jueves, junio 01, 2006

La FIJET en al Comunidad valenciana

viernes 2 de junio de 2006
La FIJET en la Comunidad valenciana
Miguel Ángel García Brera
D URANTE una semana los delegados de doce países, representantes de otras tantas Asociaciones Nacionales de periodistas especializados en turismo, han recorrido la Comunidad Valenciana, donde han sido atendidos, en la ciudad del Turia por el Valencia Turismo Convention Bureau, y en Alicante por la Diputación, así como, en otras localidades visitadas, por los Ayuntamientos de Burriana, Calpe, Benidorm y El Campello. La, con toda razón, prestigiosa Cadena Sidi Saler los ha recibido en sus hoteles de cinco estrellas, tanto en el Sidi Saler de Valencia, como en el Sidi San Juan de Alicante. Estas visitas de periodistas son hoy la mejor forma de promoción por cuanto, de la personal visión y toma de datos, surgen numerosos artículos, reportajes, intervenciones radiofónicas, conferencias, folletos, guías e, incluso, libros que dan a conocer España en todos los ámbitos internacionales. Particularmente, los alcaldes de Calpe, Javier Morató, y de Burriana, Alfonso Ferrada, así lo manifestaron públicamente. El primero, en el encuentro organizado -en la bella ciudad que gobierna, extendida bajo el impresionante Peñón de Ifach-, con la participación de numerosos empresarios y la intervención también del concejal de Turismo y diputado provincial, Juan Roselló, así como, el vicepresidente para España de la OMJET, José Luis Yzaguirre y su Secretario General, Hedi Zaheg y de quien firma estas líneas, en calidad de Presidente Ejecutivo de FIJET. La Comunidad Valenciana tiene tan diversos encantos para el visitante que, realmente, los periodistas extranjeros han quedado entusiasmados de este viaje, complementario de su reunión del Comité Director, que celebró cuatro sesiones; una de ellas celebrada, nada menos que en la Isla de los Periodistas, situada frente a las playas de Benidorm, a la que accedieron tras una breve, pero atractiva travesía, y en la que disfrutaron de un almuerzo, no sólo excelentemente preparado por el único restaurante existente en la isla, prácticamente ocupada por las gaviotas, sino atendida con una calidad digna de ser resaltada. Hay que destacar que, pese a no ser todavía temporada alta, tanto las calles comerciales, como las suaves arenas de Benidorm y las de las restantes poblaciones visitadas se hallaban con animada y notable ocupación, incluyendo las urbanas playas de la Malvarrosa en Valencia y la del Postiguet en Alicante. Si fuera posible destacar el mayor atractivo del viaje para los periodistas y escritores extranjeros, llegados desde Argelia, Bélgica, Chequia, Croacia, Estados Unidos, Francia, Italia, Israel, Libia, Túnez y Turquía, habría que referirse a su boca abierta ante la originalidad y valía de lo exhibido en el museo alicantino MARQ; su entusiasmo al recorrer las instalaciones de la América Cup´s y del Oceanografic, en Valencia; su interés por el Museo de la Naranja en Burriana y por su iglesia de El Salvador, no exenta de cierto esoterismo y su pasmo ante la maestría gastronómica demostrada, en esa localidad castellonense, en el restaurante Morro; la emoción de presenciar en Calpe, la substa del pescado en la Lonja; y el ascenso a la Torre Vigía de El Campello, completada con unas “picaetes” en los jardines del encantador palacete “Villa Marco”. Y, si hubiera que poner algún cero, no sería a nada de cuanto vieron, ni al excelente trato recibido por quienes solicitaron su presencia en la Comunidad Valenciana, con excepción de la Generalidad y del restaurante “ El Forca”, donde invitó FIJETESPAÑA a sus colegas foráneos, empujada por alguna publicidad que la equivocaron, llevándola a un restaurante donde, ni el servicio, ni los arroces, que parecían recalentados del almuerzo, les hicieron grata la cena de un día que, habiendo sido tan magnífico como los restantes, terminó con cierto desencanto. Acabo de leer unas declaraciones del Secretario General de Turismo justificando que nuestros precios turísticos son altos debido a la gran calidad de la oferta, pero lo cierto es que nunca es admisible rebajar la calidad, sea cual fuere el precio. Un bajo precio puede justificar un menú donde no haya caviar, angulas, o una buena pierna de cordero, pero nunca servir, sea lo que fuere, mal cocinado, pasado o recalentado.

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