lunes, junio 29, 2009

Felix Arbolí, Verano, obras, calor, chinos y listillos

jueves 29 de junio de 2009

Verano, obras, calor, chinos y listillos

Félix Arbolí

C ON la llegada del verano y su inseparable y sofocante calor, la materia gris se reblandece y nos comportamos, pensamos y vivimos de muy distinta manera. He podido observarlo en la inmensa mayoría de los que a diario patean las calles hartos de soportar abusos y calamidades y con enormes deseos de descargar todo el odio acumulado en el primer infeliz que se topara con ellos. Pero no es sólo el público callejero el que presenta este enfado, sino que se deja entrever en la lectura de los columnistas de prensa, comentaristas políticos, editorialistas, taxistas, empleados de tiendas y supermercados, tertulianos de bares y cafeterías y hasta el personal de hospitales. Lo he podido comprobar durante mi pasada revisión médica, aunque no fuera el objetivo de estos dardos envenenados, ni yo lo hubiera consentido. Fatalidad y cabreo que está padeciendo la población en general, a excepción de los políticos que no entienden de crisis y apreturas económicas y aunque hablen de ella saben que no les afecta, pues sólo es achacable a los cretinos que les votaron y únicos que han de sufrirla sin rechistar.

Escribo al borde de un ataque de nervios y no se cómo saldrá el intento, no ya sólo por los agobios del “lorenzo”, sino por el inaguantable y horrible soniquete del martillo hidráulico y la excavadora que desde hace ya dos meses ininterrumpidos están levantando y destrozando toda la calle que hacía sólo tres meses acababan de levantar para introducir una tubería y pavimentar. Un espectáculo bochornoso y lamentable que está padeciendo toda la ciudad, excepto el barrio y cercanías del señor alcalde y las dignísimas autoridades que seguro no tendrán que soportar tan abusiva y vergonzante realidad. Le puedo asegurar que si en este momento hubiera elecciones el señor Ruiz Gallardón se iba a quedar sorprendido al ver cómo se le espantaban los votantes. No se puede ser tan abusivo y cargante. Pero a más obras más dinero para Florentino y compañeros “mártires” y más millones para los Ronaldos de turno. Todo el pueblo sufriendo los rigores del verano, la crisis más espantosa y la circulación callejera más difícil y complicada a lo largo de toda la historia del municipio, para que un “artista del peloteo” se lleve nuestras pesetas y esfuerzos y él pueda vivir como un auténtico Rey Midas y se considere el “dios de los infelices mortales” que les mantienen en la opulencia. Pero al señor alcalde le parece bien este panorama infernal en el que tiene sumida a la ciudad, a pesar de la crítica y el enfado general de los que le votaron y no le volverán a votar y los que no le votaron porque fueron más inteligentes. ¿No se cansa este edil de destrozar, arreglar y volver a destrozar para volver a arreglar las calles madrileñas dilapidando un dinero que no es suyo, sino de los ciudadanos?. Una cosa es hacer una obra necesaria y otra destrozar, levantar y pavimentar tres veces cada calle en un periodo de tiempo que no supera al año. ¿No hay quien le ponga freno a este despilfarro, ni fiscalía, ni auditoria, ni control que termine con este desbarajuste que nos tiene a todos en el límite de nuestra resistencia física y mental?. ¿No tiene a nadie que le sople e indique lo que habla y le critica el madrileño?.

En otra vertiente, pero dentro del terreno de la política he de confesar que me causa risa, por no decir pena, cuando oigo a la Vicepresidenta Primera en sus referencias sobre el Consejo de Ministros de los viernes. Con aspecto serio, sereno y pontifical, midiendo sus palabras para que ninguna supere los decibelios de la otra, nos expone las genialidades y meritorias decisiones adoptadas en tan prestigiosa reunión de privilegiados cerebros. Lo primero que salta a la vista, cuando aparece la espigada señora con su flequillo como caído distraídamente sobre la frente, en ese peinado hábilmente despeinado de alta peluquería, es su inédito modelito de alta costura y el collar, pulsera, sortija y pendientes haciendo juego con el vestido en cuestión. Debe ser apabullante el enorme salón armario de su vivienda y el número aproximado de modelos que tendrá guardados. ¿Qué hará con los que ya se ha puesto y no repite?. ¡Buena pregunta, vive Dios!. De todas formas, es una señora, que dentro de las que componen el actual gobierno, no me cae mal. La encuentro hasta atractiva y elegante, muy por encima de la mayoría de sus compañeras de gabinete que parecen sacadas de un mercadillo de barrio, con todos mis respetos a las honestas vendedoras de estos puestos.

