viernes 28 de septiembre de 2007
El Barça entusiasma sin Ronaldinho Julián García Candau
El Barça ganó con goleada al Zaragoza, equipo que se suponía difícil de batir. El Barça practicó juego brillante que entusiasmó al público. Venció y convenció y, sin embargo, la grada, en determinado momento, comenzó a corear el nombre de Ronaldinho, el díscolo, el menos comprometido con el club, la estrella que únicamente alumbra cuando le viene en gana y es feliz cuando le aumentan el salario.
No hay nada más perverso en el fútbol que sacar conclusiones de un partido ganado con brillantez. Comienzan el laudatio, el elogio, y parece como si cielos y tierra volvieran a sonreír. Y en medio, la polémica sobre si es mejor jugar con Ronaldinho o prescindir de su colaboración.
El Barça actuó de otra manera. Fue equipo distinto. Lo condujo Deco, en colaboración con Iniesta, y Messi volvió a salir al rescate. Será inevitable que los seguidores barcelonistas se planteen la inútil disyuntiva sobre el sí o el no al jugador brasileño.
Inevitablemente, Ronaldinho tendrá que volver a la alineación. En cuanto se le pase la calentura recuperará lugar en el equipo. Rikjaard no se atreverá a prescindir de su presencia por muy bien que le vaya sin él y porque la presión de la directiva le obligará a alinearle. El damnificado será Iniesta o Deco. Todo volverá al cauce lleno de meandros por donde discurre el río azulgrana en los últimos años.
Dentro de poco estará restablecido Eto’o, quien reclamará su participación, y entonces surgirá nueva polémica porque Henry, que aunque mejora sigue sin pólvora en las botas, tendrá que dar paso al camerunés.
Dichoso Rikjaard, que tiene donde elegir. Desgraciado Rikjaard, que vive en un polvorín.
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jueves, septiembre 27, 2007
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