Ladron de Guevara, La carcoma

La carcoma

Ernesto Ladrón de Guevara

U NO de los fenómenos actuales que pueden ser catalogados en el concepto de corrupción política es el incumplimiento de las obligaciones electorales. Tierno Galván llegó a afirmar que las promesas electorales están hechas para ser incumplidas. En relación a esta consideración he de afirmar con la certeza de no estar equivocado que si la política no se convierte en pedagogía y si no es una forma moral de comportamiento público es lisa y llanamente corrupción. Estoy a la espera que se me argumente en sentido contrario. Mientras tanto lo digo y lo afirmo.

Sócrates, que alcanzaba el conocimiento sobre la moral a través de la razón dio un ejemplo de ética personal al aceptar su muerte injusta por condena de sus coetáneos con cicuta por coherencia con el dictado de la razón que rige al hombre bueno hacia la felicidad. Para él la ley, constituida en coherencia de los hechos humanos, era la norma de la razón a la que nadie debe escaparse, como regla moral. Su modelo de coherencia personal con los principios que rigen la razón es algo que se debiera considerar como ejemplo de conducta moral, lo que el nihilismo y el pragmatismo utilitario como justificaciones del poder que rigen los comportamientos políticos de hoy contradicen abiertamente.

El actual presidente de la Comunidad Autónoma de Galicia, futuro Estado suevo al paso que vamos, prometió en las últimas elecciones en la que cosechó el voto de miles de ciudadanos engañados, lo siguiente:

• que en enseñanza infantil los padres elegirían en el 100% de los casos el idioma de la enseñanza
• que en los niveles educativos superiores, se preguntaría a los padres en qué idioma preferían las asignaturas troncales y que esa consulta sería vinculante, aclarando que por asignatura troncal se entendía aquélla que dispusiera de libro de texto.
• que esa pregunta a los padres se realizaría de cara al nuevo curso escolar 2009 - 2010.
• que los niños podrían usar el idioma que prefirieran en la clase, incluyendo en sus comunicaciones con el profesor y en los exámenes
• que derogaría el decreto de normalización promulgado por el bipartito en sus primeros cien días de gobierno.

Pero donde dije digo, digo Diego, pues todo ha sido hasta ahora incumplido, salvo una consulta realizada a los padres que, como resultado, ha proyectado la realidad social de Galicia:
En educación primaria, el 54,6% de los padres preferían que el idioma vehicular exclusivo o mayoritario fuera el castellano, frente al 18,3% que preferían el gallego y un 26,6% que se inclinaban por las dos lenguas en igualdad.
En educación secundaria, el 48,5% de los padres preferían que el idioma vehicular exclusivo o mayoritario fuera el castellano, frente al 27,5% que preferían el gallego y un 23,6% que se inclinaban por las dos lenguas en igualdad.
Lejos de ajustarse a los compromisos con los electores el Sr. Feijóo ha dado a conocer el día 30 de diciembre último, día de mi onomástica, un borrador de decreto que contradice abiertamente, de forma alevosa y con impúdico dolo, lo manifestado en una entrevista de Federico Jiménez Losantos el día 25 de abril de 2009 en ese mismo sentido de sus promesas electorales.
Sin embargo, en dicho borrador de decreto se impone un modelo trilingüe (gallego, inglés y castellano) como vehiculo de la enseñanza-aprendizaje, dando por buena la inmersión lingüística como sistema de enseñanza, al margen de la voluntad de los padres, y poniendo al mismo nivel el inglés que el castellano, es decir convirtiendo al inglés el lengua oficial de facto.
Lejos de respetar el derecho a elegir el tipo de educación que quieren los padres para sus hijos y vulnerando el espíritu de los textos internacionales que amparan ese derecho, el Sr. Feijóo se somete a los dictados del N.O.M. que ha decidido para España la fragmentación lingüística y cultural para manejar mejor a los ciudadanos en los planes de sometimiento que tiene tramados el iluminismo internacional.
Es decir, se ha engañado a los electores con evidente desvergüenza.
Yo tengo claro a quien no voy a votar en las próximas elecciones, es decir que no pienso volver a tocar una papeleta de voto del PSOE y probablemente, a la vista de las actuaciones de gentes de esta calaña, tampoco ninguna del PP, y, naturalmente, menos aún nada que tenga que ver con el secesionismo de izquierdas o de ultraderecha que amenaza nuestro bienestar futuro y la viabilidad del proyecto nacional de España. Lo que no sé aún que voy a votar en las sucesivas elecciones. Veremos quien responde a las premisas de honradez, coherencia de principios, ejemplaridad en el comportamiento público y conducta cívica, y cumplimiento del pacto con los electores. Probablemente me encuentre en la desolación de no encontrar nada en este páramo político donde los planes de los poderes ocultos se han impuesto en esa estrategia de disolución moral, territorial, cultural y social. No voy a participar en ese “1984” orweliano que se nos prepara ni favorecerlo. Quien lo haga allá él con su responsabilidad y el futuro de sus hijos

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5517