lunes 29 de marzo de 2010
España debe promover liberación de disidentes cubanos
Fernando Savater
El humorista Mark Twain comentó en cierta ocasión: “En nuestro país tenemos tres cosas realmente admirables: libertad de expresión, libertad de conciencia y prudencia para no ejercer ninguna de las dos”. Aplicada a Estados Unidos, patria del genial bromista, esta afirmación es irónica y quería precisamente urgir a que no se desaprovechasen por timidez las posibilidades que ofrece la democracia. Pero en el caso de Cuba, ya no hay humor que valga, porque faltan la libertad de expresión y la de conciencia…junto con casi todas las demás: de modo que cualquier “imprudente” y valeroso intento de portarse como si existieran es reprimido siempre con auténtica ferocidad. Los periodistas y el resto de los presos políticos encarcelados, torturados y vejados son buena prueba de ello.
A estas alturas del siglo XXI, la realidad de la dictadura cubana –que además de violar las libertades garantiza miseria y desabastecimiento a los ciudadanos- ya no puede ser un misterio para nadie. No puede excusarse ni por el origen voluntariosamente emancipador de la sublevación contra Batista ni por ningún error de la política exterior de Estados Unidos. En particular en Europa, donde el menor atentado contra la libertad de los medios de comunicación despierta un justificado escándalo, es inadmisible que aún haya intelectuales o políticos que cierren los ojos o incluso traten de justificar los atropellos que la dictadura cubana comete contra los conatos de prensa independiente que se esbozan en la isla.
Como ciudadano español preocupado por Iberoamérica, quisiera poder decir que confío en la Presidencia Española de la UE como motor para conseguir por medio de presiones políticas la libertad de los periodistas encarcelados y del resto de los presos políticos cubanos. Pero no sería sincero. La política del actual ejecutivo español hacia Cuba ha sido de un apaciguamiento hipócrita e ineficaz, más pendiente de los intereses económicos españoles que de la liberación de los represaliados por exigir las mismas libertades que los demás disfrutamos. Y temo que esta línea equivocada y vergonzosa se mantenga, salvo…salvo que las protestas de la ciudadanía española y también del resto de los países europeos fuerce a tomar una actitud distinta.
La última condena del parlamento europeo por la muerte de Orlando Zapata y por la situación de los presos políticos en Cuba es un atisbo de esperanza. Más que nunca es imprescindible que intelectuales, artistas y el resto de los ciudadanos españoles nos movilicemos para reivindicar las libertades de información, conciencia y expresión en Cuba, así como la liberación inmediata de quienes han luchado por ellas. Sus reivindicaciones deben ser asumidas por quienes por fortuna aún podemos alzar nuestra voz contra las tiranías.
Fernando Savater es uno de los intelectuales más prominentes de España.
http://www.neoliberalismo.com/Espana-disidentes.htm
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