domingo, marzo 26, 2006

El impuesto revolucionario del tripartito

lunes 27 de marzo de 2006
Pagos a ERC
El impuesto revolucionario tripartito
Daniel Sirera

Una cosa es que el personal de confianza política realice aportaciones al partido en el que milita y otra muy distinta es que el personal interino de la administración tenga que pagar un impuesto revolucionario

La amenaza epistolar del secretario general del Departamento del consejero primero de la Generalitat y secretario de Organización y Finanzas de ERC, Xavier Vendrell, a empleados del Gobierno para que hagan aportaciones al partido pone de manifiesto el talante y la catadura moral de quienes hoy gobiernan en Cataluña. Se trata de un auténtico escándalo impropio de democracias occidentales. El consejero primero —el mismo que encargó tres estudios a su propia esposa— ha justificado esta actuación diciendo que todos los partidos exigen a sus militantes una cuota o aportación de su sueldo. Una cosa es que el personal de confianza política realice aportaciones al partido en el que milita y otra muy distinta es que el personal interino de la administración tenga que pagar un impuesto revolucionario a ERC por el simple hecho de trabajar para la Generalidad de Cataluña.

Estamos frente a un nuevo caso de corrupción y de chantaje intolerable del Gobierno tripartito sobre el que el fiscal debería ponerse a trabajar de manera inmediata. Bargalló también ha declarado que estas denuncias no van a forzar a ERC a votar sí al Estatuto de Autonomía de Cataluña. Desde mi punto de vista, ERC y los miembros del tripartito pueden votar lo que les venga en gana en el referéndum del Estatuto. Por mí como si se lo confitan. Pero por favor, no metan la mano en la caja. No se gasten el dinero de los catalanes en redecorar sus despachos o en encargar informes fantasma a familiares, amigos y conocidos. No extorsionen a trabajadores de la Generalitat con amenazas sobre su continuidad en los puestos de trabajo. Al tripartito le resulta muy difícil actuar de forma democrática pero si tuvieran un ápice de vergüenza deberían irse a su casa.
Los catalanes no merecemos un Gobierno así. Y el resto de españoles, tampoco. José Montilla ha reaccionado ante esta noticia diciendo que la exigencia de este impuesto revolucionario al personal interino de la Generalitat es algo que “sólo afecta a ERC y que es este partido el que debe dar respuesta a estas cuestiones”. Montilla y los socialistas justifican todo y se inhiben de todo. Miran hacia otro lado ante los continuos casos de corrupción que aparecen en su gobierno y han renunciado a defender la libertad y el estado de derecho. Son, sencillamente, colaboradores necesarios en esta extorsión. Corren malos tiempos para la libertad en Cataluña y en el conjunto de España.
Daniel Sirera es Portavoz adjunto PP en el Parlamento de Cataluña

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opi_desa_30531.html

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