viernes 2 de noviembre de 2007
El primo de Rajoy
Miguel Martínez
S I un servidor fuese el primo científico de Rajoy le retiraría de inmediato el saludo, que no vean en el embolado que don Mariano ha metido al hijo de su tía. Porque ser científico y negar los peligros de los efectos del cambio climático es casi como ser cristiano y negar la existencia de Dios. ¿Saben ustedes cuántos artículos publicados en revistas científicas niegan el peligro del cambio climático? Cero. ¿Saben cuántos artículos publicados en la prensa generalista lo niegan? Varios cientos. ¿Motivo? Muy fácil: para que un artículo aparezca en una revista científica ha de demostrar con datos contrastados y certificados aquello que se afirma; mientras que la prensa generalista publica todo lo que le conviene, sin que sea imprescindible que las opiniones de sus colaboradores pasen la prueba del nueve, ni siquiera la del algodón del mayordomo. Y es que de un tiempo a esta parte está apareciendo una corriente negacionista, empeñada en restarle importancia al tema, patrocinada por lobbys petroleros norteamericanos, y recogida y amplificada por ciertos sectores denominados ahora “neocon” (antes se les llamaba de maneras más gráficas), que intentan hacernos comulgar con ruedas de molino y lanzan a sus acólitos –con sus primos científicos como referente cualificado- a vendernos que eso de las energías renovables es una chorrada, que el protocolo de Kyoto es una memez y que nuestro planeta y nuestra atmósfera están preparados, cual desagüe de retrete, para que tragarse todo el dióxido de carbono que seamos capaces de emitir. O lo que es lo mismo: consuma usted petróleo, cuanto más mejor, y leña al planeta, que es de goma. Parece ser que el primo de Rajoy -y no me estoy refiriendo ahora al hijo de los tíos de don Mariano, sino que otorgo a la palabra “primo” la quinta acepción de nuestro DRAE (persona incauta que se deja engañar fácilmente)- asume las presuntas afirmaciones de su primo –éste sí, el hijo de sus tíos- y manifiesta que no hay que darle excesiva importancia a lo siguiente: Durante el siglo XX el nivel del mar, a causa del deshielo de los polos, ha aumentado entre 10 y 20 centímetros. De seguir esta proporción, antes de que finalice el siglo XXI podría quedar inundado todo el sudeste asiático. Millones de personas se van a tener que ir a vivir a casa de los nietos de Rajoy porque donde tenían su casa no hay más que agua, pero a eso parece ser que, siempre según los primos Rajoy, no hay que darle excesiva importancia. Total, ya estarán los dos en el otro barrio… El hielo del mar Ártico se está derritiendo. Los icebergs han reducido su grosor al 50% en los últimos 50 años. El derretimiento de esos témpanos de hielo puede generar cambios importantes en las corrientes marinas, lo que se traduciría en más calamidades climáticas. De momento, el número de huracanes, tornados y otros desastres naturales están aumentando en progresión geométrica. Cada vez tenemos más y son más salvajes. Pero no se preocupen ustedes, aquí no suelen llegar y en los sitios a los que sí llegan ya se irán acostumbrando. La temperatura de la superficie del agua aumenta constantemente. Ciertos seres vivos, como los corales, no pueden subsistir en mares de agua caliente lo que ha supuesto que en los últimos 20 años se hayan reducido un 25 % los arrecifes de coral. Pero no pasa nada, mientras sobrevivan las langostas Thermidor, los centollos, los langostinos y demás bichejos que nos ponen en las parrilladas no hay por qué alarmarse. ¿Quién se ha comido alguna vez una paella de coral marino? A medida que las temperaturas cálidas aceleran el ciclo del agua, las lluvias son más intensas y se originan inundaciones. En los últimos 10 años estas inundaciones han producido más daños que en los 30 años anteriores. No problem. A Rajoy le regaló su primo un paraguas y un impermeable. Y si se pone la cosa fea dispone de una Zodiac tuneada que es una caña: motor fuera borda de 1000 Cv, lunetas tintadas, navegador GPS, cierre centralizado, dirección asistida, cargador de CD y pintura metalizada. Los ecosistemas están cambiando. Numerosas especies animales, especialmente las polares, se ven obligadas a migrar a climas más fríos para subsistir. A este paso los pingüinos y los osos polares se van a tener que gastar una pasta en aires acondicionados si no quieren emigrar. Igual Rajoy, o alguno de sus primos, ya ha montado un servicio técnico Fujitsu -el climatizador más silencioso- en el Polo. Temperaturas más elevadas incrementan la tasa de evaporación del agua, eso podría ser la justificación de que aumenten las zonas de sequía. A Rajoy le da igual; si se acaba el agua beberá Pepsicola. O vino por un tubo, como Aznar. Podría hablarles, además, de la desertización que asola grandes zonas del planeta y que arruina cultivos que privan de alimentos a millones de personas, de que hemos tenido el invierno más cálido en los últimos 127 años, de que el desbarajuste climático mata cada año miles de personas… etcétera, etcétera, etcétera, pero, como dice mi amigo Paco -un servidor no tiene primos científicos de referencia-, esto del cambio climático no es importante para Rajoy, lo de veras importante para don Mariano es que le pongamos letra al himno de España. Eso sí que es algo urgente y que no admite demora.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4238
viernes, noviembre 02, 2007
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