David Lozano, Miedo escénico de Zapatero y veto sin talante a Francisco Camps

lunes 29 de marzo de 2010

Miedo escénico de Zapatero y veto sin talante a Francisco Camps

David Lozano (Elsemanaldigital.com)

E L Gobierno niega una invitación a Camps para un acto en Valencia mientras centra sus preocupaciones en el recibimiento que los valencianos tengan preparado al presidente.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho gala de un enorme sectarismo al no invitar al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, con motivo de un encuentro de mujeres africanas y europeas que con motivo de la presidencia española de la UE se celebra este fin de semana en Valenciana. El Ejecutivo, como es preceptivo, ha olvidado la cortesía evitando invitar al president de la Generalitat, y a otras autoridades autonómicas, a la cumbre "V Encuentro España África Mujeres por un Mundo Mejor" que clausurará en la Fira de Valencia este domingo el propio Zapatero. A la cita acudirán María Teresa Fernández de la Vega, Miguel Ángel Moratinos, Bibiana Aido, Beatriz Corredor, Mari Ángeles González Sinde o Trinidad Jiménez.

De las instituciones del PP sólo se verá a Rita Barberá –no tienen más remedio porque es la anfitriona- y es algo que ha escocido y mucho al Consell. Su portavoz oficial, Paula Sánchez de Leon, ya ha puesto el grito en el cielo denunciando el mal gesto, sin talante alguno, gubernamental negando la invitación para la primera autoridad de la Comunidad Valenciana. Sí se espera, sin embargo, una masiva presencia de cargos socialistas en la Comunidad y de otros dirigentes vinculados a la tierra como Leire Pajín. Sin embargo, ahora la denuncia del Gobierno valenciano no es lo que más preocupa en La Moncloa sobre el desarrollo de esta cumbre de la UE relacionada con la presidencia de turno española. La inquietud de Zapatero y sus colaboradoras gira en otra dirección.

Hace más de un año que el presidente del Gobierno no pisa tierras valencianas y ya en la última ocasión, muy a su pesar, tuvo que someterse al dictamen del pueblo que se resolvió en forma de algún que otro pitido. Esta vez temen lo peor, en Moncloa reina el desasosiego porque saben que la bronca se va a producir y ahora sólo se trata de despejar la incógnita de las dimensiones que puede alcanzar la protesta ciudadana. La vicepresidenta Fernández de la Vega involuntariamente ya dio pistas de lo que puede ocurrir en Valencia este domingo. Eso sí, Zapatero juega con la ventaja de que no se trata de un acto popular, como era la mascletà donde se produjo a la bronca a la vicepresidenta, por lo que en esta ocasión la presencia de público estará prácticamente restringida.

Pese a ello, Presidencia del Gobierno no las tiene todas consigo y quiere evitar a toda costa otro nuevo bochorno público a los ministros y al propio presidente. Más aún con un Gobierno con pésima imagen en Valencia y el antecedente del pasado fin de semana en Andalucía, con la promesa de una lluvia de millones a costa de la llamada "deuda histórica" que contrasta escandalosamente con el recorte presupuestario aplicado por las bravas a la Comunidad Valenciana. Así que Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, ha puesto todo su empeño en blindar el perímetro de la Fira con la siempre socorrida excusa de velar por la seguridad de las muchas autoridades y personalidades, que sí, pero que esta vez aparece como fin secundario.

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