sábado, febrero 02, 2008

Juan Urrutia, Campaña electoral (O como volé de Londres a Paris:::

sabado 2 de febrero de 2008
Campaña electoral (O cómo volé de Londres a París en veinticinco horas y once minutos)

Juan Urrutia

T OCA artículo electoral, así que no esperen mucho de estas líneas, y se nos presenta complicado el asunto. ¿Zapatero, Rajoy, Llamazares...? No, creo que llamaré Bribón a mi perro. Cuestiones caninas aparte, intentaré hacer un análisis lo más somero posible de nuestra política para no indigestar a nadie.

Comencemos con el Partido Socialista. Zapatero dedicó el tiempo estipulado para llevar a cabo su programa electoral a escuchar el Canon de Pachelbel en compañía de unos señores muy poco recomendables, así que ahora, siendo consecuente con su proceder habitual, nos agasaja con promesas económicamente insostenibles y nos colma de elogios diciendo que somos un electorado inteligente, democráticamente maduro y que no piensa comprar nuestros votos con promesas de última hora del estilo de: cuatrocientos euros menos a todo el que pague el IRPF o sepa andar en monociclo.

Por otra parte, nos encontramos al Partido Popular. Desde el susodicho se reprende al PSOE por varios motivos, entre ellos la injusticia que supone el hecho de que los más acaudalados se beneficien de los cuatrocientos machacantes antes nombrados de igual forma que los que no tenemos ni un chavo. Le veo un poco rojillo, señor Rajoy. En todo caso se opone, como es su obligación, a los designios de los que mandan ahora, aunque no se sepa muy bien quiénes son. Hasta aquí he sido demasiado benévolo con los populares; como ciudadano español tengo derecho a ponerles pingando con o sin razón. No haré uso de ese derecho porque para eso ya están sus asesores, que se encargan de darles una imagen excesivamente distante del pueblo llano o montañoso.

Giremos a la izquierda para encontrarnos con IU. La dinámica de este partido, eterno opositor de todos los Gobiernos por causas de fuerza mayor, es absolutamente querulante o, como dicen los pedantes, quejumbrosa. Llamazares se queja. Si suben los impuestos, se queja, si los bajan, protesta. En caso de pacto con el nacionalismo, protesta, si no hay pacto, se queja. Así es: las declaraciones emanadas desde este partido siempre vienen a decir lo mismo: “esto está mal porque yo no puedo meter la zarpa.” Y es que pocos les tienen ya en cuenta, de hecho no pensaba hablar de ellos pero el artículo me hubiera quedado demasiado corto.

No podría continuar sin hacer referencia a los “abertzales.” Que tienen de abertzales (patriotas) lo que Zumalacarregui tuvo de sensato. Ahora, en plena precampaña comienzan los trámites para la ilegalización de ANV y el PCTV, que bienvenida sea por mucho que el momento haya sido convenientemente escogido. No obstante, su campaña electoral se hubiera basado en acusar de cosas feas a los demás cuando les recordasen sus propias cochinadas. Les pongo un ejemplo ficticio pero muchas veces repetido:

PERIODISTA CON DOS CÓRCHOLIS:

¿No es cierto que ustedes apoyan a los hijos de perra —mis disculpas a todos los que tengan perra— que matan por la espalda a diestro y siniestro mientras se llenan los bolsillos a costa de propagar el terror?

RESPUESTA ABERTZALE:

No es momento de rencores, porque de esa forma nunca se solucionará el conflicto. Además hay que contar con que la izquierda abertzale es perseguida, torturada, encarcelada, escupida, privada del té de las cinco en las cárceles y... (Media hora más de lo mismo)...por sus ideas políticas.


No crean que me olvido de partidos de nueva creación como UPyD. Nuestra democracia sería más sana –o al menos más divertida- si existiera la posibilidad de que nos gobernasen otros distintos a los de siempre que, por otra parte, se hacen los trajes en el mismo sastre. Sin embargo a los novedosos grupos les sobra un poco de esto y les falta algo de aquello así que, por el momento, no parecen terminar de despegar. No puedo criticar, ni critico, porque aún no han tenido tiempo de pifiarla, todo se andará.

Hasta aquí un escueto resumen de las pamplinas que se me han ocurrido viendo el telediario de las tres. Si este artículo se hubiera gestado durante las horas previas a la comida probablemente se verían ustedes más satisfechos pues las reflexiones más profundas se me ocurren siempre pelando patatas, qué se le va a hacer, otro día será.

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4421

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