Urbaneja, Zapatero aguanto la arremetida

martes 26 de febrero de 2008
Zapatero aguantó la arremetida

Fernando González Urbaneja
El debate era una oportunidad para el pretendiente, que es el que va por detrás en las encuestas, una oportunidad para desbordar al que va delante. No ocurrió, Rajoy no venció a Zapatero y los del PP lo temían, y cuando acabó el debate lo comprobaron. Todas las encuestas a debate concluido, con los matices que tienen, dio ganador a Zapatero con márgenes suficientes. Y el tono de los primeros titulares de los medios, la mayoría previsibles, también otorga ventaja a candidato socialista por la expresa o por la tácita.
Rajoy repitió los argumentos que ha venido desgranando en el Parlamento y en sus declaraciones públicas desde hace cuatro años. Menospreció a su adversario de la cruz a la raya, sin ninguna concesión, pero éste apenas se dio por aludido, excepto en la referencia a las víctimas del terrorismo, que tampoco es nueva.

Los dos se enredaron con cifras macroeconómicas que manejan con dificultad. Rajoy criticaba la macro pero insistía en recitar cifras y porcentajes eligiendo las que le convenían para reforzar sus argumentos, o más bien sus “argumentarios”. La pretensión de pintar un desastroso panorama económico, que ya le falló a Pizarro hace una semana, volvió a fallarle a Rajoy anoche.

Negar que la legislatura concluye con un buen balance económico es negar la evidencia; otra cuestión son las perspectivas. Pero Rajoy no acertó a construir ese discurso, a proponer que él y su partido pueden desplegar más potencia, aportar más confianza. Empeñado en descalificar al adversario se le olvidó, o no acertó, a presentar su mercancía. Que tiene, pero que administra con pereza.

En materia de inmigración, que era una de las bazas de Rajoy, no llegó ni a arañar a Zapatero, ni siquiera excitando las bajas pasiones. Zapatero le restregó la regularización del bonobús y fue suficiente. Y en la parte final, en la de la calidad de la democracia, de las instituciones Zapatero se fue de rositas, ni siquiera le plantearon un problema.

Ni la justicia, ni las entidades supervisoras, merecieron un espacio en el discurso crítico de rajoy y eran materias para que hubiera entrado a fondo.

Aznar ganó a González el primer debate de 1993, Rajoy no ha ganado a Zapatero en esta su primera oportunidad. Queda la segunda vuelta, referida a sueños y proyectos. Una nueva oportunidad para Rajoy, aunque como se quede atrapado en el discurso final, en el recitado de la niña que crece, puede acabar aún peor que anoche.

Bien puede ocurrir que este Zapatero sea un líder accidental que va a quedarse mucho tiempo, al menos otra legislatura a poco más que le ayude el señor Rajoy.


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