jueves 1 de noviembre de 2007
Carta de un soldado de Flandes
Óscar Molina
Del Alférez Molina y Rubyo. Tercio de Don Alonso de Zúñiga. Posta Militar de Flandes. Al Padre Abad Antonio Montero y Villaplana. Convento de la Encarnación. Villa y Corte de Madrid. Tournai, a 31 de Octubre de 1644 Estimado y Reverendísimo Padre: Bien que lo sé querido confesor, que va para diez meses que nada le cuento. Sé que Vuesa Merced anda pleno de tan cristiano valor como es la compresión, y que me exime de falta por no mandarle epístola. Mas por si le hace el apaño, le cuento mi excusa: A fuer de recibir respuestas de parte de Vuacé y de saber por ellas el carajal en que se encuentra mi España, me duele el alma y el corazón se me encoge. Es por eso Padre, créame, que cada vez le mando menos, por no recibir de vuelta las cosas que Ucé me cuenta. Claro, que dirá Su Paternidad, y razón no le falta, que las cosas son las cosas, y su verdad es piedra, ya lo diga Agamenón o su porquero, pero comprenda que también es vero aquello del corazón que no siente cuando los ojos no ven. Nos hallamos en Tournai, que no es villa fea, pero se encuentra bañada por un río al que dicen “Escalda”, que en mi vida he visto gracia mejor puesta. Como sabe Vuesa Merced aquí, cuando cae agua llueve Dios, y este río cabrón se desborda para repartir estocadas en forma de humedades que no paran en los huesos, sino más bien los calan, acabando con el ánimo más fuerte y la presencia de ánimo más dispuesta. Sí “escalda” sí, el maldito río, y voto a tal que nunca pensé que el agua quebrantase y doliese más que el fuego. Como los oros del Valido no llegan, pues aquí nos tiene sin impedimenta para el clima, con más agua que sopa de convento y ajados de tisis hasta el gaznate. Así que ríase de García de Paredes, que para “mojadas” las del puto río.
Y no se me enfade si blasfemo, pero es que tras la jornada de Rocroi, en que el Valido de Astorga puso de hinojos a España ante los asesinos, anda de vuelta mi mente sin dejarme pegar ojo, con otra pesadilla pareja y talmente llena de ruina. Ahora no es Rocroi lo que me retumba en la sien, Pater. Lo que ahora me niega el descanso y me tiene en penosa vigilia es otra voz que dice como “Westfalia”, y se anuncia para Marzo. Yo esta baza sí he ojeado el mapa que tiene el Maestre de Campo y me he topado con disgusto con que lo que la voz alude es de nuevo lugar cierto. Ya me jode ser profeta, Padre, pero el diablo tiene esas chanzas, y cuando hace presa en alguien viene con las del turco a martirizarle con visiones que no son precisamente un baile. Porque lo que cuenta Vuesa Merced, tendrá de nombre Westfalia o lo que Pedro Botero quiera proveer, pero pinta más negro que la suerte de Don Rodrigo. Porque negro como el sobaco de un grillo se me antoja que en un repente haya decidido el Conde Duque poner fin al parlamento que se traía con los matones del Norte. Que digo yo que esa firmeza tiene tanta Ley como un real de madera, y que cuando pase el momento de elegir quién rige los destinos de la nación más antigua del Mundo, y la aclamación le consagre, perderá el culo en ir de vuelta a pedir más conferencia a quienes nunca supieron más cosa que no fuese matar por la espalda. Más farrucos que nunca, puede jurarlo, ahora que ha habido quien ha puesto cuenta y rédito a esa humillación que ofrecen y por lo fino llaman Paz. Téngalo por fijo: si el de Astorga repite, tornará al negocio de poner a España en el zoco y de saldo para los matones. Y para el ínterin, tal que entremés de aliño, le anda lavando la testa a zagales y no tan chicos. Que para quien pretende ponerse ahíto de legitimidad en la verdad torcida, ni la mente de los niños ni el corazón de los viejos es mala coyunda. Todo suma, ya se sabe. Y lo mismo vale para ese descosido pegar la hebra a los que mañana serán hombres para que apuntalen a hijos de la misma madre, que andar pretendiendo que un patrimonio del alma como es la memoria