Que se tiren al barranco
IRENE LOZANO
Lunes, 27-10-08
LOS prohombres del mundísimo han quedado a tomar un cafetito en noviembre para desplegar dinamismo y acción respecto a la crisis económica. Todas las esperanzas se cifran en que su representación sea verosímil, que convenza a los mercados. La labor se presenta complicada porque los mismos que deben salvar la economía mundial son valores especulativos. Al cierre de los mercados, Sarkozy, pese a sus alzas, se desplomaba tan rápido como el petróleo; Gordon Brown daba la máxima rentabilidad a quien compró futuros hace un mes, quién lo iba a decir; y Zapatero pugnaba por cotizar en el Dow Jones. Para acentuar las dudas sobre el elenco, Bush, el gran anfitrión, llegará a la cumbre suspendido de cotización. El panorama resultaría desalentador si no fuera por el presidente chino, Hu Jintao. Un tipo que organiza los Juegos Olímpicos con una niña cantora de mentira y unos fuegos artificiales falsos se desenvuelve con maestría en el bucle de trampear artificios: éste salva las finanzas mundiales.
Del guión sabemos poco, porque el propósito oscila, según los días, entre refundar el capitalismo, remodelar las instituciones económicas internacionales, o ver cómo le va sentando a la banca el empujoncito de millones. Cuando la reunión iba a tener lugar en Nueva York, Sarkozy se sintió inspirado: «La crisis empezó en esta ciudad, y puede que en ella encontremos la solución». Lástima que al final se vaya a celebrar en Washington. Por suerte, su chistera tiene doble fondo y ha sacado otro embeleso: construir un «capitalismo ético». Mal asunto, si se ve necesario moralizar las prácticas financieras en vez de regularlas, porque codiciosos, avaros y ladrones ha habido siempre, pero cuando vienen a robarnos la cartera, la policía les da en la mano con la porra, un mecanismo de probada autoridad.
Los líderes mundiales no buscan responsabilidades: nada produciría mayor inquietud, así que debemos fingir que esta debacle nos ha caído encima como un huracán. Comprendo que no es momento de multar a los bancos, que ya están muy achuchados pero, al menos, nos gustaría ver el rostro de quienes nos han traído hasta aquí. O incluso algo menos ambicioso, por ejemplo, saber quiénes dirigen -foto, nombre y dos apellidos- esas empresas del Ibex 35 con sede en paraísos fiscales. Fíjense si tendré poca fe en esa reunión: ni siquiera pido que no reciban dinero de los impuestos que no han pagado, sólo que tengan la cortesía de informarnos si esto ocurre.
No queda otro remedio que confiar en los artificios del chino, aunque si falla, existe un último recurso. Aseguran los psicólogos que para salir de una pesadilla, uno ha de buscar en el sueño un precipicio y tirarse. Si hay un buen barranco en Washington, podrían tener un rapto de audacia y arrojarse todos desde la cumbre. A lo mejor despertamos de repente, apaciblemente preocupados por la intolerable subida de los precios de la vivienda
http://www.abc.es/20081027/opinion-firmas/tiren-barranco-20081027.html
lunes, octubre 27, 2008
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