miércoles, marzo 03, 2010

Pio Moa, Rasgos del franquismo

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Rasgos del franquismo / marxismo de baratillo
2 de Marzo de 2010 - 09:08:52 - Pío Moa
Creo que está en La democracia ahogada o en Franco para antifranquistas

ALGUNOS RASGOS BÁSICOS DEL FRANQUISMO

Los grupos componentes de la oposición antifranquista reunían cuatro rasgos: a) eran débiles; b) no eran en demócratas; c) se articulaban y solían girar en torno a iniciativas unitarias comunistas; y d) algunos practicaban el terrorismo y la mayoría simpatizaba con él, en especial con el de la ETA. En rigor, los grupos más influyentes aspiraban, por doctrina, conducta y objetivos fundamentales, a imponer regímenes totalitarios y otros, aun con ideas distintas, colaboraban más o menos conscientemente a tales designios. Resultaría muy extraño que la democracia actual proviniera de su acción y políticas, y de hecho no provino, ciertamente.

Sin embargo ha sido esa oposición la que ha logrado imponer su versión sobre la dictadura de Franco, por medio de libros, prensa, cine, televisión y narrativa. Obviamente se trata de imágenes propagandísticas tan falsas como la pretensión de un Frente Popular legítimo y democrático, sobre la que han construido toda la historia posterior. De ser ciertas sus interpretaciones, la transición pacífica desde aquella dictadura habría sido imposible. No obstante, esa transición tuvo lugar, y debemos examinar cómo fue posible. Para empezar, debemos atender a varios rasgos de aquel régimen, pasados por alto o minusvalorados con demasiada frecuencia.

Ante todo, Franco y los suyos, que habían defendido en 1934 la legalidad republicana frente al asalto de izquierdas y separatistas, se rebelaron en julio de 1936 contra un gobierno ilegítimo (esto está ya suficientemente explicado).

El segundo punto a considerar es que, tras la catastrófica experiencia republicana, Franco y casi todas las derechas concluyeron que en España no era viable una democracia liberal. Desde luego ninguna democracia de libertades funciona si los principales partidos, de izquierda o de derecha, están resueltos a destruirla, y los de izquierda lo estaban, como he probado documentalmente, sobre todo en Los orígenes de la guerra civil y en El derrumbe de la República y la guerra. El grueso de la derecha sí había aceptado la república, hasta que el Frente Popular la hundió.

Aquella conclusión de la derecha española coincidía con una vasta convulsión europea, fascista o comunista, que amenazaba la democracia en Francia y la había eliminado en Italia, Alemania, Portugal, Hungría y otros países. Se suponía que los nuevos regímenes (fascistas, corporativistas y similares) superaban tanto al comunismo como a la democracia liberal. Por ello, y por la ayuda prestada a Franco durante la guerra por los alemanes y los italianos (también por los useños con el vital petróleo, aunque esto tiende a olvidarse), ha tenido gran éxito la imagen de una España "fascista" cultivada por la propaganda adversa y aceptada por una historiografía superficial.

La realidad, sin embargo, no es tan simple, como ya indica el hecho de que el franquismo no entró en la guerra mundial ni la derrota del Eje lo arrastró en su ruina... contra lo esperado por casi todo el mundo cuando los vencedores de Alemania y Japón, en apariencia unidos y omnipotentes, estaban dispuestos a liquidar el "anacronismo" español. La guerra mundial pudo comportar el derrumbe del franquismo (y una muy probable nueva guerra civil, como he expuesto en Años de hierro) pero en cambio determinó su definitiva consolidación. Pues la dictadura incluía a sectores próximos al fascismo y al nazismo, pero también a otros no menos poderosos, sobre todo una Iglesia poco inclinada a esa deriva. En el juego de fuerzas entre unas y otras tendencias ganaron las contrarias a la beligerancia... lo cual supuso una auténtica bendición para los Aliados; y bendición no menor la estabilidad del franquismo contra viento y marea al terminar el conflicto mundial, pues ella facilitó el asentamiento de gobiernos de libertades en Europa occidental en un tiempo de incertidumbre. Por eso, y por el claro respaldo mayoritario de la población, también fue derrotado el maquis que, en aquellas circunstancias internacionales, pudo haber evolucionado a una nueva guerra civil.

