Ejercitos para el futuro

lunes 2 de junio de 2008
Ejércitos para el futuro
UN año más, el día de las Fuerzas Armadas ha puesto de manifiesto la sintonía entre los Ejércitos y el conjunto de la sociedad española. El brillante acto desarrollado en Zaragoza, bajo la presidencia de los Reyes y la Familia Real, ha tenido como protagonistas a muchos miles de ciudadanos que han hecho sentir a los militares el afecto y el reconocimiento por su labor dentro y fuera de nuestras fronteras. En una sociedad democrática, las Fuerzas Armadas son un instrumento de la soberanía nacional y de ahí deriva la plena legitimidad de sus funciones bajo la dirección de las autoridades que expresan esa voluntad popular. Ayer se echó en falta en Zaragoza al presidente del Gobierno, puesto que la más alta representación del Ejecutivo estuvo a cargo de Alfredo Pérez Rubalcaba, que desempeña de forma interina la cartera de Defensa a causa de la baja por maternidad de Carme Chacón. Puesto que Rodríguez Zapatero utiliza con habilidad el lenguaje de los signos, debería ser consciente de que su ausencia transmite un mensaje de distanciamiento que no suele practicar con otros sectores sociales. En todo caso, la nutrida asistencia de público y de representantes políticos e institucionales refleja fielmente que el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire ocupan un lugar de primer orden en la valoración social de sus tareas.
Más allá de los aspectos simbólicos, el día de las Fuerzas Armadas debe servir para una reflexión rigurosa sobre el papel de un Ejército profesional en el siglo XXI. En la era global, la formación es un valor decisivo y por ello deben ponerse todos los medios precisos, en el terreno organizativo y presupuestario, para que nuestros soldados estén a la altura de los mejores. Nuevas tecnologías, conocimiento de idiomas y relaciones con sus homólogos extranjeros son elementos determinantes que no se deben descuidar. Todos nos sentimos orgullosos del buen papel que desempeñan los militares españoles en las misiones internacionales, pero conviene recordar que actúan en zonas de guerra y cumplen tareas de alto riesgo. Por este motivo es urgente que se evalúen los sistemas de seguridad actuales y que se invierta todo lo necesario para su modernización. En la misma línea, la nueva ministra tiene que dar prioridad a una ineludible puesta al día en el sueldo de los militares. Hay agravios y discriminaciones que carecen de justificación y existe un descontento notable -plasmado ya en la etapa del ministro Alonso- por parte de diversos colectivos ante las deficiencias de la Ley de la Carrera Militar.
La profesión de las armas tiene que resultar atractiva para los jóvenes mejor preparados y no convertirse en una opción transitoria para personas con dificultades de acceso al mercado de trabajo. Por ello es fundamental que se ofrezca una carrera atractiva y razonablemente retribuida, porque así tendremos de verdad un Ejército profesional que cubra las plazas en la plantilla con independencia de que haya o no crisis económica. También es obligado reforzar la «cultura de la defensa» en la sociedad española, eliminando para siempre ciertos tópicos sin sentido. El vínculo emocional entre el pueblo y los ejércitos es una feliz realidad en los Estados democráticos y es muy necesario impulsar esta faceta que no siempre se cuida como merece. Trabajo no le va a faltar a Carme Chacón y su equipo, una vez superada esta etapa interina que cubre el ministro del Interior. También es imprescindible recuperar el consenso entre PSOE y PP respecto de cuestiones que sólo pueden enfocarse políticamente desde una perspectiva de Estado. No debe repetirse el desacuerdo que se produjo en la legislatura anterior acerca de normas tan importantes como la ley de la Defensa Nacional y ambos partidos deben ponerse a trabajar cuanto antes en este terreno. Es deseable que la ceremonia de ayer en Zaragoza sirva como punto de partida para poner en marcha una nueva fase en nuestra política de defensa.

http://www.abc.es/20080602/opinion-editorial/ejercitos-para-futuro_200806020325.html