jueves, noviembre 22, 2007

Inocencio Arias, La imagen de los Estados Unidos

jueves 22 de noviembre de 2007
La imagen de Estados Unidos
Inocencio Arias
Por diversas razones, comprensibles o no, el prestigio de Estados Unidos en el mundo está en un momento claramente bajo.
Que el sentimiento antiamericano tiene bases políticas pero también psicológicas o de otro tipo se explica por dos constataciones. La primera es que los estadounidenses son criticados a menudo por una cosa: “son materialistas, sólo les interesa el dinero”, acusación de muchos islamistas, y, en otras ocasiones, por la contraria: “son unos papanatas religiosos, la religión tiene una enorme influencia en la sociedad”, improperio europeo. Una afirmación debería excluir a la otra.
La segunda constatación es que, a veces, el grado de antipatía mayor se da en naciones que tendrían algo que agradecer a Washington. Una encuesta de este año del Pew Research muestra que dos de los países del mundo en que el grado de rechazo a Estados Unidos es mayor son Pakistán y Turquía. Con el asiático, Washington mantiene una relación privilegiada. Ha derramado miles de millones de dólares en ayuda militar y de otro tipo. Se dirá que los recibirá el ahora impopular Musharraf, pero los paquistaníes siempre habían simpatizado con cualquiera que los ayudase a reforzarse frente a su rival secular, India.
Con Turquía, la paradoja es mayor: hay dos grandes empresas políticas en las que están embarcados Gobierno y opinión pública turcos, la entrada en la Unión europea y la negación del genocidio armenio. El Gobierno de EEUU es claro abogado de los turcos en Bruselas y en el caso del genocidio, aunque una de la Cámaras legislativas estadounidenses esbozase una moción de condena del controvertido episodio, la Administración Bush, pendiente de la sensibilidad turca, se movió con vigor para abortarla. No ha reportado ningún crédito a Estados Unidos.
En Europa ocurre otro tanto. Segolene Royal encuentra útil vituperar a su adversario Sarkozy tachándolo de americano afirmando bochornosamente: “Antes Europa importaba de EEUU vaqueros y cocacola, ahora Sarkozy propone que importemos a Dios”.
Una superpotencia, ahora sólo hay una, es resentida y en Europa hacer antiamericanismo produce dividendos. En nuestro país está pujante. Desde hace más de una década estamos a la cabeza de los que persistentemente mostramos mayor rechazo hacia la política estadounidense y una mayor displicencia (“son muy superficiales”) hacia su cultura. Luego, los datos son tercos en otra dirección: tienen el 70% de todos los Nobel de la historia y un número de bibliotecas, Universidades, etc., muy por delante de nosotros o… de Francia.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=22/11/2007&name=arias

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