pueda encontrar cobijo en las cuatro paredes de una pramática. O lo que es lo mismo, de una mano educando para la ciudadanía, y de otra recordando tristezas de ha años setenta, o superior. Que yo me pregunto que si puestos e escarbar memoria no habría que ser ecuánime y desbrozar cunetas a diestro, pero también a siniestro, que ya sabe Vuesa Merced que lo que son miserias, a ambas bandas haylas. A mi me plugue más, como a cualquiera que pueda poner dos dedos en la corona de su semblante, dejar de lado todo aquello, arrear para delante, apearnos de galeras, embarcar en mercantes y poner proa a la solución de tantos problemas como España tiene, de cuantía más copiosa que los muertos de una guerra de la que la mayoría poco contamos porque nunca la vivimos. Además, Padre, a lo mejor el Valido lo ignora, pero aquella vergonzante porfía, la perdieron los suyos, y pretender cantar victoria setenta años más tarde es algo que a la Razón repugna, y sólo se consigue con la vuelta de cuitas más viejas que las daifas de la Ballesta. Todo menos poner en trance de remedio las industrias que verdaderamente a la plebe le traen cuenta, y que no son otras sino que no les suba más el chusco que ponen en la mesa, el jubón con que se visten o la instrucción de la prole. O que puedan sin sobresalto, tardanza ni quebranto moverse al sitio donde doblan la espalda para ganarse el pan. Cuentan que en la tierra del Marqués Cara-Revirá, ése al que premiaron por vender tanto vino espumoso, lo del transporte anda un poco revuelto. En prenda pongo la escasa bolsa que porto a que el Valido no arregla eso, y me juego pajaritos contra corderos a que el catalán acaba diciendo que la culpa es “de Madrit”. Eso después de que le aprobaran su Ley propia, que llaman “Estatut”, y que andará colmada de proclamas nacionales, pero que en lo de proveer para la gente anda más torcida que el rabo de un cochino. Entre estos dos tienen a Barcelona con más socavones que parches lleva el tambor del Tercio. Y si no la tal Magdalena, que como a la del Evangelio nadie se atreve a tirar piedras. Pero no por no estar libres de pecado, sino por miedo a lo muy capaz que es de recogerlas todas y no dejar ni una sola sobre otra. Y los dineros de la Corte darán para saraos varios, pero lo que es el pueblo anda más tieso que el codo de un muñeco. No si escuchamos al Valido, que anda diciendo que cada día el viento de los caudales es más de popa. Será para él, porque no veo yo mucha alharaca en lo que toca a las cuentas de cada hijo de vecino. Va a ser que no tenemos juicio, ni intelecto para comprender la bonanza que nos depara el Conde Duque. Aunque ando yo más cierto en que nos vende burra coja, y que la largueza económica que vaticina es como la planta aquella de Mayo, que acabó seca a fuer de tanto llover. Y esto, Padre, nos lo pueden pintar como más les acomode, hasta acabado en “z” que parece que ahora se lleva. A todo le ocurre lo que le decía más arriba, que ponerle etiqueta es trabajo del porquero de Agamenón. Y ya puestos a la última del alfabeto a mí se me ocurren mendaz, ineficaz, incapaz y falaz. A fin de cuentas Padre, no es mala puntada la que echan mis capitanes, Chinchilla y Carretero, que le mandan recuerdos y dicen que tanto entuerto sólo podemos desfacerlo los que lo sufrimos. No está mal tirado que, como apuntan ellos, los españoles mandarán el embrollo a hacer gárgaras a poco respeto que tengan por ellos mismos. A nosotros nos toca elegir, entre que esto acabe como Westfalia o como Nordlingen. Quiera el Altísimo que el porvenir tenga a bien alumbrarnos lo segundo. Dios Guarde a Vuesa Merced Muchos Años. Oscar Molina y Rubio. Alférez de Su Majestad.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4235
jueves, noviembre 01, 2007
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1 comentario:
Deseo pronta recuperación fractura del gemelo al Sr. Molina y Rubio
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