martes, febrero 26, 2008

Antonio Garcia Barbeito, Ruega por nosotros

martes 26 de febrero de 2008
Ruega por nosotros
POR ANTONIO GARCÍA BARBEITO
Fui con mi compadre a ver un partido de fútbol, él iba por unos colores y yo, por otros. El partido acabó en empate, pero como fue en su campo, le dije: «Os hemos empatado». Y me respondió: «Y si hubiera ganado uno de los dos, nosotros, ¿qué hubiésemos ganado?». Esto mismo me he preguntado al oír que el debate de ayer lo ganaría Zapatero, o lo ganaría Rajoy, y que en función de quién ganara el primero, calcularíamos quién iba a ganar el segundo, y, de paso, quién las elecciones. No sé, ahora cuando escribo, qué sucederá esta noche, pero reclamo la pregunta: ¿Qué ganamos con el ganador y qué perdemos con el perdedor? Porque no se trata de un asunto sólo de Zapatero y Rajoy, lo que está en juego es el futuro inmediato de los españoles. Pero oigo decir que si el ganador dependerá de que lo quiera o no la cámara, del color del traje que escoja, del tono de voz, de cómo gesticule...y me preocupa. A menos que en vez de un presidente del Gobierno estemos decidiendo quién va a vestir la moda hombre de la próxima primavera.
¿Qué ganamos o perdemos nosotros? Ahí hay que ir. El resultado no sólo puede mermar a un candidato y fortalecer al otro; nosotros también somos ellos, y de lo que el ganador haga en los próximos cuatro años va a depender, en mucho, nuestro diario: economía, sociedad, educación, seguridad... Mi compadre y yo no nos jugábamos nada en aquel partido, pero estos partidos del debate nos afectan como si fuésemos club, somos club, no sólo afición. Y en ese matiz, está el éxito de acertar: en dejarnos llevar por lo que sentimos como simpatizantes de unos colores o por lo que necesitamos como club, como pueblo. No sé qué habrán dicho del debate los estudios inmediatos, pero a mí sólo me preocupa una cosa: que haya ganado el que mañana me puede hacer perder o que haya perdido el que mañana puede hacerme ganar. Porque a estas alturas, no hay credo más seguro en política que el que se reza para dar las gracias por los favores recibidos, no el que se musita pidiendo milagros. Lo único que quiero es que la victoria de uno no me cueste mañana una derrota, y la derrota del otro no me prive de aspirar mañana a la victoria.
gbarbeito@telefonica.net


http://www.abc.es/20080226/opinion-firmas/ruega-nosotros_200802260251.html

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