A partir de la guerra mundial, la dictadura de Franco experimentó una lenta, pero progresiva liberalización. Vale la pena citar al pensador polaco, ex stalinista, Leszek Kolakowski, en su polémica de 1974 con laboristas ingleses muy beligerantes contra el franquismo (y muy poco contra el totalitarismo real soviético), publicada en España hace poco con el título Por qué tengo razón en todo: "Te enorgulleces de no ir de vacaciones a España por razones políticas. Yo, un hombre carente de principios, he estado allí dos veces. Me sabe mal decirlo, pero aquel régimen, sin duda opresor y antidemocrático, ofrece a sus ciudadanos más libertad que cualquier país socialista (tal vez excepto Yugoslavia). Al decirlo, no siento ningún tipo de Schadenfreude [alegría del mal ajeno], sino vergüenza, porque aún recuerdo el dramatismo de la guerra civil española. Los españoles tienen las fronteras abiertas (no importa por qué motivo, que en este caso son los treinta millones de turistas que cada año visitan el país), y ningún régimen totalitario puede funcionar con las fronteras abiertas.

"Los españoles no tienen censura previa, allí la censura interviene después de la publicación del libro (se publicó un libro que a continuación fue confiscado, pero entretanto se habían vendido mil ejemplares; ya nos gustaría tener en Polonia tales limitaciones). En las librerías españolas pueden comprarse las obras de Marx, Trotski, Freud, Marcuse, etcétera. Igual que nosotros, los españoles no tienen elecciones ni partidos legales pero, a diferencia de nosotros, disfrutan de muchas organizaciones independientes del Estado y del partido gobernante. Y viven en un país soberano".

Kolakowski se quedaba corto. En España había sin duda mucha más libertad política que en la Yugoslavia de Tito, y, sobre todo, mucha más libertad personal, como ya observó Julián Marías. Si las fronteras estaban abiertas no se debía al turismo: lo estuvieron siempre, excepto los momentos en que Francia, que no Franco, las cerró. Y el país era más soberano, seguramente, que ahora. Fue también muy indicativo el episodio Solzhenitsin, cuando vino a España y expuso las enormes diferencias entre un sistema autoritario como el español y otro totalitario como el ruso, para enfurecimiento de unos antifranquistas tan poco amigos de la verdad como simpatizantes del totalitarismo, y que se revelaban menos liberales que la dictadura; paradoja solo aparente.

El franquismo había elevado a ritmos muy altos la prosperidad del país y, sobre todo, había diluido las divisiones y odios de la república, que para la inmensa mayoría remitían a un pasado lejano y no envidiable. Pero estos éxitos ponían cada vez más de relieve el dilema implícito en el régimen: ¿debía considerarse este como una superación tanto del comunismo como de la democracia liberal, o más bien como un expediente prolongado, pero pasajero, como una dictadura en el sentido romano, para salir de la profunda crisis histórica de la república? El hecho real es que, tras la consolidación de regímenes democráticos en Europa occidental (bajo la protección y con abundante ayuda de Usa), no eran esas democracias las que imitaban las soluciones del franquismo, sino más bien éste el que se aproximaba a aquellas. Al llegar los años 70, con el declive físico de Franco y la evidente ausencia de un sucesor de su talla, el régimen basculaba inconscientemente hacia el segundo término del dilema: su liberalización creciente y la superación de la guerra civil tendían, por su propia inercia, a desembocar en una democracia similar a las del entorno europeo.

