jueves, junio 01, 2006

Toros en Lisboa

Toros en Lisboa

2 de junio de 2006.

En algunos puntos de España las corridas de toros se baten en retirada, cercadas por restricciones institucionales como la promovida por el Ayuntamiento de Barcelona, que ha declarado a la capital catalana como ciudad antitaurina. Una iniciativa que, por cierto, un buen número de intelectuales catalanes calificó como de una impertinente y paradójica condena de la taurofilia en un lugar de tanta tradición taurina como es Barcelona. También hay fuerzas políticas, como Esquerra Republicana de Catalunya, que atacan sañudamente las corridas de toros con la única finalidad de suprimir una fiesta netamente española y empleando a los niños y los animales como un mero pretexto para ello. En otros lugares se acusan males menos intencionados, pero también evidentes y desalentadores para la pujanza de la fiesta nacional. Sería muy complejo hacer alusión ahora al deterioro apreciable de castas, fuerzas, bravuras, suertes o bregas que detectan nuestras ferias y cronistas con una lamentable frecuencia. Cualquier admirador de las corridas de toros sabe perfectamente las debilidades, las flaquezas y las carencias que acusa la fiesta.En ese panorama algo sombrío en torno al momento que vive el mundo de los toros, anoto una feliz iniciativa que endulza un poco los sinsabores de la decepción y nos da una brizna de esperanza en el futuro del arte de la tauromaquia. Creo además que es conveniente reproducir las buenas nuevas taurinas entre tantos pesares y problemas como están planteados. En Lisboa se han recuperado los festejos taurinos con una brillante reapertura de la acicalada y flamante plaza de toros de Campo Pequeño. La pasada semana, nada más y nada menos que el maestro portugués Víctor Mendes, El Juli y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza colmaron la afición de casi 8.000 personas, logrando un llenazo muy alentador en la reposición de este tipo de festejos. Los responsables del coso lisboeta han prometido dar estabilidad a un programa de corridas de toros que contará con las figuras más importantes, muchas de ellas, naturalmente, españolas.Lisboa vuelve a ofrecer corridas de toros y lo hace, este es un dato también sugestivo, integrando su plaza en un ambiente de ocio, de entretenimiento y de espectáculo que puede lograr hacer nuevos aficionados a las corridas y puede ser una experiencia interesante para reactivar otras ferias taurinas que languidecen en este momento. Espero ir con Paula, Humberto y Felipe muy pronto a los toros en Lisboa.

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