No hay estado palestino

No hay Estado palestino

Al no haber podido sentar las bases para una patria viable, los líderes palestinos una vez más, llevando a su pueblo por mal camino.

por Efraim Karsh (/contributors/efraim-karsh.html) |

16 de septiembre 2011 14:23 EDT Como las Naciones Unidas se prepara para votar la próxima semana sobre el tema de la creación del Estado palestino, que podría ser importante tener en cuenta que cualquiera que sea el resultado, el resultado no va a ser la creación de un Estado palestino real, al igual que la resolución de partición de noviembre 1947 escrito la creación de una inevitable judío.


En 1948, Israel entró en vigor debido a la extraordinaria cohesión de la comunidad judía de Palestina (Yishuv). Armado con un sentido firme de propósito y una amplia red de instituciones, el Yishuv logró superar un grupo de los obstáculos internacionales y defenderse de un intento de pan-árabe para destruirlo. Asimismo, fue la falta total de solidaridad comunitaria, la disposición a subordinar los intereses personales al bien colectivo-que representaban el colapso y la dispersión de la sociedad árabe palestina como a sus dirigentes trataron de subvertir la partición.
Sesenta y cuatro años más tarde, la sociedad palestina parece nadie mejor preparado para un Estado. Y la ONU estaría haciendo a los palestinos un flaco favor al aceptar la Autoridad Palestina corrupta y disfuncional como su nuevo miembro. Aunque este no sería el primer estado no pudo ser entregado por la organización mundial, las circunstancias únicas de su nacimiento, es posible hacer una conclusión inevitable fracaso, y las consecuencias son demasiado graves como para contemplar.


La construcción del Estado judío comenzó en la ciudad suiza de Basilea en 1889 en el Primer Congreso Sionista, que se define el objetivo del sionismo como "la creación de un hogar para el pueblo judío en Palestina para ser asegurado por el derecho público", y ha establecido instituciones para promoverla. En el momento en la Liga de las Naciones Unidas designó a Gran Bretaña como obligatorio para Palestina 23 años más tarde, el Yishuv se había transformado en una comunidad nacional cohesionada y organizada, que proporcionan la mayoría de los judíos de Palestina con la protección laboral, sindical, así como con la educación, la salud , y la defensa.


AP Photo

Por el contrario, fue la tragedia de los palestinos que los dos líderes que determina su desarrollo nacional durante el vigésimo siglo Husseini-Hajj Amin y Yasser Arafat, estaban mucho más interesados ​​en la destrucción de la causa nacional judía que conduce a su propia gente. Ya en 1978, Arafat le dijo a su íntimo amigo y colaborador, el dictador rumano Nicolae Ceausescu, que los palestinos carecían de tradiciones, unidad y disciplina para tener un estado de éxito. Una vez dado el control de partes de la Ribera Occidental y Gaza, este pronóstico se convirtió en una profecía autocumplida, ya que su régimen se convirtió rápidamente en opresoras y corruptas. Más tarde, ayudó a lanzar la segunda intifada, el enfrentamiento más sangriento y destructivo entre israelíes y palestinos desde la guerra de 1948. En el proceso, destruyó el frágil a la sociedad civil y economía relativamente productiva que se había desarrollado durante la década anterior.


Paradójicamente, fue la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza durante la guerra de 1967 que sentó las bases de la sociedad civil palestina. No sólo llevar el tema de la independencia palestina a la vanguardia de la agenda internacional, sino que también produjo mejoras en la calidad de los palestinos de la vida. Durante la ocupación, los territorios se convirtió en la cuarta economía de más rápido crecimiento en el mundo, por delante de Singapur, Hong Kong, Corea, y mucho antes del propio Israel. De 1967 a 2000, la esperanza de vida aumentó de 48 a 72, mientras que la mortalidad infantil disminuyó de 60 por 1.000 nacidos vivos en 1968 a 15 por 1.000 nacidos vivos en 2000. Y si bien no había una sola universidad que existía en la Ribera Occidental o Gaza antes de que el gobierno de Israel, por la década de 1990, había siete instituciones, con más de 16.000 estudiantes.


La ONU estaría haciendo a los palestinos un flaco favor al aceptar la Autoridad Palestina corrupta y disfuncional como su nuevo miembro.

Todos estos logros se deshace constantemente después de Oslo, como el régimen de Arafat tomó el control de partes de los territorios. En septiembre de 1993, las condiciones en la Ribera Occidental y Gaza fueron todavía mejores que los de la mayoría de los estados vecinos árabes-y esto a pesar de la crisis económica causada por la primera Intifada. Dentro de los seis meses de su llegada de Arafat en Gaza, el nivel de vida cayó en la franja de un 25 por ciento, y más de la mitad de los residentes de la zona afirmaron haber sido más feliz bajo el dominio israelí. El lanzamiento de la segunda Intifada, seis años más tarde dio el golpe de muerte a los beneficios económicos e institucionales que Israel legaron.


En una aparente desviación de este camino destructivo, en el verano de 2007, primer ministro palestino, Salam Fayyad, se embarcó en el primer verdadero esfuerzo de construcción del Estado en la historia palestina. Y ha tenido algunos éxitos modestos, sobre todo una recuperación económica sostenida, que casi se ha restablecido antes de la intifada en Cisjordania, los niveles de rendimiento. Sin embargo, Fayyad no ha creado nuevas instituciones, y la Autoridad Palestina sigue siendo una organización corrupta y totalmente disfuncional. El primer ministro palestino puede afirmar que han sentado las bases para una Palestina democrática, pero la presidencia de Mahmoud Abbas, y por extensión, su propia posición, es totalmente inconstitucional. No sólo Abbas desafiar la aplastante victoria de Hamas en enero de 2006 las elecciones parlamentarias, pero la presidencia de Abbas expiró hace más de dos años.


No menos importante, las dos facciones que dominan la vida palestina, Hamas y Al Fatah, siguen siendo los grupos armados, y practicantes activos del terrorismo-una receta segura para un Estado fallido. Los Acuerdos de Oslo acusó al PA de desmantelar todos los grupos armados en Cisjordania y Gaza, pero Arafat nunca cumplió, David Ben-Gurion, por el contrario, disolvió todos los movimientos clandestinos judíos en la quincena de la independencia de Israel, su incorporación a la israelí de reciente creación Fuerzas de Defensa. Después de un Estado, incluso si Abbas hiciera un verdadero compromiso con la reforma, Hamas continúan desafiando su autoridad débil, no sólo el grupo de reglas de la Franja de Gaza, que se ha transformado en un islamista micro-estado, sino que también ejerce una considerable el poder en Cisjordania.


No es de extrañar que las últimas encuestas (http://www.jcpa.org/JCPA/Templates/ShowPage.asp?DRIT=1&DBID=1&LNGID=1&TMID=111&FID=442&PID=0&IID=8573&TTL=What_Do_the_Arabs_of_East_Jerusalem_Really_Want?) muestran que más palestinos en el este de Jerusalén, que Israel tiene derecho a beneficios sociales y son libres de viajar a través de antes de 1967 las fronteras de Israel, y no se conviertan en ciudadanos del estado judío de los ciudadanos de un palestino. Dos tercios de ellos creen que una declaración unilateral de independencia palestina respaldada por la ONU no tendría ningún efecto positivo. Y tienen razón. Lamentablemente, el conflicto ramificaciones-aumentó con Israel y una grieta profunda en la ya dividida sociedad palestina son múltiples. Una vez más, el liderazgo palestino está llevando a su gente por mal camino.


16 de septiembre 2011 2:23 pm

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