viernes 4 de agosto de 2006
Huelgas y dobles raseros
Óscar Molina
L A doble vara de medir es un mal congénito de nuestras sociedades, mediatizadas por la corrección política y presas del pensamiento único en sus opiniones. En estos días estamos ante un caso paradigmático de lo que digo. En el aeropuerto de El Prat han tenido lugar unos hechos cuya calificación es ciertamente difícil, y cuyo encaje en el marco de la convivencia de un país civilizado resulta totalmente imposible. Un grupo de trabajadores de tierra de la compañía Iberia decidió tomar por la fuerza el aeropuerto y cerrarlo, impidiendo a miles de viajeros de todas las compañías que allí operan tomar el avión tomándolos como rehenes de sus reivindicaciones laborales. El caos ha sido absoluto, y lo que se ha llegado a poner en peligro no son sólo elementos de gran valor económico o derechos de los usuarios, sino la misma seguridad de las personas. Hace poco, y con motivo de la huelga de los Pilotos de Iberia, no se reparó en medios para despellejarlos, azuzando a la opinión pública y a CCOO y UGT contra ellos por una huelga legal en defensa de sus puestos de trabajo. Una protesta anunciada con 20 días de antelación cuyos servicios mínimos, más del 80%, se cumplieron rigurosamente. Acabada la huelga, la compañía se jactó de que todos sus clientes habían sido recolocados en otros vuelos, desmintiendo así las desoladoras imágenes de pasajeros tirados por los aeropuertos que los medios de comunicación no tuvieron ningún pudor en ofrecernos a todas horas pocos días antes. Ahora, los sindicatos que amenazaron durísimamente a los pilotos por su "huelga ilegal", paralizan sin avisar el aeropuerto de Barcelona: desparrame total, 600 vuelos suspendidos, decenas de miles de pasajeros literalmente tirados, aviones dañados y un coste incalculable para la compañía. Resulta que UGT y CCOO, esos que durante la huelga de Pilotos hablaban de su terrible impacto en las cuentas de la compañía, se nos aparecen ahora con unos modos rayanos en el terrorismo cuyo golpe en las cuentas de Iberia es de difícil valoración. Y aquí no pasa nada. Pelillos a la mar. Y bien, ¿dónde está ahora la legión del columnismo barato para poner a caer de un burro a quienes han llevado a cabo una protesta lindante con el salvajismo? Todos aquellos que firmaban artículos y escribían editoriales contra la huelga legal de un colectivo en defensa de su puesto de trabajo ¿están de vacaciones? Lo digo porque no veo por ninguna parte más que tímidas y minoritarias voces calificadoras de lo ocurrido. Desde luego una brisilla comparada con el vendaval de insultos, descalificaciones y exabruptos que se dedicaron a los Pilotos de Iberia, quienes llevamos a cabo una huelga estrictamente legal, por las mismas razones que el desbarajuste del día 28 con un impacto sobre el pasaje prácticamente nulo, según la propia aerolínea. ¿Y la Ministra de Fomento? No veo a Dña. Magdalena correr a hacerse una foto que ya no le apetece. Por lo menos no tanto como la que se hizo con los Pilotos y la Dirección de Iberia después de imponerles un presunto acuerdo que acaba de convertirse en papel mojado. Un compromiso que, una vez había sido extendido a todos los trabajadores de la compañía, pareció no ser suficiente para un grupo de ellos, que prefirieron paralizar un aeropuerto para obtener garantías mayores. Ahora, para terminar de desangrar al sentido común, los autores del desaguisado son invitados a negociar, y obtienen lo que los Pilotos no pudimos lograr a través de una huelga legal. Consiguen que se estudie la viabilidad de que puedan trabajar para “ClickAir”. Es decir, que lo mismo que reclamaba SEPLA, ofreciendo además un recorte en los costes laborales de los Pilotos, no se logra mediante medidas de presión ajustadas a la Ley, sino a través de acciones ilegales que provocan el barullo más espeluznante. No entiendo nada. ¿Podemos mandar este mensaje a los ciudadanos? ¿Puede soportar el mercado laboral, la economía nacional o la simple ética elemental que se consiga más a través de la ilegalidad y la barbarie que ajustándose a la Ley? Y mientras, la opinión publicada y los sesudos articulistas haciendo mutis por el foro, reservando sus vomitonas de odio para la próxima vez que los Pilotos de Iberia hagan una huelga legal. Guardando su asqueroso elenco de frases hechas para provocar la intervención de un Gobierno (ausente en Barcelona) cuando los tontos de los Pilotos vuelvan a plantear sus reclamaciones ajustándose a la Ley. Archivando sus repetitivos artículos de molde en la caja destinada a poner a los pies de los caballos a quienes no parecemos tener derecho a la huelga. Metiendo en el cajón sus pinceles de pintar emergencias nacionales que no existen, porque el pasajero es recolocado por la compañía. Y los periódicos, reservando explícitos cuadros de retribuciones y condiciones laborales de Pilotos absolutamente falsas e hinchadas hasta la explosión de vileza y mentira para cuando vuelvan a plantearse acudir de manera estrictamente legal a un derecho constitucional. Que venga Dios y lo vea.
viernes, agosto 04, 2006
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