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**** Eloy Velasco acusa al Gobierno de Chávez de colaborar con ETA

Por mucho que haya colaborado Chávez por la ETA, mucho más han colaborado Zapo y su gobierno. Mucho más. Aunque ahora ambas bandas mafiosas se lleven mal.

**** El fiscal también se opone a la tercera querella contra Garzón

Para eso está el fiscal. Para asegurar la corrupción y proteger a los suyos. Un enterrador más de Montesquieu.

**** Bono: "Los defectos de los políticos ya se encargan los enemigos de publicarlos"

Ahora a la irresponsabilidad, la corrupción y el delito se les llama "defectos". ¿Y quiénes son sus enemigos? ¿Es que hay tanto anarquista? La miseria de la chusma política, una vez más.

**** Tomás Díaz: "La gangrena de este país son los políticos". Estos políticos, en concreto. Del PSOE y del PP.

**** Marxismo de baratillo

Así explica la dictadura de Primo de Rivera un libro de texto de historia del último curso de bachillerato: "El golpe fue apoyado por los sectores conservadores. A los industriales les interesaba la paz social para vender sus productos. Para restablecer el orden social se abolieron las libertades. Se practicó una dura política contra los nacionalismos periféricos que fue especialmente anticatalanista. La política social se caracterizó por la represión de los sindicatos (la CNT fue ilegalizada, pero no la UGT) y por un cierto reformismo social de carácter paternalista. La actitud del socialismo osciló entre los partidarios de aprovechar la tolerancia y los que se oponían radicalmente. El anarquismo sufrió la escisión de su sector más radical, que creó la FAI, grupo partidario de la insurrección y la violencia. El catalanismo se radicalizó como respuesta a la represión., Protagonizó algunas acciones de gran impacto internacional como el intento de incursión armada desde Prats de Molló..." Y así toda una serie de falsedades, medias verdades y distorsiones en plan progre con toques marxistas de baratillo. El texto es de ediciones EDB, que creo, no estoy seguro, pertenece a los salesianos. Así se manipula a los chicos.

Por Internet circula mucha basura, como es bien sabido. Un corresponsal me hizo llegar hace tiempo una fotografía en la que aparecía en el puente de un barco de guerra una chica, cargo político, de aspecto desaliñado y grotesco, al lado de oficiales en posición de firmes. Se atribuía a la marina española, y la cosa parecía muy creíble, dado el ministerio de la Chacó y de Zapo. Pero resulta que era de la armada argentina. Otro corresponsal me envió lo de Stonehenge, y ha rectificado después de un informe de una alumna suya:

http://www.abc.es/20091229/medios-redes-web/stonehenge-fraude-200912291400.html:

"La broma está tan bien urdida que hasta Wikipedia picó, pero el autor se juega una demanda millonaria por parte de Stonehenge y del National Geographic Magazine. ¡Gracias por investigar a fondo, ya ves que yo tampoco las tenía todas conmigo y escribí, " fraude?"! También dije que "qué sinvergüenzas, si se confirma". En internet, ciertamente, caben todo tipo de bromas, abusos y manipulaciones y hay gente a la que le sobra el tiempo para urdir inocentadas, felices ellos. Por otra parte, hay precedentes próximos, acuérdate del fraude del cráneo de Piltdown, urdido por los científicos ingleses Dawson y Woodward en 1.912 que durante 45 años fue tenido por cierto y sólo al cabo de ese tiempo se descubrió".

La verdad es que la broma era ingeniosa y convincente y hay que felicitar a su autor, aunque quizá le salga un poco cara. Supongo que durante unos días muchos investigadores estarían tirándose de los pelos hasta que se aclaró la cosa. De todas formas, dada mi desconfianza profesional, escribí "Parece que lo de Stonehenge...", en lugar de "Resulta", como estuve tentado a poner en un principio.

Hacen falta pocas luces y mucha fiebre anglómana para encontrar ahí "anglofobia".


http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/rasgos-del-franquismo-marxismo-de-baratillo-5701/

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