozón (sic) siendo intensamente tiroteado el grupo de reconocimiento y quedando en el pueblo de Vega del Rey hasta el día 18 que a las Órdenes del citado Coronel que manda la Columna Centro toma parte en la operación que da por resultado la ocupación de Pola de Lena y Ujo pernoctando en este último punto y continuando al día siguiente a Mieres donde el tan repetido Jefe se hace cargo de la Comandancia Militar auxiliándole en su carácter de ayudante en las inspecciones que realiza a los pueblos de aquella zona, donde permanece hasta el 31 de octubre que regresa a su guarnición.
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