Quiñonero, Sonambulos ante el drama

miercoles 16 de mayo de 2007
Sonámbulos ante el drama

POR JUAN PEDRO QUIÑONERO
En Europa y las Américas se teme que la meteorología hipoteque parcialmente la política gubernamental española.
En Buenos Aires, La Nación escribe: «Con la llegada del buen tiempo, los europeos vuelven a ser testigos del drama de los inmigrantes desesperados, africanos y asiáticos que cruzan el mar en precarias embarcaciones para entrar ilegalmente en el continente vecino, en busca de una vida mejor». Sin hacer política de la peor especie, La Nación recuerda, involuntariamente, las consecuencias dramáticas del «efecto llamada»: «Si las autoridades españolas no pueden identificarlos, los ilegales son retenidos durante cerca de cuarenta días en los centros de inmigración y luego son liberados sin papeles de residencia, ni permisos de trabajo».
Desde las capitales europeas, el satisfecho sonambulismo gubernamental, a merced de la meteorología atlántica, se percibe igualmente diáfano. En París, Le Figaro escribe que, «con la llegada del buen tiempo, vuelve inexorable el éxodo masivo de los clandestinos africanos», temiéndose crisis ya repetidas: «La recrudescencia de la crisis, un año más tarde, en las Canarias recuerda los momentos álgidos de las crisis de años anteriores».
Desde una óptica anglosajona, International Herald Tribune (IHT) insiste en lo esencial: se temen nuevas oleadas de inmigrantes en busca de pan y libertad, subrayando que el «efecto llamada» también está en el origen último de «bandas de traficantes de seres humanos, con organizaciones siempre más sofisticadas».
En otro terreno, Financial Times, en Londres, y el Scotsman, en Edimburgo, subrayan la decisión de la UE de la apertura de los mercados europeos a los plátanos de las antiguas colonias... En ese terreno, el Gobierno español se ha manifestado poco abierto al comercio solidario, prefiriendo defender los intereses de los productores canarios.
En París, Le Monde destaca un largo artículo titulado: «España desafía a las grandes naciones en la Copa de América», donde glosa la eficacia del equipo multinacional español.
Juan Pedro Quiñonero