lunes 23 de junio de 2008
Aznar y Aguirre convierten a Rajoy en líder del centro
Pablo Sebastián
En política hay muchos obstinados que no saben para quien trabajan, y eso es lo que le ha ocurrido al frente conservador del PP, a la “vieja derecha” que lideran Aznar y Aguirre, juntos y por separado, los que con sus broncas y de guerra sucia contra Mariano Rajoy se han acabado convirtiendo en sus principales avalistas porque el desabrido y desleal discurso de Aznar contra Rajoy, del pasado sábado, y las oscuras maniobras de Aguirre y su orquesta mediática, han encumbrado a Mariano Rajoy, ante toda España, como el político moderado y hombre de centro que es. Al tiempo que le han quitado al congreso del PP el aroma “búlgaro” de unanimidad, que siempre primó en otros congresos del Partido Popular, con lo que aumentaron también su legitimidad en el campo democrático, gracias al nuevo sistema para elegir un futuro presidente del partido, cuando se presente la próxima ocasión.
El ataque de los ultra conservadores y belicistas del PP, al final se ha vuelto contra ellos. Y han situado a Aznar en su rincón preferido del rencor y los malos y soberbios modales. Porque ir al congreso del PP para aleccionar, desautorizar y dañar a su partido, en el beneficio de Zapatero, y en contra lo único que hay –nadie más que Rajoy ha pretendido liderar el PP-, es un disparate mayúsculo. Y revelan unas ganas de meter la mano donde no le toca, y de seguir mandando donde no tiene poder. Y, desde luego, menos aún a partir de este congreso del que Rajoy ha salido, por fin, volando solo y sin el aliento de Aznar en el cogote, porque el presidente de honor del PP no fue capaz de imitar el gesto de Fraga en el congreso de Sevilla cuando le libero a Aznar de todo patrocinio del fundador, con la famosa frase de “no hay tutela ni tu tía”.
Pues bien, esta vez ha sido Rajoy quien, de manera tan implacable como discreta, se ha quitado de encima la tutela de Aznar, y para siempre. Y el ex presidente del PP y del gobierno ha caído en el error de querer imponerse a todos y por encima de todo y acabó siendo el gran derrotado del congreso. Y que no se olvide Aznar que FAES la financia el PP que preside Rajoy, donde muchos saben que Aznar se gasta cuantiosos fondos en su propia promoción personal internacional, más que en ayudar al partido que tanto dice querer, y al que ha maltratado en Valencia de manera espectacular.
Intentando condicionar, como lo ha hecho durante los últimos cuatro años, su línea política, ideológica y estratégica, como ayer pretendía condicionar su posicionamiento, empeñado en que se haga una oposición bronca y de derecha extrema, “para, primero ganar las elecciones”, y luego pactar con los nacionalistas, se entiende. Es decir engañando a militantes y a votantes del PP, mientras Rajoy, con claridad y honradez, desde ahora ha dicho que está abierto al diálogo con todos sin exclusión. Y, además, el presidente nacional del PP se ha rodeado de su equipo y se ha liberado de los Acebes (muy aplaudido por todos, pero pasado a otra vida) y Zaplana, la vieja guardia pretoriana de Aznar. De manera que Rajoy sale con un proyecto político centrado, un discurso moderado, un partido más democrático y un equipo renovado con el que, avalado por el congreso de Valencia, se dispone a ejercer su nueva labor de oposición, empezando por la crisis económica y siguiendo por el desafío territorial que Ibarretxe está a punto de desatar en el País Vasco con su referéndum ilegal.
Lo ocurrido en el congreso del PP en Valencia beneficia a Rajoy, siempre y cuando el presidente del partido cumpla la promesa hecha de más trabajo y más dedicación a su liderazgo y al ejercicio de la oposición. Lo que será sin lugar a dudas esencial, de cara a las citas electorales de 2009 que ya están al llegar y en las que, los críticos derrotados, tienen puestas sus esperanzas, una vez que han entrado en el macabro juego de la ruleta rusa electoral, con el objetivo de que el PP pierda las elecciones a ver si así, ellos logran llegar al control y poder del partido.
Esa es la estrategia y la predicción de Esperanza Aguirre, el cuanto peor para el PP mejor para ella, sin darse cuenta que en el tambor del revólver de esa ruleta suya puede haber una bala de plata para su propia sien, porque si el PP va a la deriva, será ella quien perderá primero las elecciones de la Comunidad de Madrid. Lo que no sería de extrañar vista la fama de bruja y de habitante de la extrema derecha que se ha labrado ella misma, y visto el equipo, bajo sospecha, que la secunda, y del que con razón no ha querido saber nada Mariano Rajoy. No olvidemos que en la última ejecutiva del anterior PP el hoy reelegido presidente del partido, Rajoy le envió un claro aviso a Ignacio González, y su gente, sobre la importancia de “la honradez” en el manejo de los fondos públicos.
Sin perder de vista, en todo esto, que Gallardón le ha ganado el pulso a Aguirre en el organigrama y la dirección del PP, ha sido el político más aplaudido por el congreso del partido, y es el gran beneficiado del nuevo sistema para elegir el presidente, el presidencialismo es su territorio. Lo que le preocupa a Aguirre, como le indignó descubrir la enmienda que ya ha nombrado a Rajoy candidato a la presidencia del Gobierno de 2012, de lo que se enteró tarde porque ella y los suyos no participaron en todos los debates y solo fueron a Valencia a votar en blanco, cenar con el grupo de los conspiradores y a nada más.
Y por eso ella, que acusaba a Gallardón de ser “un verso suelto en el PP”, ahora lloriquea diciendo que el “verso suelto” es ella, aunque, como le pasa a Aznar –por muy partidario que el ex presidente sea de la poesía- lo suyo tiene muy poco que ver con la lírica. Más bien con la soberbia y la ceguera que le produce su desmedida ambición de poder, pero sin el valor que hay que tener dando un paso al frente y presentando una candidatura. Lo suyo ha sido la intriga y el golpe bajo para que Rajoy se derrumbara solo y, en ese momento, saltar a sobre el poder.
Pero Rajoy, aguantó, resistió y ganó y se rodeó del centrismo del PP, puso a Gallardón de su lado y la presidenta de Madrid se quedó bramando en su rincón su desconsuelo. Y lo que es peor, sin saber que ella y Aznar son los que, a su pesar y a la contra, han centrado a su partido y encumbrado en ese pedestal a Rajoy. Con ese mismo ruido conspirador, meses atrás, ayudaron a Zapatero, en contra del PP, a ganar las elecciones. Ahora, sin saberlo, los de Aguirre y el propio Aznar, han acabado ayudando a Rajoy y al PP.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=23/06/2008&name=manantial
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