Ladron de Guevara, Prolegómenos para una reflexión

viernes 5 de junio de 2009

Prolegómenos para una reflexión

Ernesto Ladrón de Guevara

H ABLAN de una abstención de un sesenta por ciento en las próximas elecciones europeas. No me extrañaría que fuera así. En verdad, a ninguno de los dos grandes partidos de gobierno en España le interesa demasiado la construcción europea. Si realmente preocupara el futuro de Europa enviarían a los mejores. Europa es una quimera por mucho que nos traten de engañar con señuelos de la ciudadanía europea. Envían allí a los molestos, a los que pueden hacer sombra al jefe, o a los que aparcar con un buen sueldo para que no intriguen ni den la lata.

Europa hoy no tiene nada que ver con procesos realmente democráticos. Los ciudadanos no tienen el más mínimo contacto con las políticas que se realizan en ese encuadre institucional y mucho menos pueden controlar, censurar o transformar las políticas que se realizan en los órganos ejecutivos de la Unión Europea. Lo que nos viene decidido desde allí se nos impone sin ningún tipo de intervención de los ciudadanos. Y la democracia representativa que se nos vende como si fuera una realidad sólo es una forma de aparentar la soberanía de los ciudadanos, más virtual que real. Es una oligarquía la que dirige los destinos de Europa sin ni tan siquiera estar bajo la supervisión o censura del Parlamento. Es una burocracia con apariencia institucional que poco tiene que ver con la voluntad de los europeos y sí con los lobys y poderes fácticos que entretejen las políticas europeas, sobre todo los del eje franco-alemán. Se han comprado voluntades con fondos que han clientelizado al hombre-masa que tan bien describiera Ortega, subsidiando a países como España y sumergiéndoles en el “pan para hoy y hambre para mañana”. En lugar de enseñar a pescar se nos ha dado el pez, en vez de obligar al esfuerzo y al trabajo sostenido en el tiempo para crear riqueza y estructura económica, se han practicado políticas de ensimismamiento y de satisfacción edonista en el corto plazo. Las consecuencias las empezamos a padecer ahora.

Si realmente se tuviera voluntad de democratizar los procesos de construcción europea se crearía una unión política real, con poderes ejecutivos nacidos del parlamento y con representantes que dieran cuenta a sus circunscripciones para aprobar mediante procesos consultivos los principales elementos de la construcción europea, entre ellos un proceso constituyente diáfano, donde los derechos y las obligaciones de los ciudadanos quedaran claramente definidos, sin farragosos y intrincados contenidos como los del último Tratado de la Unión, con apariencia constituyente, frustrado por Francia, entre otros países. Al presidente de la Unión Europea le votaríamos los ciudadanos mediante elecciones directas, como ocurre en EE.UU. Etc.

A quién elegir es un dilema. El PP ha planteado estas elecciones como unas primarias para castigar al gobierno, lo que deja a la luz lo que le interesa el proceso constituyente de los Estados Unidos de Europa. El PSOE no nos aporta ni un contenido programático más allá de lo ya existente que es suficientemente desmotivador. UPyD también da por bueno lo que hay, sin plantear ideas novedosas. El proyecto que nos trae Ciudadanos parece interesante, pero se han enzarzado en una bronca intestina que les aleja de toda posibilidad de representación. Bastante tienen con resolver los problemas domésticos. Y el resto de las opciones ni comentar… Los que nos plantean un Galeusca camuflado poco van a favorecer procesos de unidad cuando pretenden descomponer a un Estado ya en ruinas. I.U. tiene los días contados, etc.

El voto en blanco es una opción no descartable ni irresponsable. Es una posibilidad comprometida, y de castigo a los que nos impiden el ejercicio real de nuestra ciudadanía.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5218