TRIBUNA DE ACTUALIDAD
El nacionalista Gorka Aguirre: ¿dialogar con ETA o colaborar con ETA?
Santiago Abascal
El caso es que ni el mismo burukide imputado por Grande-Marlaska niega los contactos, aunque el PNV pretende venderlos como una obra de misericordia. La semana puede traer sorpresas.
26 de junio de 2006. ¿Dialogar con ETA o colaborar con ETA? ¿Negociar con ETA o negociar para ETA? ¿Qué diablos hacia Gorka Aguirre –miembro del máximo órgano de dirección del PNV- hablando en clave con un extorsionador de ETA y citándose con él? Nos dicen –los disculpadores o ensalzadores del sujeto- que Gorka hacia de buen samaritano, que ayudaba a pagar a los acobardados que cedían al chantaje. Pero ¡ojo!, no parece que fuese un buen samaritano casual que se encontró con el menesteroso en un camino. Si no que Gorka, al parecer, era un buen samaritano institucionalizado que permanecía estático, quieto, en el camino para interceder entre los bandidos y los atracados. Yo no sé a que porquería se dedicaba el burukide Aguirre pero, desde luego, la conversación interceptada por la policía de éste con un etarra y llevada a un diario con ánimo exculpatorio, crea en mí el efecto contrario. La sospecha primero y el desprecio después por que alguien quiera hacernos descubrir alguna bondad en dedicarse a facilitar el cobro de los terroristas o el pago a los terroristas, sin colaborar nunca con la justicia ni con la policía permaneciendo estático, en el camino, a la espera del encuentro fatal entre el cuatrero y el sableado. En secreto, así se movía Gorka. Viéndose con los criminales y ayudándoles –el motivo es indiferente- a llenar sus arcas. ¿O no? Al juez Marlaska le ha olido mal el asunto y -en cuanto se ha abstraído de la militancia del sospechoso en el PNV- ha visto un posible delito de colaboración con banda armada. Así que Gorka Aguirre, que debe ser el listo del pueblo, se las va a ver con el juez en la Audiencia Nacional por ser intermediario de la mafia –eso no lo niega ni el mismísimo Aguirre-, pero no estará solo. Le acompañará el ínclito Arzallus, desaparecido de la política y reaparecido ahora en relación con la trama de extorsión de ETA. Hay un gran revuelo en el PNV –ofendido en su virginidad- por la citación a Arzallus y la imputación a Aguirre. Y hay mucha inquietud en el PSOE ante el rumor que sitúa a uno de los suyos en manejos parecidos. Ya nada puede sorprendernos, sobre todo desde que, según investiga el juez, los terroristas huyen de operaciones antiterroristas alertados por policías corruptos afectos al Gobierno. También ahí tiene dudas el juez Marlaska, y desconfianzas hacia los policías que le ponen palos en las ruedas en su investigación y dan avituallamiento a los etarras que huyen veloces. El juez ya se ha quitado de encima la interlocución de Telesforo Rubio, al parecer una losa para sepultar la investigación. Aún falta por ver si no se encontrará con polis traidores a sus compañeros muertos y los españoles. La semana se presenta agitada. Ahora ya nadie discute la existencia de extorsión. Ahora lo que se discute y cuestiona es que dos empresarios miedosos que han dado tela a la mafia sean detenidos por orden del juez. Pocos sabemos qué saldrá de todo este barullo horrible creado por Zapatero, pero lo que nadie puede ya poner en duda es que las cloacas del proceso comienzan a asomar en la tierra ante el más mínimo soplo de aire fresco. Por cierto: ¿Gorka trabajaba gratis o a comisión? Algún día lo sabremos.
domingo, junio 25, 2006
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