Pero no estoy nada conforme con lo que dice o la obligan a decir. Habla de millones y de regalos a uno u otro gobierno foráneo que pone los pelos de punta, más que los de ella, y dan ganas de disparar al televisor para desahogar nuestra ira e impotencia ante ese despilfarro mientras aumenta el paro de manera alarmante, se desalojan las viviendas por falta de pagos ante la pérdida del empleo de sus compradores y familias enteras que antes vivían más o menos normal, lo pasan canutas por falta de inversiones internas, creación de nuevas industrias y ayudas para que puedan superar su crisis de la manera más digna posible. Antes que Togo, Mali, Nigeria, Mauritania, Marruecos, etc, sin contar a los del otro Continente del que por lo visto ya no somos hermanos sino primos y lejanos, a los que atiborramos de créditos y millones como si nos sobrara el dinero y no supiéramos qué hacer con él, deberían solucionar nuestros propios problemas y levantar de una puñetera vez nuestra industria y nuestra moral. Creo y como yo la inmensa mayoría y el que piense lo contrario es porque no sabe o no quiere enterarse de la realidad, que antes que a esos países que no cesan de enviarnos sus lastres humanos (no lo utilizo en plan peyorativo, sino en versión de carga o peso), para desahogar su población y sanear su economía ocupando puestos de trabajo necesarios a los nuestros, gozando unas prestaciones sociales a las que no tienen derecho, así como colegios y demás atenciones y colapsando nuestros hospitales apenas estornudan o sienten un pequeño dolor de cabeza, ya que no les cuesta nada, deben acometer nuestras propias y numerosas necesidades, porque somos nosotros los que les hemos votado y les pagamos sus muchos privilegios y prebendas. Y encima los favorecidos y mimados inmigrantes remitiendo millones mensuales en divisas a sus países porque aquí les damos demasiadas cosas gratis y les sobra para forjarse un futuro en sus naciones respectivas que nosotros no conseguiremos a lo largo de nuestra existencia.

Mi portera, que es ecuatoriana, vive aquí con el resto de su numerosa familia: Marido, hija, padres, primos y hasta tíos. Ella, aparte de la portería, donde nunca está, tiene otro trabajo al que si va y su marido otros dos empleos. Como tienen casa y todos los gastos pagados por la comunidad, se compraron un “todo terreno”, en el que se pierden todos los fines de semana, sin dar explicaciones, ni dejar a nadie en su lugar y hace unos días se han marchado a Ecuador, donde pasarán más de un mes de vacaciones. Es el tercer viaje que realizan en los pocos años que llevan residiendo en España. Vamos que cruzan el charco con la misma facilidad que cualquier madrileño se trasladaría a Aranjuez o al Escorial. Muchos españoles no podrán veranear este año ni una triste semana y tendrán que permanecer en sus casas bajo el peso del calor y la liviandad del monedero. ¿Saben lo que supone un viaje de este tipo más allá del Atlántico a toda una familia, aparte del coche y las excursiones de fines de semana?. Pues estos son nuestros inmigrantes. Ya hasta trabajan de cajeros en El Corte Inglés, supermercados, guardias de seguridad, bares, restaurantes y demás, en ocupaciones y empleos que ya lo quisieran muchos españoles en paro y mejor cualificados. Si esto no es venir a fastidiarnos y perjudicarnos no se cómo se podría considerar…¿De qué sirve entonces esa ayuda millonaria a sus países, si ellos nos siguen mandando a sus marginados y desempleados y quedándose con nuestros millones, como si aquí atáramos a los perros con longaniza?

Me entero que los negocios chinos no pagan impuestos hasta los cuatro o cinco años de su inauguración. Una bicoca que no nos conceden a los españoles. Yo tuve que ingresar por la librería desde el instante de su apertura. ¿Es que necesitamos a tantos chinos en nuestras ciudades y negocios?. Creo todo lo contrario, aunque no sienta resentimiento alguno contra este colectivo. Resulta que como son tan parecidos y difíciles de identificar, dicen que cuando va a vencer el plazo cierran el negocio y lo abren con otro nombre y vuelta a empezar. Sólo cambian de nombre y titular. ¿Qué pasa con nuestras autoridades para este cúmulo de despropósitos abusivos e insultantes?. Ya lo que queda es que troceen a España más de lo que está y la saquen a subasta entre todos aquellos que no sean originarios de nuestra tierra, ni tengan nada que ver con nuestra historia, creencias, costumbres e idiosincrasia. Puestas así las cosas, ¿qué están esperando para que desaparezca de una vez hasta el nombre de España?.

La ciudadanía que debiera estar acostumbrada a estos cambios, arbitrariedades y sofocos, no se resigna a soportar el continuo y sorprendente abuso y metedura de patas de un gobierno que nos está ahogando miserablemente en el fango y la inmundicia, mientras se empeña en hablarnos de talante, crecimiento económico y final del túnel, que debe ser como el famoso de Barcelona que nunca se acaba y cuando lo parece vuelve a hundirse. El que no cuente con la cercanía de una buena playa o refrescante piscina familiar lo tiene muy duro y peliagudo en estos meses. Dicen que este año no va a ver cierre en Madrid de establecimientos y oficinas en los meses veraniegos como ya nos tenían acostumbrados. Lo de “cerrado por vacaciones”, parece que va a quedar como vestigio de un ayer que ha pasado a la historia y ha desaparecido de nuestras vidas como tantas otras cosas buenas, gracias al celo y buena maña de nuestros actuales regidores. El pasado se ha convertido en añoranza, pues fue mucho mejor que el presente y éste lo será respecto al futuro a pesar del señor de las cejas y el talante.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5246

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