martes, mayo 15, 2007

Ramon Perez Maura, ¿Adonde va Sarkozy?

miercoles 16 de mayo de 2007
¿Adónde va Sarkozy?
POR RAMÓN PÉREZ-MAURA
La mano tendida por Nicolas Sarkozy a destacados representantes de la izquierda como Hubert Védrine o Bernard Kouchner puede parecer un gesto de grandeza y muy políticamente correcto. Pero quizá sea la señal más preocupante de autoritarismo que ha dado el nuevo presidente desde que se lanzó a la carrera del Elíseo.
Sarkozy ha hecho una campaña con un discurso nítidamente diferenciado del de la izquierda. Llamó a los franceses a respaldar su programa conservador con tintes liberales. Y a la hora de formar su primer Gobierno llama a destacadas personalidades de la izquierda. ¿Qué quiere decir eso? Que las promesas de la campaña han durado poco. Porque a notorias figuras de la izquierda que siguen creyendo en los principios que siempre han defendido sólo puede incorporarlas a su Gobierno en base a una estricta fidelidad al presidente. Al programa electoral del presidente es público y notorio que no les une nada.
Y si a los socialistas que se quiere incorporar sólo se les exige fidelidad personal al presidente de la República y no lealtad programática, ¿qué se va a pedir a los barones del centro derecha que contribuyeron al triunfo de Sarkozy? Porque éste es el camino más seguro para llevar a la UMP francesa al estallido. Sarkozy ha logrado unificar a multiples familias del centro derecha, pero si alinearse con sus postulados sirve para que los cargos más apetitosos en un Gobierno con la mitad de carteras de las que había hasta ahora sean ofrecidos a quienes hicieron campaña por la candidata derrotada, la reacción entre los leales del nuevo presidente puede ser la sublevación. Y de los leales a Chirac, para qué decir nada.
Sarkozy toma hoy posesión como sexto presidente de la V República. Su victoria ha marcado varios hitos en la historia de la República. Pero ya antes de desembarcar en el Elíseo empieza a transmitir señales que pueden ser muy preocupantes. Reunirse con Tony Blair o tomarse un descanso en el barco de un amigo millonario son buenos signos: quiere imponer su criterio. Pero la mano tendida a la izquierda implica volver a «L´état, c´est moi»

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