martes, marzo 28, 2006

Tras la tregua, el Happy Hour

mieracoles 29 de marzo de 2006

ENCUENTRO RAJOY-ZAPATERO EN LA MONCLOA

TRAS LA TREGUA, EL HAPPY HOUR, por Víctor Gago

“Que se pongan detrás, o que hagan lo que les dé la gana”. Por detrás, o por ahí, pero que no molesten, pidió Rajoy Brey a los dirigentes del PP el pasado 23 de marzo, entre la tregua de ETA y el penúltimo ataque con cerbatana de Ruiz-Gallardón.

Estas declaraciones a Onda Cero pasaron inadvertidas, en medio del ciclón de simpatía desatado por la tregua terrorista, pero contienen toda una visión del papel que la derecha española se asigna a sí misma cada quince o veinte años: por “detrás”, o donde les salga del centro democrático y social, con tal de que no emborronen el acta de la realidad que la burocracia de Génova 13 levanta cada día con impecable caligrafía de registradores. El prestigioso sentido común del líder de la derecha, cuando trasciende a sus subalternos más directos, se transforma en una eficiente gestoría fiscal, laboral, jurídica y contable. Ninguna idea resuena por encima de la descripción oficinista.

En este centrismo tan aristotélico, no existen el bien y el mal, sólo los protocolos con que indentificarlos. Si una forma de villanía no cumple con el protocolo, se la archiva. Si una idea persigue el bien más allá del formalismo o del horario de oficina, sencillamente, le dan boleto. Al pensamiento, ni siquiera le reciben. Una derecha que “cuestione de manera organizada, consciente y coherente la ortodoxia progresista”, como define William Kristol la misión de cambio de los conservadores, sencillamente, no tiene cabida. En este centrismo de eternos pasantes, alguien como Kristol no pasaría de animador de la batucada multiculturalista de Nuevas Generaciones. Oyes a Gabriel y Soraya, esa pareja como salida de una escuela victoriana y a punto de embarcarse en un estanque con Lewis Carroll, hablar de moderación, sensatez, lealtad, prudencia y espíritu constructivo, y prefieres Bartleby, el escribiente. En Melville, al menos, la renuncia tiene un fondo de dignidad. “Preferiría no hacerlo”, un bonito eslogan para la próxima convención nacional.

Entre el Rajoy que el 21 de diciembre de 2005 le dijo al presidente Rodríguez, en el Congreso: “Mi obligación no es apoyarle a usted sino apoyar políticas eficaces y que acaben con el terrorismo, y no es así, ETA tiene más protagonismo que nunca”, y el Rajoy que este martes 28 de marzo de 2006 se ha mostrado “satisfecho” de su reunión, en La Moncloa, con el mismo Rodríguez de hace tres meses, sólo porque le ha “garantizado que no tiene ningún compromiso con la banda terrorista”, media el triunfo de una próspera empresa de seguros de vida, donde antes hubo un partido liberal, si bien es cierto que efímero, como lo certifica el hecho de que Don Manuel vuelve a dar clases de Ciencias del Centrismo. A mitad de camino entre una gran consignataria y un fumadero de plantas adormideras, Génova 13 responde exactamente a lo que Mariano Rajoy quiso decir cuando, el pasado 23 de marzo, pidió a los dirigentes más fieles que se pongan “detrás” suyo.

El happy hour, la oferta de dos por uno en los chiringuitos patrios del off-Fitur , ha sonado en el Partido Popular antes de tiempo. Durante la hora feliz, interrumpes el paddle playero para beberte dos tequilas por el precio de uno, y luego vuelves a darle a la raqueta. Entras a la disco, y tu acompañante bebe gratis, sólo porque es la hora feliz. Vas a la pizzería de la esquina, y te metes dos sicilianas familiares entre pecho y espalda. Todo, con tal de no renunciar a las comodidades, los placeres y la buena vida de la hora feliz. En el turismo ideológico del todo incluido, también hay mercado para este tipo de ofertas. La reunión pacifista de Rajoy Brey y Rodríguez Zapatero ha hecho sonar la campana de la hora feliz, y a los fijos en esta clase de chiringuitos les ha faltado tiempo para acercarse a la barra y pedir. José Piqué, por ejemplo: “Desearía un cambio en las relaciones PSOE-PP”. Por la compra de un consenso en la tienda de souvenirs de La Moncloa, te llevas de regalo un acercamiento de presos: “Es una decisión gubernamental y no legislativa, por lo que, desde este punto de vista, es reversible”, dijo este martes el presidente del PPC, cliente fijo de todos los happy hour donde se dispense matarratas contra los principios.

En la dialéctica situacionista inaugurada por Rajoy, Piqué y demás centristas del club de la hora feliz representan el papel de los que “hacen lo que les da la gana”. Así, el Partido Popular está formado por dirigentes que se ponen “detrás” y por otros que “hacen lo que les da la gana”, que siempre es ponerse al lado de los que se ponen al frente de la exclusión del PP y de la forma de vida que se supone que este partido defiende.

Todos contentos, con la hora feliz de la paz y la rendición por el precio de una sola. ERC ve un “giro hacia la moderación” en Rajoy. Erkoreka (PNV) elogia la “reacción positiva” del líder popular. Estamos en esa fase de la noche en que se exalta la amistad.

Los que siempre han estado detrás y los que siempre han hecho lo que les daba la gana dentro del PP están de enhorabuena. Llega la hora feliz para ellos.
Y el resto, los que están al lado de la sociedad que les eligió y hacen sólo lo que pueden o le dejan sus principios, a beber Casera.

Gentileza de LD

http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276275500.html

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