miércoles, mayo 16, 2007

Merito y trabajo, la formula magica para sacar a España del atolladero

Mérito y trabajo, la fórmula mágica para sacar a España del atolladero
Graciano Palomo

Pese al crecimiento alcanzado del 4%, desde fuera se sigue temiendo nuestro nivel de endeudamiento. Mientras, Sarkozy toma posesión con un programa que nos vendría muy bien.

16 de mayo de 2007. Los informes oficiales del Gobierno (INE) anuncian que el crecimiento económico ha tocado techo. Gracias a ese crecimiento económico (macro, más bien) Rodríguez Zapatero sigue al frente del Ejecutivo, porque es un hecho cierto que si a los desastres, incalculables todavía, respecto a la organización territorial, a su firmeza en mantener los vínculos con los secesionistas y a la quiebra de la imagen exterior de España, se hubiera unido una crisis económica, ya estaría corrigiendo exámenes en la Facultad de Derecho de León.Pero, ¡ojo!, esas cifras de crecimiento económico –que parecen ser ciertas- no significan en modo alguno que estemos en el mejor de los mundos posibles. Los observadores extranjeros se mesan los cabellos cuando contemplan el elevadísimo nivel de endeudamiento del país, familias, empresas, particulares. Puente tras puente, los españoles se lían la manta a la cabeza, y a consumir. En una ocasión un experto me dijo que lo curioso del asunto es que mientras se hablaba de la crisis alemana y el milagro español, el hecho cierto es que los españoles cogían prestado el dinero de los teutones para a su vez adquirir sus BMW o sus Mercedes.Tengo para mí que aquí se puede armar la de San Quintín si finalmente, poco a poco, dígito a dígito, la crisis económica avanza. En forma de burbuja inmobiliaria o de esputo financiero.Una receta de Sarkozy que nos vendría muy bienEn Francia, un país mucho más poderoso que el nuestro, ha llegado un nuevo dirigente cuya receta mágica para sacar al país del marasmo burocrático no es otra que trabajo y talento, o lo que es lo mismo, la suma de ambos: mérito.La macroestructura administrativa del Estado (con más de cinco millones de funcionarios) no se puede sostener ni un minuto más. Es cara, ineficaz y prepotente. Uno de los temas más interesantes de la nueva etapa de Sarkozy es ver cómo es capaz de meter en cintura a su legión de ganapanes empleados en las cinco administraciones que padecen los galos. Sin meter ahí el bisturí, fracasará. Lo sabe perfectamente.Aquí es impensable que Zapatero y sus chicos se planteen siquiera un mero ejercicio de raciocinio en el empleo y la carga pública. Más bien al contrario. En cuanto surge el menor problema la tendencia es siempre la misma: crear un organismo, una oficina (Arenillas-Sebastián), emplear a amiguetes para al final seguir con el problema añadido.Desde mi punto de vista es en este tajo donde el líder de la derecha política debería marcar la diferencia con los "chekistas" y burócratas de la izquierda. Y, naturalmente, no hacer lo mismo allá donde gobiernan, que de todo existe.Ahora mismo están planteadas en España una serie de operaciones corporativas (Iberia, Gas Natural, banca, seguros) que van a marcar la pauta del devenir económico de España. Lo que sorprende es que los grandes empresarios suelen dedicar más tiempo a visitar los despachos de los poderes públicos que a gestionar sus negocios. Por algo será. Visto lo de Entrecanales, es lógica esta deriva. Con los favores del Gobierno te puedes hacer rico en un santiamén.Se habla de ANV, se habla de ETA, se habla de gilipolleces, pero son muy pocos los dirigentes públicos (medios de comunicación incluidos) que llevan sus focos a las cosas de comer.Probablemente, hasta que nos quedemos sin pan.Entonces, mis queridos amigos, será el llanto y el crujir de dientes.¡No hay nada nuevo bajo el sol!

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