miércoles, junio 04, 2008

Marcello, La radio de los obispos

jueves 5 de junio de 2008
La radio de los obispos

Ayer el mandril se echó “palante” ante el tribunal que lo juzga por injurias a Gallardón y dijo que no cambiaría una coma de lo que había dicho en la COPE sobre el alcalde, una definitiva confesión que veremos a dónde lo lleva. Con cara de asco, y casi de resignación, el mandril locutor Federico Jiménez Losantos cambió el discurso cobarde y escurridizo de su primera declaración del pasado día 28 —cuando le dejaron plantado Aguirre, Zaplana y Acebes, en contra de lo que al parecer se habían comprometido a declarar ante el juez—, y en la que llegó a decir, con desvergüenza, que en la radio “es imposible separar la información de la opinión”. Sin embargo, en su declaración de ayer se reafirmó en todos los insultos e injurias al alcalde de Madrid. Soflamas que fueron escuchadas atentamente por el juez y por el fiscal en la Sala, y que no dejaban lugar a interpretación alguna sobre la gravedad de los hechos que se juzgan y que vistos están para la sentencia final.
Hechos que no son menores, en gravedad, de los que se recogen en otros casos que ya están en los juzgados, como las denuncias de miembros de las Fuerzas de Seguridad, también agredidos por este mandril Losantos, para justificar la falsa teoría de la conspiración del 11-M, ahora desmontada por la sentencia de la Audiencia Nacional. Así como otras muchas demandas y querellas pendientes, como la del doctor Montes de Madrid, que también se llevó su ración de insultos y agresiones, etcétera, etcétera.

Un rosario de escándalos en cadena y de probables condenas ante las que la Conferencia Episcopal parece alarmarse, y por ello se ha convocado una reunión para el próximo miércoles, a fin de abordar la grave situación de la COPE y sus posibles consecuencias (aquí incluida la caída a plomo de su audiencia). Y también para atender las públicas protestas y discrepancias con todo lo que está pasando de tres notorios cardenales como son Sistach, Amigo y Cañizares, a los que han secundado numerosos obispos, para que el cardenal Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal, rectifique y le retire su protección al bronquista presentador de La Mañana de la COPE.

El que, además, ha insultado al nuncio del Papa, llamándole masón, como agredió reiteradas veces al Rey y a su familia, al Gobierno y a casi todos los partidos políticos, llegando a utilizar los micrófonos de la cadena episcopal para hacer un llamamiento público a favor de la “sublevación” de las bases y dirigentes del PP contra el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, como ocurrió hace pocos días.

La última agresión del mandril Losantos a los tres políticos del PP, Acebes, Aguirre y Zaplana, que lo amparaban y a los que tildó de “manipuladores y caraduras”, por no decir ante el juez las mentiras que él pretendía sobre Gallardón, ha sido la gota final de un vaso que llevaba meses rebosando, y que el interfecto pretende derramar, con su infecta verborrea, durante el próximo congreso del PP en Valencia, en el que, si las cosas siguen así, la emisora de los obispos se llenará de insultos y de descalificaciones contra toda la cúpula del Partido Popular. El mismo PP al que los obispos pedirán ayuda para hacer frente a la presunta ofensiva laicista del Gobierno y del PSOE.

Lo grave de la situación es que la crisis de la COPE y la locura del mandril Losantos está afectando, también, al diario El Mundo y a su director, que está muy preocupado por los juicios en curso —y los que pueden venir si se confirma una condena importante—, y por la posibilidad de que este diario, si se cae de su púlpito el mandril, pierda el control que sobre la emisora episcopal ejerce Pedro J., como si fuera de su propiedad —de hecho fue él quien hizo el llamamiento a la sublevación del PP contra Rajoy—, al servicio de sus negocios y también de sus intrigas políticas, dentro y fuera del PP. Y todo ello cuando la publicidad en la prensa está de capa caída, se anuncian reducciones de personal, y el diario se encuentra perdiendo lectores por la flagrante contradicción que supone su actuación como diario de la derecha, atacando a la dirección popular, mientras ampara la pintoresca candidatura de Juan Costa a la presidencia del PP.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=05/06/2008&name=marcello

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