miercoles 16 de mayo de 2007
Bagdad PP
POR IGNACIO RUIZ QUINTANO
EN países estrafalarios, como España, estas cosas funcionan. Y son cosas que ya venían en «La rama dorada» de Frazer. Quiero decir que saca por la mañana el «Marca» en su portada una foto de Emerson -el pivote de Pelotas, no el filósofo de Boston- estrangulando a un puma, y el Madrid, por la noche, se transforma en gallo liguero y arrolla a los suplentes del Español. Y Rodríguez, que sueña con una democracia a la calderona, como la madridista, que le dé ganador sin el engorro de contar los votos, sigue el ejemplo. Asustar a un notario con un lirio cortado o dar muerte a una monja con un golpe de oreja es cultura de izquierdas. Rodríguez se ha propuesto asustar a Rajoy, que es registrado de la propiedad, con un video de Bagdad.
-¿Es que los socialistas españoles se presentan por Bagdad? -protestan los intelectuales del PP.
Nuestra civilización carece del poderoso sentido de lo grotesco que tenía la medieval. Si los socialistas españoles se presentaran por Bagdad, perderían, porque contra la segunda guerra de Iraq parece estar todo el mundo, menos los iraquíes, que podrían decirnos lo que don Luis Mazzantini dijo, con ese humor que ha sido desde el Libro de los Proverbios el martillo de los idiotas, a un actor vanílocuo que le recriminaba desde el tendido que no se arrimase más al toro: «¡Baje usted, que aquí se muere de verdad!» Ningún cursi lugarcomunista nos ha ahorrado su elogio de la participación electoral en las presidenciales francesas, pero todos se quedan como los tres monos ante las colas de iraquíes que se juegan la vida por votar.
Rodríguez perdería en Bagdad. Y en Madrid, su «provincia traidora», no sacaría ni concejales, si no fuera por la condición tripera del voto español. Un demócrata nacional nunca morirá por no saber a qué pesebre quedarse, como el asno de Buridán. Si el votante de derechas tiene algo de rana de Volta, el votante de Rodríguez es, simplemente, el perro de Paulov, y muerde. Rodríguez no pone el video de Bagdad para atraer el voto pauloviano, que lo tiene tan pillado por el gargüero como Emerson al puma de la foto del «Marca», sino para darse importancia mundial y, de paso, arrancarle otro pelo al lobo de la oposición. En un país que tiene en Gala, el bardo de Brazatortas, a su Suetonio, es normal que Rodríguez aspire a pasar a la Historia, aunque fuere en el papel de traidor de melodrama, papel que, sin embargo, en la guerra iraquí ya le arrebataron Schroeder y Chirac, a cuyo lado Rodríguez no da ni para un «cameo» como el de Carmen Calvo en «María querida», el homenaje que la acreditada agrafia española del cine dedicara a María Zambrano.
Con el video de Bagdad, pues, no acaba Rodríguez de darse importancia mundial, pero, en cambio, tiene asustada a la oposición, cuyo jefe de juventudes lo es porque tiene declarado que la derecha no cabe en el PP, y porque en los días de manifestación compra de su bolsillo todas las águilas de San Juan que encuentra por la calle para retirarlas de la circulación. ¿Que qué le pasa a este hombre? Pues que es un centrista tremendo. Sólo que el centrismo, como la universalidad, es una contradicción en los términos: no se puede ser todo si se es algo. O como lo diría un chestertoniano: un polígono puede tener un número infinito de lados, pero ninguno de ellos puede ser un círculo.
Total, que si el macho alfa tira de Bagdad, ¿qué va a hacer la manada sino constituirse en «insurgencia»? La ministra del tren de Gamoneda sólo se figura a la presidenta de Madrid colgada de una catenaria. Y una vocal vallecana con nombre de fadista del partido de González, Barrionuevo y Vera llama «asesinos» a Gallardón y Botella. Hablando de asesinos, todavía no han aparecido los de Barajas: los ecuatorianos llevan cinco meses a la espera de que Rubalcaba -¡cráneo privilegiado!- ponga un huevo. No hay prisa: un maltratador de género ha arrancado de los etarras el indulto para los progres, así que... ¡peor se vive en Bagdad!
martes, mayo 15, 2007
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