De ministro bananero a candidato bananero

El país de ZP DE MINISTRO BANANERO A CANDIDATO BANANERO Zapatero: "Un Gobierno presidido por mi no tendrá ministros que se presenten de candidatos en las comunidades autónomas”

Minuto Digital: 31.08.2006 Poca seriedad y aún menos autenticidad demuestra nuestra democracia cuando un ministro implicado en el escándalo del “perdón” por parte de un gran banco de un crédito multimillonario para su partido, ha seguido en su puesto. Aún menos cuando ese mismo ministro ha sido la cabeza visible de una operación en la que el gobierno ha tomado descarada parte en la opa de Gas Natural, controlada por La Caixa, sobre Endesa. Precisamente a favor de la empresa que tan generosamente donó el crédito pendiente a Montilla. Lo que ha ocurrido es que el gobierno ha tomado parte a favor de una empresa privada en contra de otra, tal y como la Comisión de la UE sostiene, ya que las condiciones para la autorización de la OPA de E.on violan las normas de la UE sobre el libre movimiento de capitales y la libertad de establecimiento. Vamos, como si el alcalde de su pueblo toma parte a favor del bar de su primo y nos dice que hay que ir a tomar allí los vinos y no en el de la competencia, y encima saca una ordenanza municipal para cerrar esa competencia, y después de esa cacicada encima le promocionamos. En una nación normal, con justicia independiente de verdad y sobre todo con una opinión pública decente, toda esta operación, que apesta a corrupción por los cuatro costados, habría dado con los huesos del ministro, al menos en la puñetera calle, en otros países, que se toman más en serio la cosa pública, incluso en los calabozos. En España no. De ministro a candidato a presidir el gobierno de Cataluña. No se engañen, nuestra España, por mucho dinerito que lleven en los bolsillos, no es mejor que las repúblicas bananeras del otro lado del Atlántico. Por mucho que nuestras oligarquías se las den de modernas, siguen siendo igual de caciquiles que en el siglo XIX, solo que la sociedad española ha llegado a tal estado de degradación moral, que les permite hacer, con tal que no se prive a cada cual de su pequeña y egoísta cuota de bienestar. Naturalmente ante lo anterior poco importa que Zapatero en el año 2003, antes de tomar el gobierno, afirmase que “un Gobierno presidido por mi no tendrá ministros que se presenten de candidatos en las comunidades autónomas”. Pero a estas alturas ¿alguien cree en la palabra del presidente?